El que no puede morir

1187 Words

El nombre “Mace” no tenía historia. Aquel día era su primero como mesero, aunque así fuera, simplemente se maniobraba con tanta naturalidad como si fuera un experto. El trabajo al igual que el nombre lo había elegido esa mañana, al llenar un formulario de empleo para la cafetería. Al principio había escrito Nahamac, con su caligrafía firme y antigua. Lo miró por varios segundos mientras la tinta parecía escurrirse del lápiz. Solo era su impresión, sin embargo, ese nombre solo le provocó asco. Dolor, resignación. Estaba por entregar el papel. Pero luego, lo borró. El nombre real era un imán para el dolor. Una sensación de vacío que le resguardaba por un castigo divino hace miles de años atrás. Mace. Fue el nombre que escogió finalmente. Corto. Funcional. Sin pasado. La cafetería donde

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD