Destino

1202 Words
-Mara Adrienne y Sandra Aislinn hicieron de las suyas -¿Sus sueños? -preguntó mi protectora a su hermano Probablemente pensaban que yo ya no estaba para escuchar. -Me temo que sí, afortunadamente Circe tiene una mente fuerte y buscó la mejor salida para todo -¿Cómo lo sabes? -Sólo lo sé -respondió despreocupado Sabía que la conversación era sólo de ellos, así que mis dudas y comentarios debían esperar para después, cuando de nuevo ellos requirieran mi presencia. Así fue como terminó mi primer viaje, estaba un lugar extraño con personas, si es que les podía llamar así, desconocidas, el lugar era enorme, lleno de habitaciones y criaturas místicas. Llegar hasta la habitación que me habían asignado fue sencillo. Me senté sobre la cama elegante y miré a mi alrededor buscando comodidad, o alguna cosa que me hiciera sentir en casa, pero era pérdida de tiempo, este lugar no era mi hogar y estaba muy lejos de serlo, es cierto, había muchos libros de títulos interesantes, pero no era mi biblioteca personal, no eran mis libros favoritos y lo más importante, mis padres no estaban cerca y los extrañaba. Recordé la última discusión con ella y me sentí miserable e inmadura, ellos siempre me habían dado libertad y amor, y yo me había molestado por una tontería, y esa discusión era lo último que recordaría de ellos, por mucho, mucho tiempo. -¿Hola? -dijo alguien mientras llamaba a la puerta de la habitación -¿Sí? -respondí insegura, ¿quién podrían estar aquí a estas horas? pasa de medianoche -¿Eres Circe Gaia? Me acerqué para abrir la puerta, a primera instancia no logré ver a nadie, pero tras observar con cuidado noté un pequeño punto de luz brillante frente a la puerta que había abierto frente a mí. -Seré tu guía y tu compañero -dijo la luz tintineante -mi nombre es… oh! lo siento mucho, no debí presentarme de este modo -agregó avergonzado De pronto la luz se convirtió en un pequeño ser extraño, era muy bajo, apenas llegaba a la altura de mis rodillas, llevaba un sombrero elegante y un traje hecho de plantas reales. -¡Vaya! -dije sorprendida Me puse en cuclillas para escucharlo mejor. De cerca, su cara era bella e infantil, sus ojos grandes y verdes me miraban con sumo cuidado, sus orejas puntiagudas casi del tamaño de su rostro le daban un toque peculiar y su cabello como el fuego hacía juego con el mío. -Me llamo Aarón, bella dama -sonaba muy cortés -y desde hoy me han asignado como tu guía y compañero -Hola Aarón, mucho gusto -dije mientras extendía mi mano para saludar -Oh, no me permitiría el lujo de tomar su mano, señorita, haré una reverencia como corresponde y de ahora en adelante me quedaré a su lado. Lo invité a pasar y me senté de nuevo sobre la cama. -A pesar de mi aspecto soy sabio y puedo darte buenos consejos, me gradué con honores de la escuela de hadas y prometo hacer tu vida más sencilla en medida que pueda. Lamento que mi hermana Ángela no esté aquí para presentarse ella misma, pero debía llevar un mensaje importante a tu nuevo hogar. Ella nos acompañará muchas veces, pero su tarea principal es llevar y traer mensajes importantes a la velocidad de la luz. Ella es muy parecida a mí, pero no es tan… -¿No soy tan que…? -dijo una pequeña luz rojiza que pareció de pronto por la ventana -¡Estás aquí! -dijo Aarón sorprendido -¡batiste tu récord! -Sabía que no debía dejarte hablar a solas con Circe Gaia, siempre hablas mal de mí -¡No lo hago! -respondió a la defensiva -Siempre lo haces -respondió molesta -pero estoy aquí para presentarme personalmente La lucecita de convirtió en una criatura igual que Aarón pero en versión femenina, me miró sonriente e hizo una pequeña reverencia -Su majestad -dijo ella -¡Oh no! te equivocas yo no… –Es cierto, es mi error, aún no llega ese momento lo siento mucho -respondió apenada -Mi hermano y yo fuimos asignados a ser tus compañeros, mientras él se especializa en guiarte por el mejor camino yo seré la mensajera para cualquier momento que sea requerido. Estaremos siempre a tu lado mientras nuestra misión no cambie. No debes temer. No debo temer, es cierto, pero ¿cómo no hacerlo? Alrededor de mi ocurrían cosas inimaginables, la magia y las criaturas místicas existían, y yo era parte de este mundo. Parecía increíble, parecía un sueño. -¿Su majestad? ¿por qué me llamaste así? -Te dije que no eres muy inteligente, pero no niegas, ¿cómo sabe ella cuál es su destino? no debes inquietarla, ni hablarle sobre lo que todos sabemos -Le dijo Aarón a modo de reproche. Ella se encogió de hombros avergonzada y se volvió de nuevo un punto brillante. -Lo siento mucho señorita, ella es muy despistada -Entiendo. ¿Pero qué quiso decir? -Eres la elegida -Lo escuché antes -Eso te convertirá antes de lo que piensas en alguien de la realeza en nuestro mundo. Podrás gobernar -sus ojos brillaban de gozo -No quiero hacer eso -dije asustada -Ahora no lo quieres, pero es parte de tu destino aceptarlo, por eso estoy de tu lado, te guiaré en cada paso y podré aconsejarte para que no dudes en tomar las mejores decisiones siempre -sonrió -Te lo agradezco, pero creo que el destino no está escrito para nadie, puedo tomar mis propias decisiones y cambiar… -Lo sé, pero ahora tu destino está marcado y debo ser el mejor guía y consejero que puedas tener -hizo una pausa y miró la luz tintineante en la que se había convertido su hermana -Me disculpo en nombre de mi hermana, es buena en su trabajo, pero muchas veces suele ser distraída y hablar un poco de más. Y esa noche mientras mis nuevos compañeros dormían en su forma de punto brillante flotando dentro de una lámpara antigua, intenté conciliar el sueño y al mismo tiempo convencerme de que todo esto era real. Mi visita en el palacio se extendió más de lo esperado, mi guardián y su hermano habían recibido noticias importantes y habían tenido que atender asuntos de suma importancia. Por supuesto me dejaron al margen de todo, me trataron como una huésped importante y me regalaron muchos libros sobre este mundo al que pertenecía. Mi mente brillante aprendió y comprendió muchas cosas; la realeza en este mundo era la máxima autoridad, pero también los que tenían las más grandes responsabilidades, debía luchar por sus ideales aún a costa de sus propias vidas; había seres increíbles y míticos habitando incluso entre los humanos, pero siempre guardando su distancia para no ser descubiertos; la magia era algo real, algo que existía en todos los seres del universo pero las personas normales no podían disponer de ella, los asuntos triviales de sus vidas les prohibía descubrir esa grandeza y ese poder en su propio ser; Y lo más importante, la elegida era yo, esa criatura que nacería pálida y transparente, de cabellos de nieve y mente sin igual que renacía en su quince cumpleaños.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD