Capítulo quince: Rewrite the stars. Valesheka Casi ni puedo abrir los ojos por el brillo que emana el lugar, poco a poco parpadeo para poder ver. Abro completamente los ojos y es como entrar a un lugar encantado, siento el jalón de mano de Elea y me dejo guiar. Los árboles alrededor tienen brillos, cada hoja es del verde más vivo que he visto. Las casas tienen en forma de pico y son de madera con unas palmeras secas, comenzamos avanzar y cada vez me maravillo. – ¡Papá!– Elea suelta mi mano y se va corriendo a un señor igual que ella. Él la alza y le da un beso en su mejilla, hace lo mismo que Elea me hizo a mi. Pega su frente con la suya, el señor nos mira, específicamente a mi. Tiene una barba de días, es de color blanca al igual que su cabello rizado. Lleva una camisa de color