No podía esconder el dolor que siento, pero al menos trataba de seguir adelante con el.
No podía dejar que Máx Emiliano me viera sufriendo, menos por problemas con su padre. No estaba dispuesta que por nuestros problemas su relación de padre e hijo saliera afectada.
Le explique a mis padres lo sucedido,mi decisión en cuanto a nuestra relación y aunque mi padre exploto del enojo, respeto mi decisión de mantenerse al margen de nuestros problemas.
—¿Éstas segura hija?, yo puedo seguir haciéndome cargo de la vicepresidencia.
—Papá, no te pienso cargar de trabajo cuando debes descansar y no cargarte en problemas.
—Me siento perfectamente hija, no debes de preocuparte de nada.
—No seas terco papá, —Beso su frente —. Papá, ya pasó una semana estando fuera de la oficina, me siento mejor y
