“Señorita Lombardo, usted está embarazada”
—¿Embarazada? —Susurro con un nudo en la garganta —. No puede ser.
—La dejaré descansar, por esta noche es necesario se quede aquí para monitarearla y ya mañana podrá regresar a casa, pero tendrá que sacar una cita con un ginecólogo lo más pronto y llevar un control prenatal.
—Nosotros nos encargaremos de eso doctor no se preocupe. —Marié le responde.
—Doctor —Se detiene antes de salir —. A los hombres que están afuera, no le diga nada de mi estado por favor, prefiero hacerlo yo.
—No se preocupe señorita, así será.
Sale de habitación, Marié se sienta en el borde de la cama sujeta mi mano y limpia las lágrimas que descienden por mi mejilla y yo ni me había dado cuenta.
—Marié, embarazada —Musito con dificultad —. Embarazada nuevamente d
