— La historia que acompaña a esta flor es algo dramática. La leyenda cuenta que Narciso, un joven y apuesto hombre griego que despreciaba el amor de todos, se enamoró de una ninfa llamada Eco que no podía hablar y tan solo podía repetir la última palabra que pronunciara su interlocutor. Narciso despreció su corazón cuando la vio en el bosque y ella no fue capaz de responderle más que sus propias palabras. Entonces ella, desolada y ofendida, se encerró en un lugar solitario y allí dejó de comer y de cuidarse. Así se fue consumiendo poco a poco, y el dolor la fue absorbiendo hasta que desapareció y se desintegró en el aire, quedando sólo su voz que repetía las últimas palabras de cualquiera. Esta voz es lo que llamamos eco. Debido a esto los dioses se molestaron y todas las demás mujeres rec

