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1670 Words
— Por un demonio — el señor Lombardi entró a la habitación— está más que pérdido, ayúdame Mark por favor. Los hombres corrieron las cortinas y la luz solar entró llenando cada espacio de la pieza, de no ser que él se movió para evitar la claridad que lo alumbraba se hubiera jurado que Adrián estaba sin vida. — Por un demonio Adrián tienes que levantarte, ya suficiente tiempo has pasado tirado en esta cama ahogándote de borracho llorando por esa mujer, al menos hazte responsable de la criatura de la que suplicaste recoger, ¿La recuerdas? La única m*****o de la familia Romano que mataste por un arranque de locura. — Déjame en paz papá — él abrió sus ojos mientras recordaba los sucesos pasados — solo quiero dormir y nada más, dile a la nodriza que se haga cargo de ella. — ¡Llevas seis meses aquí por si no lo recuerdas! Ya la criatura dejó el pecho materno, se un poco más responsable con la pequeña Giordana, ¿Acaso tu palabra vale menos que nada? Te recuerdo que prometiste cuidar de ella y fue por eso que el consejo perdonó que mataras a toda la familia Romano, así que mueve tu trasero porque no pienso seguir cubriendo tus irresponsabilidades. Adrián simplemente ignoró a su padre y se cubrió con la manta, el hombre al ver la respuesta de su hijo fue que tomó una sartén y comenzó a hacer un escándalo tan grande que hizo que su primogénito se levantara de la cama. — Eso me gusta, mi hijo es tan obediente que se levantó de una vez — él sonrió y después su rostro se puso serio — te vas a rasurar esa barba porque parece que algo anida dentro y luego de eso bajas a comer como la persona decente que supongo que aún eres. — Papá tú no me comprendes, mi vida perdió sentido cuando esa perra de Clarisse me dejó abandonado — él dijo en un tono lastimero — solo deja que muera y ya. — ¿Quieres que saqué el violín para tocar música dramática? Estás peor que una adolescente que la terminó su primer novio, busca como dejar esos dramas para las mujeres y ve a hacer lo que te dije. De mala gana Adrián se levantó de la cama y se fue a duchar, la barba que estaba sumamente poblada fue eliminada casi en su totalidad siendo dejada al ras del rostro con facciones de un hombre muy apuesto. Él bajó los escalones, la mesa estaba servida y una criatura se encontraba sentada en una silla alta mientras lloraba sin descanso. — ¿Pueden callar a esa niña? — él se masajeó las sienes — la cabeza me va a reventar y no tengo ánimos de escuchar ni siquiera la caída de una aguja. — ¿Tengo que recordarte que por esa criatura es que sigues con vida? — su padre lo miró con total furia mientras en sus ojos dos llamas se miraban al rojo vivo — hazte cargo de tus errores Adrián porque algún día vas a estar al frente de la familia. — Para eso falta mucho tiempo papá — la bebé seguía llorando — ¡Madre mía quiero un maldito segundo de silencio! El silencio duró muy poco tiempo ya que la criatura lloró más fuerte, Adrián la cargó en medio de la desesperación y ella logró calmarse. Todos se quedaron sorprendidos al ver tal cosa, la pequeña nena no había logrado calmarse de esa forma, generalmente lloraba hasta quedarse dormida y así era el día a día. — Yo me haré cargo de la bebé — miró a la niñera — me parece increíble que no puedas ni consolar a una criatura, largo de mi vista. La niñera salió corriendo del comedor al ver la postura de Adrián, la bebé se encontraba cómoda en los brazos del hombre e incluso llegó a sonreír de una forma que nadie antes había visto. Su padre miró la escena con curiosidad y sonrió ampliamente al ver que su hijo finalmente se hacía un poco cargo de todo los errores que había cometido. — Mark, por favor ven conmigo que quiero hablar contigo — él se levantó y Adrián intentó acompañarlo — no, la conversación es solo con tu amigo así que puedes ir a jugar con esa criatura. Finalmente cada uno tomó caminos separados, el padre de Adrián miró a su hijo jugar con la bebé mientras se encontraba en su oficina, él suspiró pesadamente y sus ojos se posaron en Mark a quién también consideraba de la familia. — Me encuentro preocupado, Adrián se quedó estancado en la ruptura por así decirlo con Clarisse y por lo que veo no quiere casarse. — Aún es muy temprano señor, debería darle un poco más de tiempo — el padre de Adrián sonrió y su semblante se mostró preocupado — ¿Sucede algo? — Temo que mi hijo se quede soltero de por vida, lo conozco y en sus ojos puedo ver que no está interesado en absoluto en contraer nupcias con otra mujer, es necesario que él se casé y tenga hijos que puedan heredar la mafia en un futuro; bien sabes que la hija de los difuntos Romano no es una opción para que él tenga una heredera. — Pero señor le repito que le dé tiempo, lo de Clarisse tiene apenas seis meses y Adrián no la ha tenido fácil, quizás en un futuro relativamente lejano llegue la mujer que lo haga cambiar de planes. — ¡El problema es que yo no tengo tiempo! — él gritó y se llevó su mano al pecho — me estoy muriendo Mark, mi corazón se encuentra trabajando en un 40% y el doctor me dijo que no hay nada que se pueda hacer, tengo vivo solamente el centro de este órgano tan vital y miró como mi hijo se tira a la calle del olvido por una mujer que se sigue paseando por todos lados con su amante. — Señor Lombardi — Mark mostró un dolor muy sincero — no tenía idea de que estaba teniendo esos problemas, ahora mucha de sus actitudes me hacen sentido. — Quiero que Adrián se casé porque también no puede pasar toda la vida solo, estoy seguro que allá afuera hay una mujer que le dará la compañía que necesita y a su vez podrá domarlo a como es debido. Mi hijo me recuerda mucho a cuando yo era joven pero mí ímpetu logró bajar cuando mi amada Sofía llego a mi vida, ella era lo que necesitaba para calmar la fiera que siempre salía para ocasionar dolores de cabeza a mi padre, fui tan feliz a su lado que ahora sé muy bien que la melancolía que cargue dentro de mí por todos estos años ahora es felicidad ya que soy consciente de que la volveré a ver solo que en esta ocasión no será de manera temporal sino para toda la eternidad, solo espero que Dios tenga misericordia de mi alma una vez que esté en su presencia, es irónico ¿No lo crees? Tenemos toda una vida para hacer el bien pero casi al final de nuestros días es que comenzamos a arrepentirnos y a buscar cómo ayudar a los demás para así garantizar nuestra entrada al cielo. — Señor lamento mucho por lo que está pasando, si hay algo que pueda hacer para ayudarle por favor no tenga dudas en solicitar lo que se le ofrezca. — Te lo agradezco Mark, solamente quiero que estés al cuidado de mi hijo como lo has venido haciendo desde hace muchos años. El padre de Adrián terminó por irse a su habitación y Mark fue a acompañar a su amigo que se le miraba muy a gusto con la criatura después de que no quería saber nada de ella, se sentó al lado de ellos sin decir absolutamente nada. — Adrián — Mark rompió el silencio luego de unos largos minutos — creo que deberíamos salir, podemos ir a la discoteca o a algún sitio para divertirnos. — No me interesa, ahí hay demasiadas mujeres que solamente son unas rameras buscando como aprovecharse de un idiota que las mantenga. — Deja de ser tan aguafiestas, si no quieres ir a una discoteca podemos ir al casino que tiene tu padre, es buena idea que comiences a ocuparte de los negocios de la familia Lombardi. — Está bien, iré porque te conozco lo suficiente como para saber que no me vas a dejar en paz hasta que acceda a ir contigo. Luego de varias horas se fueron a un casino, estando ahí vieron como un hombre era jalado por una mujer muy delgada, su piel nívea y su cabello castaño muy maltratado dejaban en evidencia que no la pasaba tan bien. — Vamos papá, ya suficiente has pedido que te dejen entrar — ella jaloneo al hombre sin moverlo — mi abuela se va a enfadar si sigues fuera de casa. — ¡Esa vieja me importa muy poco! — él empujó a la chica y ella cayó — tú no sirves para nada, ni siquiera están interesados en ti. — ¿Qué sucede aquí? — Adrián se tensó al ver la situación — quiero que se larguen de aquí, le dan una pésima imagen al casino de mi padre. — El señor quiere ingresar aquí pero ya le hemos dicho muchas veces que este sitio es solo para personas exclusivas, incluso insistió en dejar a su hija a cambio de que lo dejáramos entrar para jugar un poco. — Eso no me interesa, que se larguen de una buena vez de este sitio y si regresa le dan una paliza para que entienda. Adrián pasó encima de la mujer sin volver siquiera a verla, solamente extendió su pierna y la ignoró al igual que lo hacía con cualquier persona de dicho género, Mark se quedó detrás mientras veía tal cosa.
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