CAMILA
El golpe en la puerta me sobresaltó justo cuando apilaba la última caja de la noche en la esquina. Ruby y yo habíamos avanzado bastante, pero aún quedaba mucho por hacer. Sin embargo, ella tenía que volver a casa antes de que se hiciera muy tarde, y yo también estaba agotada.
Siempre estoy agotada.
Mis hombros se hundieron mientras me dirigía a la puerta, mirando la hora en el reloj. Había una posibilidad de que Ruby simplemente hubiera olvidado algo y hubiera dado la vuelta. Me incliné hacia adelante, entrecerrando los ojos para mirar por la mirilla.
No puede ser.
El corazón me dio un vuelco al ver a Richard de pie frente a mi puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Quité el seguro y abrí la puerta de golpe.
—¿Qué haces aquí? —miré a mi alrededor, esperando ver a algu
