KAIRA
Cuando Thiago me besó, debí haberlo apartado. Debí decirle que esto era estrictamente profesional. Yo estaba fingiendo ser su novia, así que no podía ser realmente su novia.
También estaba embarazada de su hijo.
Dios, esto era tan complicado.
Él deslizó su lengua en mi boca, y dejé de pensar. Thiago y yo nos habíamos ido acercando cada vez más en las últimas semanas, y entre más lo conocía, más me enamoraba de él. Era el chico que toda chica quería. Era el caballero perfecto: atento, amable, considerado. Era material de novio.
Demonios, era material de esposo.
Deja de pensar, me ordené. Solo iba a volverme loca. Pensar demasiado en lo que fuera que hubiera entre nosotros no iba a terminar bien para nadie.
Durante un segundo más, luché conmigo misma, tratando de decidir si debí
