"Está bien, Taylor" respondo con desgano. "Brenda estará bien, están cuidado de ella. Es un profesor. No Taylor, no es un desconocido no te preocupes. Hablaré con Nathe luego, no creo que tenga ánimos ahora. Está bien. Adiós." Bajo el teléfono desocupando mis pulmones lentamente, apoyo mis manos sobre mis rodillas y me mantengo sentado en el filo de la cama con expresión abatida. Mi cabeza retumba y siento los ojos cansados debido a las lágrimas que he derramado estos últimos días, de los hechos que me han aquejado. Mi estado de ánimo no es mejor, me abruma la tristeza y el vacío en mi corazón parece crecer a cada segundo. He perdido a alguien importante, el ser más maravilloso de mi vida. Los recuerdos me golpean y mis ojos se llenan de lágrimas de sólo pensar que nunca más volver

