Obsesión de otoño

XVII. ALEXANDER

"Yo lo siento" Digo después de un rato.

Ryan, quien se mantiene con sus brazos cruzados me mira por el rabillo del ojo sin piedad alguna. "No basta con las palabras" No tiene la intención de consolarme, y tal vez tiene razón al actuar de esa manera.

Sello mis labios dejando que las últimas lágrimas caigan, me quedó así pensando realmente en nada. En mi estupidez, en mi vida, en mamá enferma, en mi hija...en Evelyn. Suspiro con resignación, me siento mareado y con ganas de dormir. Creo que nunca en mi vida me he sentido tan agotado como ahora.

"Yo no sé cómo ser un buen padre"

No sé cómo serlo. Cuando recibí a Brenda ni siquiera estaba preparado para ello, confié en Evelyn, en que ambos podíamos, pero me equivoqué. Preferí desentenderme de ella, pensar que no era conmigo, al final resultó que sí lo era. Todavía lo es.

"Es evidente que no"Murmura. No levanto la cabeza, no puedo discutir nada.

Me pongo en pie tratando de disipar la nube en mi mente. Quiero estirar mi cuerpo y cerrar los ojos para fingir que nada sucede. Con brazos caídos me quedo a unos pasos del maestro, necesito palabras que me ayuden, algo a qué aferrarme intensamente. Fijo mis ojos en él, recibiendo nada más que el frío de la indiferencia.

"No entiendes como son las cosas" Digo bajito.

"Entiendo que no le dedicas tiempo" Replica.

Me mira de una manera que empeora todo en mí, sus labios firmes se niegan a abrirse para brindarme palabras que eleven mi espíritu, sus manos reacias se mantienen al margen de todo y me siento de pronto irritado.

Lo tomo por los hombros con brusquedad. "Lo dices porque para ti es fácil. Estás con ella todo el tiempo, la entiendes... yo"

"No le dedicas nada." Interrumpe con suavidad. Sus ojos parecen un pozo, yo, idiota, me dejo caer en ellos.

"Tengo que trabajar para mantenernos. Sino pinto ¿cómo saldremos adelante?" ¿Cómo podría vivir yo lejos de mis pinturas? ¡Oh, alma! ¿Piensas que alejarme de ella es la solución a todo?

"Pero la pintura no lo es todo" responde. No sé si fue mi expresión, o la propia desfachatez de sus palabras, pero se apresura a corregir "Quiero decir que debe hacer un espacio también para Brenda ¿no ha pensado en enseñarle a pintar? Estoy seguro que se sentirá feliz en el estudio, que aprenderá rápido y que esa actividad les ayudará a unirse"

Unirnos. Sonaba fácil en su boca.  Lo medito, es cierto que puedo llevarla después de la escuela y fines de semana, incluso llevarla a exposiciones sonaba bien. He desistido de la idea de continuar con mujeres  debido a la sugerencia de George, pero conseguí a un hombre: Dan, me lo recomendó Alice hace unos días, cuando respondió el mensaje.

"No quiero que Brenda vea personas desnudas" hago una mueca.

Él niega con suavidad, en ese momento noto que no lo he soltado.

"Llévela cuando no tenga modelos. O pídales ropa cuando esté Brenda allí" Lo piensa. "No es difícil como piensa, Brenda disfrutará de cualquier manera estar con usted y estoy seguro que disfrutará compartir con ella. Cuando menos se dé de cuenta, todo estará bien" Acaricia mi brazo con cuidado, como si temiera asustarme. Me recorre un cosquilleo y me quedo allí, sin hacer nada.

"¿Crees que pueda?"

"Si quiere, sí." Muerde su labio al terminar.

Me sumerjo en sus ojos miel, me le quedo mirando y mi agarre no disminuye en lo más mínimo."¿Y si sale mal?"

"Nada va a salir mal" Sonríe leve.

No sé, pero siento que puedo confiar en lo que dice. Siento que todo será sencillo porque él lo ve de esa manera. Conoce a Brenda después de todo.

"Discúlpame por todo lo ocurrido. Fui un patán cuando solo procurabas cuidar de mi hija, lo siento" Mi manos se sueltan, pero recorren sus brazos antes de apartarse.

"Sólo pensabas que trataba de invadir tu vida" Dice, comprensivo. Su sonrisa se ensancha y se abraza a sí mismo"Así que está bien. No quiero crear una guerra alrededor de ella."

Eso no logra tranquilizarme del todo. Me limito a asentir, limpio el rastro de lágrimas y suelto un suspiro que sale de lo más profundo de mí.

"¿Sabes? No me lo estás preguntando, pero tengo muchos problemas en estos momentos" Pienso de nuevo en mamá, en Brenda, en mi falta de inspiración para la nueva exposición.

"Nada que no pueda superar" Responde. Es severo, pero a la vez noto la dulzura en su tono. No me recrimina, me alienta. Sonrío leve y oculto mi rostro de su mirada, sus ojos me hacen temblar.

"¿Crees que la pintura me unirá a ella?"

"Es lo que usted más ama hacer"

Asiento. Sabe cuán importante es, por ende sabe que es el mejor método para nosotros. La emoción me invade y veo un rayo de esperanza en esa desolación en que nos hemos sumergido. Una idea brilla en mi mente causando que mi corazón golpee con fuerza, es una sensación que  genera incertidumbre y alivio, una que no puedo describir.

"Tengo una condición para todo esto" No es una condición, es más una petición.

El maestro me mira extrañado, veo que incluso se enoja un poco por la manera en que me mira.

"¿Cuál?"

"Quiero que estés con nosotros"