El segundo piso estaba vacío, todos estaban abajo y las puertas vacías quedaron abiertas. Al parecer también encontraron a ese maldito fotógrafo que ya había muerto porque la puerta de su habitación ya estaba abierta. Alondra lo miró mal al pasar junto a la entrada y tomé su mano volviéndola a la realidad.
-Enfócate-le pedí en un susurró y asintió.
-¿Eh?¿Quién está ahí?- dijeron desde abajo y ambas nos alertamos.
-Debe ser ella- dijo otra voz- ¿Nena?¿Puedes venir? No te haremos daño- se oyeron risas- Maldito, cállate- dijo la misma voz-Baja ahora mismo, putita, o iré por ti- amenazó y le asentí a Al desde mi posición para que hablara.
- Pues ven por mí- se oyó una burla y la maldición murmurada por el sujeto que no podía permitir que una adolescente se burlara suyo. Pasos venían de
