25 niños en 4 escuelas. No sabía si llorar por impotencia, o reír por felicidad al ser consciente de que no fueron más. Pero hablábamos de 25 víctimas actuales, ¿Cuantas Maddys o cuantos Manuel no habían ahí, fuera, creciendo con los restos que una situación tal sin ayuda puede causar en tu ser, en tu alma. Sabía que era un número mínimo pero me alegraba poner mi grano de arena, y definitivamente me alegraba ver a los 8 padres cómplices siendo llevados con esposas y cámaras fotografiando sus millonarios rostros. ¿Cómo carajo podían aceptar aquello por dinero? Monstruos, eso eran… . . . Llevaba un pastel de fresas a las instalaciones de mi preciosa Selaginella, las paredes lucían preciosas y contemplé el hecho de que estaba hecho, estaba lista para ser inaugurada. Era cuestión de que el

