Capítulo 2

1151 Words
Alexi no entendía nada de lo que pasaba. Su cabeza estaba llena de preguntas. ¿Donde era que se encontraba? ¿Que era ese lugar? Esas eran preguntas que en ese momento no podía responder. Cuando la mujer se acercó a la cuna y lo cargó en sus brazos miró por completo la habitación. Esta era enorme y había demasiadas cosas hermosas que la decoraban. Después miró a la mujer y trató de reconocerla, pero nada de ella era familiar. No a excepción del aroma dulce que desprendía, ella le recordaba a su madre, a la misma que lo había vendido al burdel. Dentro de la habitación había dos niños, uno de ellos con cabellera oscura y el otro con cabellera castaña, ambos parecidos. También había una niña, ella era muy bonita, tenía el cabello con rizos dorados. Después un hombre entró a la habitación, este era un Alfa y la primera impresión que Alexi tuvo fue miedo e inferioridad. Sabía que debía acostumbrarse a su nueva vida, a la vida que el hombre le había obsequiado. Entender el dialecto no le fue difícil. Convivir con sus tres hermanos mayores tampoco lo fue. Su madre era muy dulce y amable, pero el obstáculo más grande que tenía era su padre, Alexi aún tenía miedo de los alfas superiores y claramente su padre era uno de ellos. Cada vez que su padre intentaba acercársele el niño huía de él. Y es que los malos recuerdos venían cada vez que su padre se encontraba cerca. Aunque el tiempo todo lo cura, el tiempo se encarga de acomodar las cosas y el tiempo te hace olvidar. Alexi creció hasta cumplir los dieciocho. El tiempo se encargó de borrar todos los malos recuerdos de su vida pasada, así que la relación con su padre se fortaleció y dejó de tenerle miedo. Su vida había cambiado y mejorado. Alexi vivía en en un mundo que le era inalcanzable en su otra vida. (...) —Alexi, hijo mío— hablo su padre, mismo que iba llegando de la cacería. —¿Estas listo?— preguntó él. Alexi se giró y lo miró —Estoy nervioso— caminó hasta donde su padre se encontraba parado y dio un abrazo, el cual fue correspondido. —Mi hijo más pequeño— el rey tomó a Alexi de los hombros y lo miró —Por don tendrás tu fiesta de presentación, al fin el mundo conocerá tu belleza— dio una sonrisa. —Lo se, pero tengo miedo de no agradarle a los demás— miró a su padre. —Eres muy amable, eres un príncipe y eres la mejor persona que existe. No hay forma de no agradarle a nadie— tomó su mejilla. —Lo dices porque eres mi padre. —Si. Puede ser— el rey cerró los ojos y asintió —Pero eres más que un simple omega, recuérdalo siempre. —Te quiero, papá— Alexi sonrió y volvió a abrazarlo. —También te quiero, hijo— el abrazo fue correspondido. —Si estás listo ahora, entonces vamos al gran salón— dijo y se soltó del omega. Alexi asintió y ambos salieron de la habitación. Después caminaron juntos hasta el gran salón en donde ya la mayoría de invitados ya se encontraban esperando al anfitrión. —Con ustedes, su alteza, el príncipe Alexi de Owen y su majestad, el rey Arthur de Owen— anunció el guardia y todos los presentes fijaron su atención en los dos hombres. Alexi sujeto con fuerza el brazo de su padre, sentía pánico al ver tantos rostros nuevos. Sentía timidez al sentir todas las miradas fijas en él. Él y su padre caminaron por el centro y luego fueron tomar sus sitios, en donde su madre y tres hermanos mayores ya se encontraban ahí. —Hermano— dijo su linda hermana —Me da gusto que al fin hallas llegado— se acercó a donde este se encontraba y le dio un abrazo. —Luces hermosa— el chico la alago. —No tanto como mi lindo hermano menor. El rey aclaró su voz y robó la atención de los presentes nuevamente —Es un honor para la familia real— comenzó a hablar —Tenerlos aquí esta noche, el reino se complace en anunciar formalmente que mi hijo Alexi ha cumplido la edad suficiente para ser presentado a la sociedad— tomó la mano de su hijo y lo hizo quedar al frente. La mayoría de alfas quedó encantado con su belleza. La música comenzó a sonar, así que un alfa de la realeza se acercó a donde Alexi se encontraba —Es un honor para mi poder admirar semejante belleza— miró a Alexi y dio una sonrisa —Soy el príncipe Matthew de Wood, un gusto conocerlo al fin, alteza— estiró su mano para poder estrecharla con la de Alexi. —Es un gusto para mi también el conocerlo— Alexi dio una sonrisa y estrecho la mano de aquel príncipe. —¿Es tan amable de bailar esta pieza conmigo? —Claro— Alexi sonrió. Ambos caminaron hasta el centro del gran salón, en el que comenzaron a bailar al ritmo de la melodía. Alexi era incapaz de mirar al imponente alfa, así que mantuvo su cabeza agachada. —Usted es realmente hermoso, alteza— el alfa miró a Alexi y no despegó su mirada de él. Alexi lo noto, así que miró al hombre con el que bailaba —No lo creo— dijo y desvió su vista a otro sitio. —En realidad jamás había conocido a alguien con un físico tan perfecto como el suyo. —Está exagerando— sonrió y girado silencio. Al término de la melodía, Alexi volvió a su lugar y sofrito de la velada, en compañía de sus tres hermanos mayores y sus padres. Ese había sido el mejor día de su vida. Cuando la fiesta de presentación terminó cada uno de los presentes volvieron a sus casas y los invitados especiales fueron a las habitaciones que se les habían asignado. Alexi caminó en compañía de su hermana y una vez llegó a su habitación, entró y fue directo a su cómoda cama. El sueño lo venció rápido, así que rápidamente se quedó dormido. A la mañana siguiente Alexi se levantó con el primer rayo de sol, se alistó y fue al comedor para disfrutar de los alimentos que habían preparado los cocineros. Cuando el omega terminó de desayunar se puso de pie, agradeció la comida y salió a la terraza para tomar aire fresco. Su padre lo llamó a su presencia, así que el príncipe acudió rápidamente —¿Sucede algo, padre?— preguntó él. —Si— el rey lo miró —finalmente he encontrado a un candidato digno de ti— sonrió feliz —te presento a tu prometido, el príncipe heredero, Matthew de Wood.
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