¿Qué podía haber de interesante en una cabaña como esa? Muchas, muchas cosas, desde que Santino le había dado la oportunidad de salir de la habitación había escudriñado cada rincón, había muchos cuadros decorativos con distintos paisajes veraniegos que llamaban mucho la atención por su color. La casa olía a madera y a resina, un olor demasiado natural y poco conocido por la chica que le llamó la atención de inmediato. Olía al bosque. Había libros, varias novelas interesantes que parecían haber sido colocadas allí más de decoración que para leerla, en la enorme sala había una pantalla de plasma que ahora parecía no ser funcional debido a la falta de internet que allí, debido a la lejanía de la ciudad, era demasiado inestable. Lo que sí había era un enorme estéreo de discos, algo muy extr

