El resto de su fuga no se presta a tratamiento místico o a interpretación simbólica. Su aventura concluye camino de Occidente a través del Canal de Suez, a la manera habitual. Al alcanzar la costa sur de Europa, el hombre se sienta a escribir su autobiografía, que se convierte en el gran éxito literario del año. A este libro le sucedieron otros con la intención declarada de elevar a la humanidad. Todas sus obras predicaban en general el culto a la mujer. Él, por su parte, lo practicaba bajo el rito de una especial devoción a las virtudes trascendentales de cierta madame de S…, una dama de ideas avanzadas que ya no era demasiado joven y que en otro tiempo fuera la intrigante esposa de un diplomático hoy muerto y olvidado. En el territorio republicano de Ginebra, halló un refugio para sus ll

