III

2697 Words

III NOS QUEDAMOS UN RATO mirándonos. —¿Sabe usted quién es? La señorita Haldin se adelantó y me hizo esta pregunta en inglés. Tomé la mano que me tendía. —Todo el mundo lo sabe. Es un revolucionario, defensor de las mujeres, un gran escritor y… ¿cómo decirlo…?, un invitado habitual en el salón revolucionario y místico de madame de S… —Ha pasado más de una hora conmigo antes de que usted llegara. Me alegré mucho de que mi madre estuviera descansando. Lleva muchas noches sin dormir y a veces se acuesta unas horas durante el día. Está agotada, pero aún así yo doy las gracias. Si no fuera por esos intervalos… Me miró, con esa formidable sagacidad que solía desconcertarme, y sacudió la cabeza. —No. No perderá el juicio. —Mi querida amiga —exclamé a modo de protesta, más impresionado si

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD