Se busca esposa

Mejor no

Marcela está convencida de que algo no va bien con el matrimonio de Maya y las pocas veces que se han encontrado en la escuela o actividades de los niños, Maya se nota asustada, va vistiendo de forma demasiado conservadora y lo más raro es que en el calor del verano lleva bufanda. Marcela es sobreviviente de los maltratos de su esposo y está segura de que mi exnovia, está siendo lastimada físicamente por su esposo.

—No te confundas, ser abusada físicamente no quiere decir que sea mala mamá porque eso no es cierto, pero, a veces mantener el límite o cuidar a otra persona resulta imposible, mi exesposo me pegó dos días antes de volarme por una ventana y sacarme a mi hijo a golpes. Emiliano puede correr, pero, es traumático.

—¿Qué tal si tira por la ventana a mi hijo? —Los dos nos miramos y ella continuó:

—Hay rumores de amigos en común y el comportamiento de esa mujer es muy raro, Emilio, dicen que hace dos semanas la encontraron llorando en el parqueo de Taekwondo y hace una semana su esposa la hizo sacada de un evento público. ¿En serio no te llegan los rumores?

No me llega nada, es que yo no sé cómo funciona el cerebro humano ni el corazón sentimental, sin embargo, cuando rompo con alguien quiere decir que estuve enamorado y mi yo amoroso termino por enterrarlas en mi memoria y los que me conocen saben que me cabreo cuando me recuerdan su existencia, lo que pasa con Maya es que es la mamá de mi hijo y amo a Emiliano más que a nada y cada segundo que pasa todo suena más horrible.

Jack, mi cuñado, llega para sorprender a Valentina y Marcela y yo decidimos utilizarlos para consultoría.

Los fines de semana con la familia no me parecen aburridos o estresantes, mi familia está loca, yo estoy loco y nos amamos así.

Lo que pasa es que fue como quitarme una venda de los ojos con respecto a mi hijo y eso siempre me roba el sueño y las ilusiones irle a dejar al colegio esta mañana fue una pesadilla.

—Buenos días, amor.

—Buenos días, tía So. Buenos días, sexy —saludé a mi tío Alejandro, el cual va muy agarrado a la cintura de su mujer.

—Buenos días—Los dos me abrazaron y yo a ellos.

—Emilio, te presento a Niza, es la mamá de Mily.

—Nos conocimos una vez creo en un dinner y otra en el apartamento.

—Sí, claro. —dijo la mujer y estrechó su mano hacia mí. Me acerqué y le abracé.

La mamá de la hija de mi primo Arturo tiene una historia triste encima, así como el hecho de haber entregado a su hija a su hermana. Creo que esa es la gente que llaman desafortunada, porque a mi prima le enviaron a un centro de rehabilitación de lujo y ella tuvo que desintoxicarse sola.

—Niza será el reemplazo de Sasha mientras está en la licencia por maternidad.

—Excelente, Niza has trabajado como asistente personal, Soy necio que te cagas, viajo mucho y muy pesado porque casi siempre regreso en menos de cuatro días, pero soy guapo y eso es lo que importa —Ella me vio sorprendida y le dio una mirada a mi tía Sofía.

—Está casi bromeando.

—Estoy hablando en serio, soy guapísimo.

—Bueno, sí, pero muchas canas—hice un sonido de indignación y mis tíos rieron.

—No son canas, Niza, es mi pigmentación natural de bebé, mi hijo tiene el pelo blanco, así nacemos—respondí y le mostré una foto de Emiliano.

—¿En serio?

—Es real. Ahora, vamos a desayunar mientras revisamos la agenda.

Me despedí de mis tíos y fui corriendo a mi oficina por unos documentos para comprobar mientras desayunábamos. Niza me intentó ayudar con los papeles, sin embargo, no se lo permití, planeo ser amable los próximos cuatro días, además es de una forma u otra familia.

Le abrí la puerta del copiloto y me dio las gracias. Conduje por la ciudad mientras le hacía algunas preguntas, por ejemplo: si conocía la ciudad, si estaba cómoda con el cambio.

—Cómoda no, pero, feliz, estoy más cerca de Mily, Olivia y Sergio que es muy divertido.

—Ese sobrino tuyo es un chiste.

—Es curioso porque Olivia nunca ha sido de gastar bromas y su papá se ve muy serio, muy... —gesticuló con las manos y asentí porque la palabra que no quería usar Niza es rígido y Sebastian es un ser humano implacable, estricto, serio, protector y por lo que he oído ha sido despiadado con Niza, en realidad, Olivia y Mily también, la quieren cerca, sin embargo, tienen miedo de decepcionarse, yo veo una mujer que es tímida, es quieta, muy analítica y que se vería guapísima en encaje, quizá algo de seda con esa piel blanca, sin embargo, ligeramente bronceada por el sol y llena de pecas, será que se acaban en algún lugar o hay en todo su cuerpo.

Es oficial, necesito sexo.

Es la ex de mi primo.

De Arturo, mi hermano.

No se puede con tanto.

Niza no es solo una mujer con una belleza exótica, es inteligente que te cagas y creo que en su vida había usado un Ipad, pero no dijo nada, y trabajó superbién con él, me acomodó la agenda por los próximos seis meses, por color de prioridad y las actividades de Emiliano en amarillo o rojo para saber cuáles eran en mi día y cuáles en el de la bruja.

—¿Te molesta si vamos al parque media hora y luego a la oficina?

—Si quieres puedo caminar a la oficina.

—No, entonces voy y te dejo.

—No, me hace bien la caminata y el aire fresco, los últimos días han sido estresantes.

—Oye Niza, tienes planes hoy en la noche.

—La verdad es que no.

—Bueno, te invito a cenar. Ahora, sube al auto, puedes caminar por el parque y Emiliano es el mejor distractor de universo.

Ella sonrió y fuimos hacia el parque al que llevamos casi todos los días a mi hijo después de la clase. El enano me vio y salió corriendo en mi dirección.

—Papá.

—Emiliano —grité con la misma alegría, Niza nos vio sorprendida por el exceso de amor y mi hijo le miró de vuelta.

—hola, yo soy Emiliano Pieth y tú —preguntó mientras le abrazaba las piernas.

—Hola, soy Niza.

—Emilio—gritó la mamá de mi hijo. —Tenemos reglas.

—Niza es mi nueva amiga, cuál, ¿cuál es tu juego favorito?

—Definitivamente, los columpios, ¿qué tan alto llegas tú? —le preguntó Niza mientras le cargaba.

—Suelta a mi hijo—exigió Maya, la mujer me vio tímidamente mientras lo hacía.

—Emiliano, juega un ratito con Niza y colúmpiate superalto mientras mamá y yo hablamos. El que llegue al cielo primero se gana un helado.

—¿De lima? —asentí y le dediqué una sonrisa.

—Ya casi voy.

Maya no estaba contenta al respecto, así que de inmediato preguntó si era mi puta del día y le rogué que bajara el tono de voz porque hay otros niños y familias que no tienen que enterarse qué estamos haciendo o no.

—Este no es el jodido acuerdo y quiero que se vayan.

—Niza es mi nueva secretaria, no te debo explicaciones.

—Se cancela el acuerdo.

—¿Perdón?

—Lo puedes ver de ahora en adelante una vez a la semana.

—Maya, cuida lo que dices y no me estés amenazando—pedí antes de dejarle sola para ver a mi hijo. Niza y él estaban columpiándose muy animadamente, pero no demasiado alto porque Niza aparentemente tiene un miedo nuevo a ir tan alto como él. Sonreímos y les dije que los dos se ganaban la paleta de lima y el sabor que se lea antojara.

Emiliano casi que entrevistó a Niza y los dos admiramos el cielo mientras lo hacía, las nubes estaban espectaculares y mi hijo está encantado con ellas, ha encontrado formas para todas.

—Niza tú tienes hijos.

—Niza es la mamá de tu prima Mily.

—¡En serio! —expresó sorprendido. —Mily es muy grande, es una casi adulta—Niza y yo reímos.

—Mily es mi bebé.

—¿La amas mucho?

—Muchísimo.

—Le diré la próxima vez que la vea.

—Bueno—Emiliano buscó la mano de Niza y la tomó, enlazó sus dedos con los de ella y les di una mirada divertida, por si fuese poco mi hijo le preguntó si quería comerse una pizza de vegetales casera con nosotros el sábado.

—Bueno, no sé si pueda el sábado.

—¿El domingo? —preguntó. —Papá, tenemos planes para el domingo.

—Creo que acabas de hacerlos—Niza sonrió.

Después de unos minutos le dejé con su madre, la cual le cargó mientras Emiliano evitaba contarle todos sus planes. Me lanzó un beso a espaldas de su madre y yo le lancé otro. Abrí de nuevo la puerta del auto para Niza y conduje a la oficina, le mostré lo que tenía que hacer cuando estábamos en la editorial y ella se desvivió trabajando.

Sofía se acercó a preguntarme qué tal le está yendo.

—Pienso que Sasha finalmente tendrá su ascenso. Niza trabaja demasiado bien y tiene demasiada iniciativa.

—Niza es muy inteligente.

—Sí.

—Y soltera. —Dijo mi tía y se quitó los lentes. —como tú.

—Arturo estaría molesto y no sé si ella esté en condiciones de sobrevivir a mi ex la sociópata que acaba de amenazarme con restringir mis visitas.

—¡Qué! Eres el mejor papá que conozco, ¿qué le pasa a esa perra? Ehh...

—No sé, pero, que no se meta con mi hijo.

Niza tocó la puerta y le dio un té a mi tía Sofía, antes de volver a agradecerle por la oportunidad laboral, los dos sonreímos y le tuve que preguntar por qué no había un café o algo rico para mí.

—Dijiste que no querías.

—Sí, pero ella parece feliz, ahora si quiero —los dos reímos.

—Emilio, prohibido molestar a Niza—Dijo Sofía. —Me voy a llevar la taza a casa, pero, eres muy dulce y si cualquier día quieres venir a cenar solo llama o llega, Alejandro trabaja mucho.

Niza se fue rellenar algunas formas para los pasaportes de algunas de nuestras modelos y la suya, me trajo los documentos acompañados de una limonada con hierba buena y un poco de vodka.

—Trabajé en un bar.

—Esto es… buenísimo. ¿Tiene jengibre?

—Es un secreto—respondió y sonrió. —Hoy he aprendido muchísimo y espero no haber metido la pata, sin embargo, ya tengo que irme.

—¿Y la cena?

—La cena —repitió mientras se ponía en pie. —Necesitas dejar de verme como si tu mayor deseo del día fuese follarme a lo bruto porque estás buenísimo. La cosa es... que... Eres mi jefe, el primo de Arturo y sobrino de Sofía, y no… no creo que sea buena idea.

Mi único defecto es que cuando me dicen no, me encanta perseguir el sí.

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