Pov Elizabeth No hay nada como despertar con la mente inundada de emociones encontradas, con el eco de una noche de pasión que se resiste a desvanecerse. Sentada en mi despacho, sosteniendo la carpeta que contiene pruebas que me hielan la sangre, me esfuerzo por mantener la compostura. Esa carpeta, que creí que demostraría la traición de Adam, revelaba otra verdad: las fotos que circularon –imágenes manipuladas para herirme– mostraban a Adam con Marina, pero en realidad, se trataba de Hannh, su prima, quien siempre había estado a su lado en la tormenta. Cada imagen era un puñal, pero lo más devastador era saber que todo había sido orquestado por James Lockwood, el traidor que aún cumple su condena. Y justo cuando mis dudas y mi furia amenazaban con desbordarse, Adam entró en la sala, co

