Hafid se dirigió a su oficina, se encontraba a solas ahora, estaba pensando en una extraña sensación que sintió al saber que Sylvia no tendría otro hijo; de alguna manera se decepcionó ¿Sería que deseaba un hijo con ella? Cuándo la vió allí sentada, un extraño sentimiento le invadió, muy dentro de él sintió algo que no sabía cómo explicar y no entendía qué estaba pasando; al principio pensó, que estaba embarazada, pero luego entendió que pensar en un hijo con ella era lo más absurdo, pero le dolió. Eso le conmovió sus entrañas, sentía compasión por ella, ternura, y un extraño cariño que jamás había experimentado por ninguna persona, quizás era lástima por saber que era huérfana, que no tenía a nadie y que tendría un hijo. No sucedió, no se embarazó como lo creían los dos, así que

