Narra Mark
Mi primero, su primero, nuestro primero Era una mañana de agosto. Me levante temprano. Me puse una camiseta y Levi's y estaba descalzo. Salí con mi perro, Audrey, un mestizo.
Su gran pasión era perseguir su pelota de tenis. Salimos a la calle donde había mucho espacio para que ella lo persiguiera. Me reiría de algunas de sus payasadas cuando lo entendiera. Hubo momentos en que rebotaba y, en el rebote, Audrey saltaba para atraparlo. Ella haría un salto de verano mientras aterrizaba.
Después de un rato, mamá salió y dijo que mi cereal y leche estaban en la mesa de la cocina y que tenía que darse prisa para llegar a su trabajo mientras caminaba hacia el centro de la ciudad. Vivíamos en una casita a las afueras de una pequeña ciudad. La mayoría de las empresas eran de propiedad
