Las perversiones de mi roomie

Aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer, era un bonito día de primavera, los árboles y las flores estaban en su esplendor, la suave brisa de primavera recorría mi cabello haciendo que brillara con la luz del sol como si fuera de oro, bueno, al fin y al cabo, herede el cabello rubio de mi mamá y los ojos azules de mi papá Ese día estaba caminando a mi nuevo departamento donde compartiría techo con mi nuevo roomie, no era lo que yo quería, pero al menos la renta seria mas barata y no me sentiría sola en un departamento tan grande. Y de pronto llegue, un enorme edificio de varios pisos en la zona de heights en Brooklyn según decía el contrato que firme el departamento esta en el tercer piso, camine por las escaleras y cuando estuve frente a la puerta toque el timbre   -          Ding…dong, Ding…dong- -          Parece que no hay nadie, lo bueno es que esta puerta se abre con contraseña… rayos…si tan solo recordara cual era… ¡ah, ya lo tengo! La contraseña era…   Una vez que entre al departamento me pareció de lo mas bonito, era un departamento de dos pisos, tenia sala muy amplia y llena de luz, unas ventanas enormes que daban vista hacia los muelles, un pequeño estudio donde podía pasar mis ratos libres o simplemente practicar mi arte a un lado de la sala de estar, unas escaleras que llevaban al segundo piso donde había un comedor y una cocina, no podía creerlo, el departamento era hermoso y para poner la cereza en el pastel una pequeña terraza ¿qué más podía pedir? Bueno, era hora de saber cual seria mi habitación, al ver que no había nadie mas en la casa empecé por revisar el cuarto de arriba, de verdad quería que ese fuera el que sería para mi   -          toc toc! - -          bien, como nadie responde entrare sin más- -          …eh?!- ¡Al abrir la puerta me lleve la sorpresa de mi vida! ¡Al fondo de la habitación frente a una computadora había un chico con los pantalones abajo y con su “cosa” en la mano! ¡Pero que carajo estaba pasando! Lo peor de todo es que no atine a hacer otra cosa mas que presentarme con el…   -          h…h…ho…la…la.. me… me… me… s… so… oy… soy Ra Ra RACH CH CH E E L Estaba tan nerviosa y fuera de mi que no sabia ni lo que estaba diciendo o como reaccionar ante aquella imagen, lo peor de todo es que parecía que a el ni siquiera le importaba o al menos así parecía ya que ni siquiera dijo palabra alguna mientas todo esto pasaba, el solo me miraba como si no tuviera idea de lo que estaba pasando Yo estaba perpleja.   -          ¡a…a…a… pa… par...tir... de hoy!   ¡De pronto ya no pude más y grité! Y de un segundo a otro se levanto de la silla desconectando los audífonos por la prisa con la que se levanto y no paraba de escucharse:   –         ¡ah… si, bebe sigue... eso me gusta ah, ah, ah, no pares que rico se siente!   El gritó: –         ¡espera! ¡Esto no es lo que parece! ¡déjame que te explique!   ¡Sentía que me iba a desmayar! ¡Él se acercó rápidamente a mi para evitar que me cayera, pero no podía dejar de verlo! Su “cosa” se balanceaba de un lado a otro como péndulo mientras balbuceaba sin parar   -          AAAAAAAAAAGH!!! ¡¡¡¡No te me acerques!!!!   -          RACHEL! ¡RACHEL! ¡ESTAS BIEN! ¡RACHEL!   Después de eso solo recuerdo escucharlo llamarme muy asustado, creo que me desmalle, solo recuerdo escuchar ese maldito video porno al fondo de la habitación.   Y así fue como comencé a vivir con el.