1. Prólogo
¡No por favor! Te lo suplico, ten piedad, por favor….
No pensé que volvería a tener pesadillas con aquel hombre, creí que lo estaba superando, pero parece mi maldita niñez aún me atormenta. Me levanto de la cama y observo que son las tres de la madrugada, debía descansar más para ir a mi turno al hospital, pero sabía que sería difícil volver a dormir. Así que me puse a ver la televisión, cuando faltaba dos horas para iniciar mi turno, me fui directo a la habitación para darme una ducha y arreglarme, compré mi desayuno en la cafetería que hay cruzando la calle de mi casa. Me monté en mi auto y me fui al hospital.
Mi nombre es Charlotte Brown, soy neurocirujana del Hospital Central Aston de Inglaterra, he vivido muchas cosas que un ser humano no debería vivir a tan corta edad, sin embargo, a pesar de todo lo que viví no he dejado de ser alegre y me volví más fuerte. Aunque la verdad hay momentos en mi vida en que fingí serlo para no volver a ser lastimada, pero eso ha cambiado, puesto a que me había prometido en que sería así de verdad y no fingiría más.
Al llegar al hospital registre mi llegada, fui a la sala de descanso y cambie mi ropa por mi uniforme y la bata, tome mis cosas y salí a ver mi primer paciente del día.
- Hola, buenos días señor… Miller, mi nombre es Charlotte Brown y seré su neurocirujana, yo seré quien cuide de usted en este proceso – dije sonriendo.
- Por favor, llámeme Samael – me respondió con una sonrisa.
- Muy bien Samael, ¿cómo se siente el día de hoy? – pregunte.
- Yo diría que bien – dijo.
- ¿Ha sentido algún dolor en el trascurso de la noche? – dije.
- No doctora Brown – dijo.
- Charlotte, puede llamarme por mi nombre – dije.
- De acuerdo – dijo riendo.
- Bueno realizaremos algunos estudios para ver qué es lo que sucede y así sabremos qué debemos hacer, ¿está bien? – dije siendo lo más profesional que soy.
- Me parece estupendo – dijo sonriendo.
- Muy bien, nos veremos luego – dije despidiéndome