Imaginando que eres túUpdated at Dec 25, 2025, 10:32
No sabía qué hacer, sentía como si me oprimieran el pecho.
- ¡No, eso no puede ser! - mi desesperación asustaba a todos a mi alrededor, pero no me importaba.
La oficina ardía en llamas, aún no podía entender cómo era posible que él fuera el único adentro.
- ¿A caso no piensan hacer nada al respecto? - grité fuertemente a los bomberos que se encontraban observando como el fuego se expandía. Mi corazón se estremecía, seguro con cada última respiración que él daba. Intenté correr, si al menos nadie hacia algo al respecto quería hacerlo yo, no me importaba morir porque de todas maneras nada importaba si él desaparecía. Me tomaron de los brazos, mis gritos se hacían cada vez más intensos y mis ojos estaban hinchados por el humo y las lágrimas. Se desvanecía la figura de aquella pequeña oficina incendiándose cuando mis padres me llevaron obligada al auto -no hay manera de salvarlo - dijo mi madre detrás de mí y ya solo había una cosa que quería en este momento, correr a sus brazos y al menos poder despedirme de él.
Era el mismo sueño de siempre, cada vez que lo tenía despertaba en la madrugada con la misma sensación de miedo y angustia, como si aquello hubiera sido real.
- Tranquila Jane, solo fue un sueño- decía mi padre agarrando mi mano.
Sin embargo ya no parecía serlo, estaba segura de que había algo más queriendo llamar mi atención y quería descubrirlo aunque me llevara la vida entera haciéndolo.
¿Qué era lo peor que podía pasar?