Ryan recibe la noticia de que su mejor amigo, Hernán Savelli, atentó contra su propia vida. Sumido en la depresión por la perdida, le sugieren que quizá todo ha sido parte de un juego retorcido planeado por la propia familia del difunto. Quizá fue un asesinato. Los Savelli son una familia poderosa que controla la ciudad donde residen. Ryan tendrá que enfrentarse a ellos para descubrir la verdad, sumergiendo en la corrupción de su hogar y la depravación de las que es capaz un ser humano.