Helena De la Vega dejó atrás su apellido, su linaje y todo lo que representaba cuando eligió el amor por encima de su familia. Pero el amor la traicionó, y la dejó con cicatrices que ni el tiempo ni la rutina han logrado borrar. A sus 44 años, vive en calma dentro del anonimato de un bufete jurídico, donde cada día es exactamente igual que el anterior… hasta que Gaspar Doménech cruza su puerta. Él tiene 30 años, una mente afilada, una elegancia heredada y una mirada limpia que desarma. Lo tiene todo… menos lo que realmente importa. Acostumbrado a obtener lo que quiere, Gaspar no está preparado para la naturalidad brutal de Helena, ni para el muro que ella levanta con cada gesto medido, con cada silencio que oculta más de lo que dice. La diferencia de edad es solo la punta del iceberg. La verdadera distancia está en lo que ambos temen. Ella, a perderse de nuevo. Él, a encontrar algo que no sabe si puede sostener. Entre cafés servidos con indiferencia y miradas que hablan demasiado, nace un vínculo que no estaba en los planes de ninguno de los dos. Pero hay encuentros que rompen agendas, y amores que no preguntan antes de llegar.

Nací maldito. Bastardo de un clan que nunca quiso mi nombre, marcado por una profecía que me condena a reinar o arrastrar a todos a la ruina.Me negaron herencia, me negaron sangre, pero no pudieron negarme el corazón.Y en mi corazón late el deseo más prohibido: ella, la prometida de mi hermano.Entre juramentos rotos, secretos de sangre y un destino imposible, descubriré que el amor puede ser la maldición más cruel… o la única forma de redención.

Lía no cree en los finales felices.No después de haber sido abandonada, traicionada y olvidada justo cuando más necesitaba que alguien se quedara.Trabaja en un bar, vive al día, y carga en la piel —literalmente— los nombres de lo que alguna vez amó y ya no floreció.Hasta que Gael aparece.Misterioso, impulsivo, con un pasado tan gris como sus ojos.Lía no lo invita a entrar en su vida.Pero él llega igual.Y cuando la besa por primera vez, no le roba la calma… le arrebata las defensas.Ella huye. Él la busca.Ella niega lo que siente. Él la persigue con una paciencia que arde.Pero Gael no quiere salvarla.Quiere quedarse.Y está dispuesto a cambiar su mundo oscuro por un lugar en la piel que ella le niega… y en el corazón que ya no se atreve a abrir.Una historia intensa, emocional, donde el amor no cura… pero elige quedarse.Porque hay heridas que no se tapan. Solo se aman.

Él dirige imperios. Ella limpia los pasillos del hospital donde su mundo se desmorona.Él manda. Ella no obedece.Cuando la vio por primera vez, supo que estaba condenada. No por él, sino por la forma en que lo miró: sin miedo, sin interés… sin permiso.Ella no tiene tiempo para juegos de poder, y mucho menos para un hombre que representa todo lo que odia.Pero los secretos no duermen. Y cuando la obsesión se convierte en amenaza, hay algo más peligroso que tocarla: querer protegerla.Porque hay un precio por tocarla.Y él está a punto de pagarlo todo.

Luna siempre fue la chica invisible del instituto: silenciosa, discreta, demasiado acostumbrada a pasar desapercibida.Hasta que una apuesta, pronunciada en el peor momento y por la persona equivocada, la coloca en el centro del huracán.Dante —arrogante, magnético, acostumbrado a que todo le pertenezca— nunca imaginó que aquella apuesta inocente desataría algo que no sabe controlar. Porque Luna no es como las demás. Y lo que él siempre creyó “suyo por derecho” está a punto de derrumbarse.Y entonces aparece Ares.El chico que no juega, no presume y no miente.El único que la ve de verdad… y el único capaz de cambiar todas las reglas que Dante impuso desde el principio.Entre miradas que arden, silencios que retumban y heridas que nadie se atreve a nombrar, la apuesta deja de ser un juego.Se convierte en una guerra emocional donde cada uno tendrá que decidir qué está dispuesto a perder… y a quién está dispuesto a amar.Porque a veces, el primer amor no llega con flores.Llega con una apuesta capaz de romperte y salvarte al mismo tiempo.