La rubia de la puerta me señaló y seguido la mujer se acercó a mí
-¿Quieres que arregle esto? - Yo solo me limité a asentir - Entonces debes decidir, mata o muere.
Tomó un arma de su cinturón lo más natural posible para ponerla en mi frente.
Mi sangre se heló ante el contacto del arma. No sé que tipo de broma pesada estaba sucediendo, pero este no era el mejor momento. Accionó el seguro del arma y volvió a repetir
-Mata o muere.
- Es mi novia - Le "corrigió" Andrés, con una gran sonrisa en sus labios
-Y su prometida? Aunque ella es mucho más bonita pero...
-Olvídalo -
Y cuando llegó donde estaba pidió el ascensor y tomó mi mano con fuerza, no me gustó lo que dijo; pero igual, seguramente después de esto en adelante él seguirá siendo mi jefe y yo su secretaría, nada más. O eso pensaba...