CAPITULO 4

2411 Palabras
Samantha La alarma sonó, como todas las mañanas, a las 7, ya que hoy tengo que ir a mi primer día de trabajo, ayer estuve hablando con Matt y me dijo que me presentara hoy en su empresa a las 8 de la mañana en punto. Así que me dirijo al baño y tomo una buena ducha. Luego de vestirme y de maquillarme, bajo a la cocina para desayunar rápidamente. Mi teléfono suena indicando que tengo un mensaje nuevo. Lo abro y es de mi amiga Lucía. "¿Almorzamos hoy? Al mediodía puedes pasar por mi." Le respondo enseguida. "Claro, paso por ti a tu trabajo. Besos ". Termino rápido mi desayuno, tomo mi bolso y las llaves del auto alquilado y salgo del apartamento. Espero que me vaya bien en la nueva empresa. (...) Llegué al trabajo a las 07:55. Genial, cinco minutos antes. Entro y me dirijo a la recepción donde se encuentra una chica de más o menos mi edad. -Hola, buenos días -me dice amable-¿En qué te puedo ayudar?. -Vengo porque el señor Collins me contrató como su nueva asistente y tengo que hablar con él-le digo y ella me sonríe. -Oh si, claro, él me lo dijo hace un rato. Lo siento, estoy un poco distraída-dice riendo-pasa a su oficina, tomas el ascensor y marcas el botón rojo, te lleva directo a su piso- me dice rápidamente y yo asiento un poco confundida.-Por cierto, me llamo Anne. -Un placer Anne, yo me llamo Samantha-le respondo-adiós, nos vemos luego- ella me hace un ademán con la mano y yo me dirijo al ascensor, tal y como ella me lo explicó. Cuando llego al piso hay un montón de puertas y personas. Creo que a Anne se le olvidó decirme cual era la puerta de su oficina. Me acerco a una chica que se encontraba allí y le toco el hombro. Ella se voltea de golpe. -Hola, disculpa. ¿Podrías decirme cual es la oficina del señor Collins?-ella asiente entusiasmada. -Si, es esa de ahí-dice señalando una puerta casi al fondo-¿vas a trabajar aquí? -dice un poco curiosa mientras me observa fijamente. -Ee..si-le digo un poco incómoda por su atenta mirada. -¡Eso es genial!.-dice tomando mis hombros-seremos buenas amigas, me llamo Hannah, ¿ya conociste a Anne?- yo asiento- ella es mi amiga, y ahora tu también lo eres-dice chillando. Estas chicas son un poco energéticas, yo por las mañanas no tengo tanta energía como ellas. Son un poco...extrañas. -Bien, será mejor que vayas a su oficina, no quiero que llegues tarde por mi culpa. Nos vemos en el almuerzo-habla rápidamente y se va. A paso rápido me dirijo a la oficina de Matt y golpeo la puerta cuando llego. Se escucha un Adelante, así que entro. -Samantha, que bueno verte-dice sonriendo mientras se pone de pie. -Hola Matt, lo mismo digo-el me da un beso en la mejilla y me hace un ademán para que tome asiento. -¿Qué te parece la empresa?-pregunta tomando asiento en su silla nuevamente. -Es muy bonita, y algunos de los empleados son...un poco extraños pero muy buena onda-le digo sonriendo. -Me puedo imaginar de quienes hablas, Anne y Hannah, son dos chicas con demasiada energía, pero son muy buenas, se que te llevarás bien con ellas- dice riendo-¿Lista para tu primer día?- yo asiento. -Bien, ven conmigo, te llevaré a tu escritorio-nos ponemos de pie y salimos de su oficina-es aquí- me señala un gran escritorio que se encuentra fuera de su oficina, tiene su silla, una computadora, impresora, es genial y muy espacioso- como puedes ver, está frente a mi oficina-asiento-creo que ya sabes como funcionan las cosas así que no será necesario que te explique nada. Estaré en mi oficina por si necesitas algo-me regala una sonrisa y entra de nuevo en la oficina. Yo tomo asiento y ordeno un poco las cosas que están sobre el escritorio, las carpetas que hay, y muchos papeles más. El teléfono suena y lo atiendo. -Collin's INC, ¿en que lo puedo ayudar?- pregunto amable. -Buenos días señorita Miller-puedo reconocer a la perfección esa voz. Es Christian Smiths, mi ex jefe. -¿En qué lo puedo ayudar, señor?-vuelvo a preguntar. -Necesito hablar con su jefe, ahora- ordena y yo niego. -Espere un momento-dejo el teléfono en espera y me dirijo a la oficina de mi jefe. Golpeo y escucho su voz del otro lado, así que entro. -Con permiso, el señor Christian Smiths quiere hablar con usted, está en la línea dos- él asiente un poco confundido y yo cierro la puerta. Vuelvo a mi escritorio y corto la llamada. A lo lejos veo que se acerca Hannah a mi escritorio con un montón de carpetas en sus manos. La pobre parece no poder con todo eso. -Hola querida nueva amiga. ¿Podrías ayudarme a ordenar éstos papeles?- los deja a todos en mi escritorio y yo hago una mueca- hay que ordenarlos por orden alfabético y por fechas, ayúdame, por favor- dice rendida mientras trae una silla y se sienta frente a mí. -De acuerdo, te ayudo- le sonrío y comenzamos a ordenar las carpetas. (...) Por suerte ya era mediodía, estoy que me muero de hambre. El señor Collins se había ido temprano porque tenía cosas que hacer así que me encuentro ordenando un poco las cosas antes de ir a almorzar. Tomo mi cartera y camino hacia el ascensor, y cuando las están a punto de cerrarse, entra Hannah. -Hola de nuevo-saluda-¿quieres almorzar conmigo?- yo asiento. -Si, tengo que pasar por el trabajo de mi amiga, ella también irá, no te molesta ¿cierto?- ella niega. -Claro que no, estaré encantada de conocer a tu amiga- llegamos a la planta baja y Anne corre hacia nosotras. -Hola-saluda-¿van a almorzar? -ambas asentimos-¿puedo ir con ustedes?-pregunta. -Claro, pasamos por mi amiga y vamos- ambas me toman del brazo, una de cada lado y caminamos hacia mi auto. Conduzco hasta la empresa donde se encuentra mi amiga y estaciono el auto mientras esperamos. -¿Trabaja aquí?-yo asiento-Vaya, su jefe es todo un Adonis, siempre fue mi crush- dice Anne y Hannah comienza a reír- dicen que besa genial-continúa y yo la observo. Hannah vuelve a reír con más fuerza y la observa con diversión. -Espera..-dice Anne mientras me observa por unos largos segundos- ¡Tu eres Samantha Miller!. En las noticias dijeron que tú eras su novia- abre sus ojos como platos-¡lo siento, no sabía nada, no me había dado cuenta!. No quise decir todas esas cosas, con todo respeto, él es muy guapo pero no te lo quitaré- habla rápidamente y yo niego. -Todo eso fue un rumor, nada de lo que dijeron es cierto, así que tranquila-ella suspira aliviada. -También dijeron que te habías acostado con él, ¿es bueno en la cama?-me habla Hannah. -Oh, no. No es cierto- digo avergonzada-no pasó nada entre él y yo, no me acosté con él ni nada- les digo y ellas se ríen. -Lo siento, ya sabes como son las personas, inventan cosas- dice Anne y a lo lejos veo venir a mi amiga así que bajo del auto. -¡Amiga!- dice contenta mientras me abraza. -Hola, ¿como estás?- le digo-traje a dos compañeras del trabajo, espero que no te moleste-ella se sube al auto. -Para nada-dice- Hola chicas, me llamo Lucía- se presenta. -Hola, yo me llamo Hannah-la saluda con un abrazo. -Y yo Anne, es un placer conocerte-la abraza también. -Bueno, vanos a comer antes de que se nos acabe la hora- hablo yo y comienzo a conducir hacia un restaurante. (...) En todo el camino, las chicas no dejaron de hablar, Lucía se integró rápidamente y se hizo amiga de ellas con facilidad. -Bueno señoritas, llegamos- les informo y bajamos del auto. Entramos al restaurante y tomamos asiento en una de las mesas. -Buenos días señoritas- nos atiende un guapo joven- ¿qué desean ordenar?- las chicas se lo comían con la mirada. -¿Tú no estás en el menú?-le habla Hannah y todas reímos, incluído el mesero. -No, lo siento- le contesta él. -Qué lástima-ella hace un puchero-bueno, entonces quiero..una hamburguesa con papas- él asiente y escribe en su libreta. -Yo quiero lo mismo- le digo. -Yo una ensalada-dice Anne. -¿Qué? Nena, la ensalada no es comida- le informa Hannah- mejor come una rica pasta. -Está bien, quiero pasta- rueda los ojos. -Y yo quiero una rica langosta, con verduras- le dice mi amiga Lucía y automáticamente a mi mente viene la imagen de Christian. Sacudo la cabeza para borrar su imagen. -Bien, en seguida regreso-el mesero se va y Hannah suspira. -¡Pero que guapo está el mesero por dios!- dice y yo niego-de aquí no me voy sin su número. Es la primera vez que veo un mesero tan sexy, y ¿ya vieron su trasero? Por dios, es toda una obra de arte-dice pícara. -Por favor Hannah-la regaña Anne-deja de decir esas cosas, eres una pervertida- todas reímos. -Hay que disfrutar la vida, los ojos están para mirar, cada vez que cruza un sexy hombre por mi lado, yo lo observo de pies a cabeza, le miro todo- dice haciendo énfasis en la última palabra. -Eres todo un caso- le digo yo. -¿A caso tú nunca miraste a tu sexy ex jefe? ¿Nunca le viste su trasero? ¿Nunca pensaste en lo sexy y ardiente que es?-dice elevando sus cejas. Maldita sea, ni siquiera se que responder. -Contesta-me dice Lucía. -Vamos, conteste señorita Miller-oigo una voz masculina detrás de mí. Su voz. Es Christian. Ahora si que estoy perdida. Estoy sin palabras, no se que hacer o decir en éste momento. Tengo a las chicas esperando impaciente mi respuesta y también a Christian mirándome fijamente, disfrutando del momento tan vergonzoso por el que estoy pasando. —No voy a responder eso — les digo a las chicas. —¿Por qué no? Yo quiero saber que es lo que piensa mi ex asistente de mí —habla Christian. —¿Quiere saber que es lo que pienso de usted, señor?— le digo elevando una ceja. —Si, me encantaría saberlo, señorita — dice sonriendo. —Bien, pues yo pienso que usted es un idiota, en todo el sentido de la palabra. Pienso y creo también que es un total mujeriego, que anda con la mayoría de las chicas y que no es capaz de mantener a una sola a su lado —él me observa serio— pienso también que no tiene los pantalones bien puestos porque dejó que un estúpido rumor se extendiera y llegara a oídos de todos, incluso hasta a la televisión. Me prometió que iba a hacer todo lo posible para desmentir eso y no lo hizo, lo que me lleva a pensar que no es un hombre de palabra. Tiene una actitud seria y fría, cree que de esa manera todos podrán respetarlo y obedecer lo, pero no es así. Cree que tiene el control de todo y de todos y tampoco es así, porque ni siquiera tiene el control de su propia vida— termino y él tiene la mandíbula tensa, su expresión transmite enojo y mas enojo. Se que no le gustó nada lo que le dije pero él quiso que yo le dijera lo que pienso de él y se lo dije. Observo a mis amigas, quienes están totalmente sorprendidas, no articulan ni una sola palabra. —¡¿Cómo se atreve a hablarme así?!— suelta Christian enojado. —¡Usted quería que le dijera lo que pensaba de usted! Y así lo hice, así que ahora me venga con tonterías y tampoco me hable de esa manera porque no tiene derecho ninguno a hacerlo— le digo mientras lo señalo. Él me observa por unos segundos y tenía un poco de miedo por lo que podía llegar a suceder a continuación. Él estaba realmente enojado. —Pídeme disculpas— dice mientras me toma del brazo—¡Ahora!— dice apretando su agarre. —Suéltame— le exijo— no voy a pedirte disculpas porque no dije nada malo— su agarre se hacía mas firme. —No voy a permitir que me hables de esa manera, ¿entiendes? No sabes con quien te metes—sacude mi brazo; yo de un tirón me zafo de su agarre y le doy una fuerte cachetada. —¡Espero que sea la última vez que haces algo como eso!, ¿te queda claro? Yo no te tengo miedo, así que a tus amenazas puedes meterlas donde te entren. — le escupo con odio me la hago señas a mis amigas para que nos vayamos. ¡Maldito estúpido! ¿Quién se cree que es? Mal nacido. Entro directo al auto y mis amigas copian mi acción. —Woow..—dice Hannah— eso fue.. —…Intenso—termina Lucía. —¡Maldito estúpido! — golpeo el volante— lo odio, me las va a pagar, a mi nadie me habla de esa manera, ¿quién se cree que es?—digo negando mientras enciendo el auto y me dirijo hacia la empresa para dejar a Lucía. (...) Luego de haber dejado a Lucía en su trabajo, me fui hacia mi trabajo junto con Anne y Hannah. Bajamos y cada una se fue a su puesto. —¿Estás bien?—oigo la voz de Anne. —Si, todo está bien— le digo suspirando. —Fue muy extraña la forma en la que él te trató, estuvo muy mal de su parte reaccionar de esa manera. Está bien si se hubiera enojado un poco, pero tampoco era para tanto — me dice. —Si, es un idiota, pero bueno. Eso ya pasó y yo prefiero no hablar más de él — ella asiente rápidamente. —Si, tienes razón, perdón. Adiós — sonríe y se va. Yo tomo asiento en mi silla y suspiro pesadamente. No tendría que haber abierto la boca, pero es que no me pude controlar, tenía que decirle todo lo que pensaba sobre él. Se lo merecía. Soy una idiota, ahora todo está peor. Me metí donde no debía. Decido concentrarme en mi trabajo y dejar de pensar en lo que sucedió con él. (...) Ya eran las 19:40, en veinte minutos terminaba mi trabajo por hoy. La puerta de la oficina se abre y entra Hannah con un gran ramo de rosas blancas en sus manos. Yo frunzo el ceño. —¿Y eso?— señalo las flores. —Son para ti— dice emocionada y las deja sobre el escritorio — toma, traía ésta tarjeta— me entrega un pequeño sobre blanco. Yo lo abro y leo en voz alta lo que dice. "Se que un ramo de rosas no son suficiente para remediar mi error, solo quiero que sepas que no fue mi intención tratarte así" C.S. —¡Qué bonito de su parte!—chilla mi amiga de la emoción. —¿Te parece bonito que me traiga un ridículo ramo de rosas para disculparse en vez de venir el mismo a hacerlo? No tiene las suficientes bolas para hacerlo. Esto es una idiotez, no lo quiero aquí, puedes tirarlo, regalarlo y quedarte lo. No me importa — le digo rompiendo la tonta tarjeta. —Está bien, me lo llevo. No puedes ser tan mala con él, Samantha. —toma el ramo y sale de la oficina. Que manera mas estúpida de pedir perdón. Que espere sentado, porque no pienso perdonarlo. Ni él mismo se cree que está realmente arrepentido. Trabajé el tiempo suficiente en su empresa como para saber como es, él jamás se arrepiente de lo que dice o hace. Cree que se lleva el mundo por delante, es un completo estúpido. Y si cree que con ese tonto ramo me convence, está muy equivocado. Un ramo de rosas, no es suficiente.
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