Capítulo 4

1068 Palabras
Pude notar como todos los demás me miraron con atención. - Es cierto - dijo Robert con asombro. No se me ocurrió otra cosa más que fingir una risa. - Que ocurrencias tienen, imagínense si una princesa podría estar aquí - negué con mi cabeza divertida. - Exacto - rió Sophie - la princesa debe estar leyendo algún libro de política en estos momentos. - Tu la conoces - dijo Tiara - su madre trabaja para la realeza ¿lo sabias? - me miró con una sonrisa. - Si lo sabía pero Sophie no habla mucho sobre el asunto - me encogi de hombros. - En fin. Dejemos ese tema de la realeza, la princesa y todas esas cuestiones ¿que haremos ahora? - Matt interrumpió la charla y se lo agradecí internamente. - ¿Por qué no vamos a los bolos? - sugirió Peter - aún Nathan me debe una competencia. - Si tu quieres pasar vergüenza delante de nuestra nueva amiga, por mi no hay problema - dijo con aire de superioridad. Tenia que admitir lo mal que me caían esta clase de personas. - Esta bien, me tengo confianza - sonrió. Una vez que pagamos las cuentas, todos nos dirigimos hacia el bowling que se encontraba en la zona. No podía parar de mirar este sitio encantada. Luego de recibir nuestras zapatillas, nos separamos en dos grupos. Para mí mala suerte, Matt estaba en el equipo contrario. - ¿Sabes jugar? - Dijo Nathan antes de entregarme la bola ya que se acercaba mi tiro. - Sinceramente no - mordi mi labio sintiendo pena. - No te preocupes, ven te enseñaré. Chicos, ella no sabe jugar así que lo hará conmigo - avisó. - Eso no es justo - reprochó Robert. Ante la atenta mirada de todos. Nathan se colocó detrás mi y me iba guiando. Una vez que creí sentirme lista, tiré la bola y claramente no tiré ningún bolo. - Lo siento - dije mirando a los chicos de mi equipo. - No hay problema, ya aprenderás - me guiñó el ojo. - Chicos ahora regreso, voy al baño - Dijo Sophie. Ella realmente lucia extraña. La conocía. - ¿Que tal si hacemos una pausa? - sugerí- necesito ir al baño también. Todos estuvieron de acuerdo, así que rápidamente fui hacia la dirección donde había ido mi amiga. Ella se encontraba mirándose al espejo mientras intentaba controlarse así misma. - ¿Que esta mal So? - me acerqué a ella, no tardé en darme cuenta que sus ojos estaban llorosos. - Es que no logro entenderlo, primero estaba ligando conmigo y ahora no deja de ligar contigo - me miró - no me sorprende, eres preciosa. Yo solo soy... - Preciosa, increíble. El mejor ser humano que alguien pueda conocer - dije interrumpiendola. - Lo dices porque eres mi mejor amiga - rodó los ojos tratando de ocultar su sonrisa. - Y porque esa es la verdad - tomé sus manos - si de algo te sirve, ese chico no es de mi tipo y jamás podría estar con la persona que le guste a mi amiga. Sinceramente, entre nos - arrugue mi nariz - ese chico me resulta un bobo. Ella comenzó a reír y nego con su cabeza. - Tal vez un poco, pero bien sabes que el corazón es el que manda - se encogió de hombros. - Lo se - mordi mi labio. - ¿Que dices si vamos con los demás? a terminar esa competencia. - Esta bien, vamos. Ambas entrelazamos nuestros brazos y caminamos hacia donde estaban los chicos. - Se tardaron demasiado, si no supiera que son primas diría que andaban haciendo cosas indebidas - dijo Peter haciendo que los demás rieran. - Que mente tan retorcida tienes - Sophie rodó los ojos. - Hey, algunos países aprueban el incesto - se encogió de hombros. - Ya callate - dijo Tiara - ¿Que hacemos? ¿volvemos al juego o ya ganamos? - No tan de prisa - Matt cogio una bola - aprendan del mejor - dijo antes de tirar el bolo haciendo un perfecto tiro. Todos aplaudieron y lo felicitaron. Yo no pude evitar sonreirle. - Si gustas podría enseñarte - dijo acercándose a mi - créeme que soy mejor maestro que Nathan. - Me encantaría - dije sintiendo mis mejillas arder. - Ven - el estiró su mano hacia mi y no dude en tomarla. Alejándonos de los demás, quienes decidieron sentarse a seguir bebiendo cerveza, volvimos a la pista. - Esta no es tan pesada - dijo entregándome una bola - Lo siguiente que vas a hacer es colocar tus dedos de esta manera, haz esto para ganar más impulso, te inclinas y lanzas. Una vez que traté de imitar sus instrucciones, la bola se corrió al costado y lo miré apenada. - No puedo con esto - dije frustrada. - No te rindas tan rápido - el volvió a tomar una bola - déjame ayudarte con la posición. - Esta bien - asentí. - Permiteme - dijo colocándose detrás de mi. No pude evitar sentir su perfume y tenía que admitir que me encantaba - Ahora inclínate un poco más. Hice lo que me pidió sintiendo un terrible hormigueo en el estómago. - Bien. Esa es la posición adecuada previa de lanzar. Pero recuerda hacer esto antes. Una vez más, hice lo que me había enseñado y por suerte había derribado 3 bolos. - Eso es, vas avanzando - ambos chocamos las palmas. - Gracias al mejor maestro - sonreí encantada. - Te lo dije, soy mejor maestro que Nathan - se encogió de hombros riendo con diversión. - Bien primita, se nos está haciendo tarde - Sophie llego hacia nosotros - lamento interrumpir su sección de bolos. - ¿Por qué tan temprano? - Dijo Matt - la estábamos pasando increíble. - Lo siento amigo, pero le prometí a mi tía que llegaríamos temprano. Soy de palabra - Sophie tomo mi mano. - Supongo que nos veremos pronto ¿verdad? porque me encantaría seguir conociéndote. - Claro que si - asentí. Pronto el se acercó y beso mi mejilla. En ese momento me sentí desfallecer. Luego los demás se acercaron a despedirse y también me hicieron prometerle que me verían seguido. De regreso a casa de Sophie, no pude evitar sentirme feliz. Pero era momento de enfrentarme a realidad.
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