El escolta se había dado cuenta del altercado entre Gina y Sherezade, también de la intervención de Ángelo y su acción protectora con la artista, así que cuando se retiraron del local le refirió todo a Adam quien pensaba que la actitud de Ángelo era casi paternal con esa chica y también le hizo decidir que no aceptaría más a Gina en el reservado por haber molestado a Sherezade.
Adam debía hacer un viaje y no estaría el siguiente jueves para ver la presentación de Sherezade, por lo que dejó encargado un estuche con un hermoso collar y una tarjeta que decía: “Lamento que Gina te molestara”.
***
Blanca había tenido una semana muy ocupada con las asignaciones de la Escuela ya que era el último año, llegaba apurada al restaurante y luego se incorporaba a los ensayos, afortunadamente como disfrutaba tanto cantar y bailar se acoplaba enseguida al grupo de baile. El jueves estaba en su camerino preparándose cuando entró Roger con un estuche, ella lo abrió y exclamó:
–Roger mira, esto debe ser muy valioso ¿verdad?
–Ciertamente mi niña, tienes en tus manos unos cuantos miles de dólares.
Blanca leyó la tarjeta y se la pasó a Roger, quien preguntó:
–¿Cómo supo que Gina te molestó?
–Bueno es posible que sus gritos se oyeran en todo el club.
–También es cierto, no la entiendo, ella tiene su espacio siempre lo ha tenido, ustedes tienen actos muy diferentes, Ángelo no te dejaría hacer lo que ella hace y ella no puede hacer lo que tú haces, es cuestión de ubicarse –expuso Roger.
–¿Qué hago con esto? Si lo acepto es como si cediera a su capricho.
–Si no lo aceptas, yo lo quiero.
–No seas loco Roger, se lo devolveré, esto es lo mismo de siempre, un collar costoso para comprarme, pues no amigo, otro intento errado –exclamó como si lo tuviera enfrente de ella. Pasando a nuestros asuntos, estoy preparando una actuación muy especial y voy a necesitar cuatro cantantes más.
–Tenemos cuatro si contamos a Gina, que irónico –exclamó Roger.
–Por mí no hay problema, a ver si se convence de una vez por todas de que no tengo nada que ver con ella ni con su “cliente misterioso”.
Sherezade salió al escenario y el reservado estaba ocupado por otras personas, muy a su pesar se extrañó, ¿será posible acostumbrarse a alguien como él?
Adam llegó casi al final del acto, el reservado estaba ocupado entonces se acomodó en la barra, la observaba atentamente y notó como miró al reservado, sonrió e internamente se sintió muy satisfecho de comprobar que Sherezade notaba su presencia o su ausencia en este caso. Pidió una soda y la envió a su camerino.
Ella estaba a punto de cambiarse cuando tocaron a su puerta y una mesera entró con la soda, se estremeció y le molestó hacerlo. No debería emocionarse ni para bien ni para mal, “ese hombre es un imbécil que cree que puede darte unos billetes y tenerte” –se dijo y seguidamente le preguntó a la chica por el hombre que se la había enviado.
–Está en la barra.
–¿Puedes decirle que me espere un momento?, por favor.
–Seguro, por cierto, excelente actuación.
–Gracias, eres muy amable –le dijo sonriendo.
Se puso la bata de siempre sobre el traje, verificó en el espejo que su máscara y su peluca estuvieran bien colocadas y salió al encuentro del cliente con el estuche en la mano. Al acercarse a él su corazón se aceleró, era muy alto y esbelto, a través de su traje se notaban sus músculos y eso le gustó mucho, parpadeo 3 veces antes de estar a su lado para despejar su mente.
–Buenas noches –saludó mientras se sentaba en una silla cercana.
–Buenas noches Sherezade, ¿por qué no estas usando el collar?
–Vine a devolvérselo, no puedo aceptar algo así.
–¿Me crees si te digo que te lo obsequié sin ninguna otra intención de trasfondo?, solo lo vi y me pareció que luciría bien en ti.
–¿Seguro? Creo que en algún momento querrá cobrármelo.
–Esa es la impresión que te he dado ¿no?, si doy algo lo cobro.
–Sí, más o menos.
–Puedo jurarte que el collar es tuyo y además te prometo que no me debes absolutamente nada por el.
–Quiero ver sus ojos.
–Yo quiero ver tu rostro.
–Yo no estoy jurando ni haciéndole ninguna promesa, en cambio usted está prometiéndome algo y no puedo saber si es sincero si no veo sus ojos.
Él se quitó las gafas oscuras y Sherezade quedó prendada de esa mirada, “menos mal que estoy sentada” –fue lo único que pensó ante esos ojos “¿burlones?” Y acercándose a ella le susurró al oído:
–El collar es tuyo y no me debes absolutamente nada por el.
–Gracias entonces –tratando de disimular el frío que recorrió su espalda.
–¿Aún dudas?
–Espero no arrepentirme de recibirle este regalo, sin razón alguna.
–Si hay una razón, supe que Gina se enfadó contigo por mí y te retó, además yo tuve que viajar y pensé que no podría venir hoy, así que era una forma de excusarme por mi ausencia, aunque me perdí tu actuación pude verte y eso es bastante.
–Las chicas dicen que usted no habla, pero desde que lo conocí no ha parado de hacerlo.
Él rio con ganas por lo que ella acababa de decirle, pero le aclaró:
–Con ellas no tengo nada que decir.
–Debo irme.
–¿Puedo llevarte a tu casa?
–No señor, uno de los guardias me lleva.
–Ángelo de verdad te protege. ¿Y si te sigo? De todas formas sabes que tengo los medios para averiguar dónde vives.
–En alguna parte de usted debe haber un caballero que ama y respeta a las mujeres de su familia, no creo que aceptaría de buen grado que algún individuo se comportara así con alguna de ellas, ¿me equivoco?
–No, no te equivocas.
–Considéreme hoy como a una de ellas entonces, buenas noches –se levantó de la silla y se alejó.
Esa mujer le estaba carcomiendo las entrañas, ya no era el simple deseo de poseerla, estaba sintiendo algo más y no quería eso.
***
Antes de salir le llevó el collar a Ángelo para que lo guardara en su caja fuerte, él tomó el estuche y le dijo:
–¿Por qué lo aceptaste?
–Porque me prometió que no le debería nada por eso.
–¿Y le creíste?
–Por esta vez, sí.
–Bueno lo guardo y si en algún momento pide algo a cambio, yo mismo hago que se lo trague.
–Espero que no sea necesario porque sé que lo harías. Me voy Ángelo, hasta mañana, te quiero.
–Yo más a ti mi niña.
Cuando Blanca llegó a su casa, aún tenía en la mente la mirada del cliente, ¡qué barbaridad!, si no hubiera estado sentada se hubiera caído porque sintió debilidad en las rodillas. Eso no era normal, ¿cómo iba a sentirse atraída por el hombre que no pierde oportunidad en preguntarle cuánto dinero pide por estar con él? Aunque esta, tal vez era la única ocasión que habían hablado sin que hiciera una de sus acostumbradas proposiciones indecentes.
Tenía dos capítulos que leer para la clase y se dispuso a ello, pero no lograba concentrarse. “Blanca por favor, enfócate” –se ordenó a sí misma.
***
Debía avisarle a la maestra Mary que ya estaba por culminar, ya que le gustaría mucho que ella estuviera en el acto de entrega de Certificados, porque cada vez que ocurría algo destacado en su vida debía participárselo a ella, lo sentía como necesario.
Sus recuerdos volaron hacia su querida maestra…
***
A las pocas semanas terminó su curso en la Escuela Comunitaria y se preparaba para recibir su certificado, Roger y la maestra la acompañaron ese día, estaba muy emocionada porque ese documento significaba que había logrado su propósito de convertirse en Asistente Ejecutiva y podría buscar trabajo en una empresa muy seria, donde podía aplicar lo aprendido y ganar más dinero para pagarle a Ángelo, estaba segura de que conseguiría trabajo, pero le pediría ayuda a su querida maestra para que la orientara bien y no equivocarse.
Llegó al club con su certificado y Ángelo abrió una botella de champaña para brindar con ella y con Roger. Esos dos estaban muy orgullosos y se les notaba.
Blanca dijo que para celebrar su graduación harían ese fin de semana el espectáculo de Moulin Rouge que tanto había preparado y ensayado, finalmente Gina no quiso participar y una de las chicas se propuso practicar y ensayar tanto, que logró el nivel que Roger quería.
***
La rutina de la soda en el reservado continuaba, aunque no todos sus encuentros terminaron bien porque el cliente no podía evitar alternar su aparente amabilidad con sus odiosas propuestas, haciendo que Sherezade se retirara molesta en más de una oportunidad. La última vez él le preguntó enfadado:
–¿Qué quieres de mí?
–Algo que evidentemente no puede dar.
–¿Qué es eso?
–Amor, romance, compromiso. Yo aspiro casarme algún día, tener hijos y una casa con una cerca blanca a su alrededor.
–Te doy la casa, pero yo no puedo amar.
–No quiere amar, querrá decir. De igual forma no importa, para querer su amor, tendría que amarlo yo también y no es así. Así que esta discusión es inútil.
***
Toda la semana Blanca se mantuvo compartiendo su tiempo entre la cocina de Luis y los ensayos para el Moulin Rouge porque las canciones debían estar muy bien coordinadas, todos vieron varias veces la escena correspondiente en la película Burlesque y Roger agregó algunos detalles que Blanca aceptó emocionada.
No hubo presentación de Sherezade el jueves porque Ángelo anunció un espectáculo especial para el sábado y cobró entradas, Adam Kaneko llegó ese día y al enterarse de que no habría presentación de su chica, quiso saber si aun así ella estaba en el club.
Una de las meseras le dijo a Blanca:
El cliente está en el reservado y preguntó si estabas en el club.
–¿Yo? –se alarmó Blanca.
–Bueno no tú, preguntó por Sherezade.
–Ah, está bien, solo dile que no estoy y muchas gracias.
–No hay problema.
Blanca se encerró en la cocina, hasta que le preguntó a Roger si el cliente se había retirado y él le confirmó que sí.
Adam se retiró frustrado por no poder ver a Sherezade, se molestaba con él mismo por no darse por vencido y pasar a otra chica más accesible, pero se había convertido en un reto personal, además le gustaba hablar con ella a pesar de sus constantes peleas, salvo la última vez que lo dejó inquieto porque estuvo dispuesto a darle la casa que quería si hubiera aceptado, nunca había ofrecido tanto a una mujer por absolutamente nada.
***
Por otro lado, la estrategia de Ángelo resultó y agotó las entradas en muy poco tiempo, estaba eufórico, ese acto tendría una hora y media de duración.
El sábado el público comenzó a llegar muy temprano, Roger presentó varias actuaciones del grupo antes del gran momento. A las 11:00 pm bajaron las luces y un presentador muy gracioso dio inicio al estreno de esa noche.
Fue increíble, excelentes actuaciones, todas cantaron maravillosamente y Roger abrazaba emocionado a cada una de las chicas, Sherezade y él lloraron abrumados.
Ángelo no pudo contener las lágrimas tampoco, abrazaba a Blanca felicitándola una y otra vez, además le agradecía porque su club estaba abarrotado de gente.
En su camerino tenía un enorme ramo de flores y una tarjeta que decía: “Te extraño”. Ella no había vuelto al reservado desde que le reveló lo que quiere de un hombre.
Una de las meseras le dijo que había llevado una soda para ella al reservado y le mandó a decir al “cliente misterioso” que estaba muy cansada y se retiraría de inmediato a su casa.
Ese día realmente estaba agotada, antes de la presentación estuvo muy tensa, rogando porque todo saliera bien y ahora que había terminado, solo quería acostarse a dormir. Se cambió y salió por la puerta que usaba Ángelo algunas veces, se subió al auto del guardia y casi se duerme en el. Por esa noche no volvió a pensar en el “cliente misterioso”.
Cuando Adam recibió el mensaje, salió rápidamente del reservado hacia los camerinos, pero le informaron que Sherezade se había retirado casi enseguida de bajar del escenario, “¿qué me estás haciendo Sherezade?” –pensó mientras salía del club.
***
Al siguiente día Blanca visitó a la maestra Mary y esta la esperaba con un hermoso traje de dos piezas con falda recta y chaqueta corta que sería ideal para asistir a sus entrevistas de trabajo, la maestra había comenzado a prepararle la hoja de vida, solo debía anexar su certificado y le recomendó que agregara tres comentarios sobre ella en cada uno de los otros idiomas que dominaba. Ya le tenía algunos avisos seleccionados y se dispuso a mostrárselos, había uno en particular que era demandante porque requería asistencia continua y ofrecían una alta suma mensual, quería ir a ese aunque exigía certificados en idiomas y no los tenía, así que correría el riesgo enviando su solicitud.
En el último año había dejado crecer su cabello y usaba flequillo, la mañana de su entrevista recogió su cabello en un sencillo moño bajo y usó el traje que le dio la maestra con una blusa de estampado floral en suaves colores y zapatos de tacón bajo que había comprado para su graduación por insistencia de Roger, luego de convencer a Ángelo de que le diera el dinero sin que lo sumara a la deuda.
Llegó con varios minutos de sobra y la hicieron esperar con otras siete chicas, tuvo temor porque se veían mayores y más elegantes, entonces fue ajustando su modo de sentarse y su actitud, mientras las observaba, era la cuarta por pasar, cuando le tocó el turno de entrar a la oficina se imaginó que iba al escenario del club.
La recibió un hombre que tenía su hoja de vida y comenzó a hablarle en inglés, ella entendió y respondió perfectamente, después cambio a francés y fue igual, revisó su certificado que la acreditaba como Asistente Ejecutiva y le pidió que esperara en una sala anexa donde ya estaba una de las chicas que pasó antes que ella. Transcurrió una hora y media antes de que entrara otra chica, esta era la penúltima de las que esperaron con ella. Otra media hora de espera y llamaron a la joven que estaba de primera, después fue el turno de la otra aspirante, quiso aclarar que le correspondía a ella, pero lo dejó pasar a ver qué sucedía.
***
Adentro el Director Ejecutivo preguntó:
–¿Cómo va la búsqueda de mi asistente?
–Preseleccionamos 3 de 8 que asistieron y ahora solo queda una, se graduó en la Escuela Comunitaria y no tiene certificados de idiomas, dice que los aprendió por sí sola, le hablé en inglés y francés, en ambos entendió y respondió perfectamente.
–De acuerdo a esta hoja, es joven, recién graduada, aparentemente sin recursos económicos y te conmovió mucho ¿me equivoco?
–No, bueno sí es muy joven, pero si fue capaz de aprender 3 idiomas ella sola debe ser muy decidida e inteligente.
–¿Cuál es el 3er idioma que habla?
–Italiano
–Oh, si hubieras dicho japonés, estaba contratada.
–¿Hablamos con ella?
–Quieres que la entreviste para no tener que repetir el proceso mañana?
–No, quiero que la entreviste porque me parece la indicada.
–De acuerdo, vamos a hablar con ella –respondió Adam Kaneko.
Al fin llamaron a Blanca, estaba aburrida, hambrienta y preocupada porque se le estaba haciendo tarde para ir al restaurante, aunque Ángelo le había advertido el día anterior cuando le dijo:
–Ángelo, mañana tengo una entrevista de trabajo.
–¿Es un buen sitio?
–Sí y pagarán muy bien.
–Que tengas mucha suerte entonces, responde con calma, no menciones que has trabajado aquí, solo eres una chica joven, recién graduada, sin dinero que quiere superarse.
–Llegaré a tiempo para mi turno en la cocina.
–Si tienen muchos trámites tal vez no puedas venir, no te preocupes. Pero, eso sí, avísame cómo resulta todo.
–Está bien, muchas gracias.
Blanca se dirigió a la oficina que le habían indicado, tocó la puerta y avanzó. Cuando entró se quedó sin aliento, el hombre del escritorio con el rostro más hermoso del mundo, rasgos exóticos y la mirada profunda era el “cliente misterioso” que llevaba tiempo tratando de comprarla para un rato de placer, su acompañante era el mismo que la entrevistó antes. Adam la observó y le agradó su aspecto juvenil y sencillo:
–Buenas tardes señorita Prince, Blanca Prince ¿correcto?
–Correcto, buenas tardes señor… –respondió Blanca con un hilo de voz, aun con poco aire y esperando a que él reaccionara al verla.
–Mi nombre es Adam Kaneko, soy el Director Ejecutivo. ¿Ha trabajado alguna vez?
–No señor, acabo de graduarme –respondió con su voz ya normal–, pero aprendo rápido, solo dígame que se necesita.
–Se necesita a alguien capaz de coordinar una agenda, que organice todas las actividades laborales para no desperdiciar el tiempo, también debe tener disponibilidad para viajar cuando se necesite.
–¿Viajar?
–Si viajar –repitió impaciente. Dentro y fuera del país.
–De acuerdo –Blanca pensaba pedirle ayuda a Ángelo en ese aspecto.
–Venga mañana para una prueba, si puede organizar el día, el puesto será suyo.
–¿A qué hora debo estar aquí?
–A las 7:00 en punto de la mañana.
–Seré muy puntual.
Salió de la oficina y al estar fuera del edificio comenzó a temblar, obviamente no la había reconocido, pero aún no podía creer como había ido a parar a la empresa de ese idiota. Asistiría a la prueba del siguiente día porque ofrecían excelente sueldo y estaba muy cerca de obtener el trabajo, pero esperaba con toda su alma que no se comportara como lo hacía en el club.