Samantha estaba en la puerta de la pensión en donde estaba viviendo la novia de su hermano, era un lugar muy humilde, pero estaba muy abandonado y en estado de precariedad. Cuando toco la puerta donde se supone que vive ella, efectivamente ella sale abrir la puerta, y cuando ve el rostro de Samantha, no se le hace familiar, ya que nunca la vio. Solo supo de ella por su novio. Pero no de vista, cuando le mando la carta aquel día, es porque había conseguido su dirección. Pero no la conocía aún. — ¡Hola!, ¿En qué puedo ayudarla? — ¿Martha?— preguntó Samantha al verla confundida, ya que ella tampoco la hubiese visto de frente, solo lo hizo aquella noche en el hospital. Cuando ella estaba viendo a su hermano, y la vio de espalda. — Sí, soy yo. — ¿Puedo pasar? — ella le indico que sí. U

