Los segundos, minutos y horas, fueron pasando con rapidez, pasando dos largos meses. Meses en los que no fueron para nada agradable, tanto para Jayden y Calvin. Quienes buscaron sin cesar a la mujer con quien había pasado la noche. No se la quitaba de la cabeza y necesitaba volver a tenerla entre sus brazos. Pero esta vez sería sobrio, solo imaginar tenerla gimiendo su nombre o demandando que se moviera lo ponía duro de inmediato. Aunque su búsqueda fue inútil, mágicamente esa mujer había desaparecido, sin dejar rastros, ni siquiera Calvin como dueño del club pudo dar con ella. Calvin siempre pensó que era María, esa mujer que su jefe había elegido para pasar la noche y olvidar ese mal rato. Por otro lado, el tiempo había pasado y los síntomas indicaban que Cataleya sí se había salido

