Miró a Fátima de reojo ella se encoge de hombros—¿Esto es un chiste verdad?— las palabras salieron de mí boca sin poder detenerlas.
Nehemías me mira y alza una ceja.
Charlie también me mira—Se conocen—Señala primero a Nehemías y luego a mí.
—No
—Si
Respondemos al mismo tiempo Nehemías arruga las cejas.
—Si es un viejo amigo de... De...
—Del colegio—Nehemias completa mi frase.
—Bueno él es el hijo de nuestro nuevo socio el será el encargado.
Miró a Nehemías y luego a Charlie, genial esto no podría ponerse peor.
—A partir de hoy el será su nuevo jefe, mientras que yo regreso de Inglaterra, se que es nuevo para ustedes pero el padre de Nehemías y yo nos conocemos hace mucho, y bueno me dijo que quería invertir así que decidimos asociarnos.
Intercambio mirada con Fátima y ella vuelve a encoger los hombros.
A pesar de Nehemías llevar el tapaboca puedo ver el gesto de satisfacción en su rostro.
—Lo primero es que a partir de hoy usaremos uniformes—Busca en su bolso y saca una bolsa transparente—Bueno en realidad sólo usará Diana.
Me quejó—Y ¿por qué solo yo?
—Ayer me probaste que eres lenta para preparar el café así que tú solo vas a tomar la orden de los clientes y se los llevaras a sus mesas, es decir serás la mesera y para eso te tienes que ver bien.
Cruzó los brazos en mi pecho—Yo no voy a utilizar ningún uniforme.
Se inclina hacia mí quedando muy cerca de mi rostro—Soy tu jefe, y si yo digo que te pones el uniforme te lo pones y punto.
Lo miró con mala cara—¡JODETE!— doy la vuelta y me voy a la parte de atrás de la cafetería.
Caminó de un lado a otro desesperada que se cree ese idiota, Inhaló e exhaló, para calmar mi rabia, la puerta se abre y Nehemías me mira con las cejas arrugadas, se baja el tapaboca hasta el mentón.
—¿Cuál es tu problema? —Camina hacia mí
—Mi problema, mi problema—Alzo las manos al aire—Tu eres mi problema.
Sonríe —Yo—Se señala—y ¿Por qué?
Aprieto mis puños a ambos lados y también me bajo el tapaboca—Sabes ¿por qué?, Porque eres un idiota, engreído, mandon—le doy dos golpecitos en su pecho con el dedo índice.
Vuelve a sonreír pero con un poco de malicia toma mí muñeca fuerte me jala hacia él —Soy tu jefe—Susurra a mi oído.
Me suelto de su agarré, me entrega el uniforme, es n***o y blanco de falda.
—Yo no puedo ponerme eso.
—¿Por qué? Dime una razón coherente y talvez te entienda—Echa la cabeza a un lado y me mira de pie a cabeza.
—por que... Bueno por que... Yo... No...
Me interrumpe
—No llevas nada debajo de la licra—Se frota la barbilla—
Mis ojos se abren de la sorpresa.
—Se te ve que no llevas nada abajo, lo sé desde anoche, interesante...
—Tu... Tu...¡Ahhh!...Eres...
Vuelve a interrumpir —Deja de tartamudear—Se muerde el labio inferior—Comenzaras a usar el uniforme desde mañana.
Se da la vuelta y sale sin decir una palabra más.
Empiezo a tirar golpes al aire...
Están... Están irritante y odioso.
Me amarro el cabello en una cola alta, salgo y sorpresa—Sarcasticamente—
Como decía mi abuela este era el diente que le faltaba al peine.
—Princesa, te escribí y como no me respondiste me preocupe.
Sonrió de forma forzada miró a Nehemías que está en la puerta hablando con Charlie.
—Lo siento, se me olvidó.
Nehemías camina hacia nosotros —Ya es hora de trabajar así que adiós Javier.
—Es Gabriel—Lo corrijo aunque se que lo hace para irritar.
—Como sea Javier, Gabriel es hora de que te vallas—Señala la salida
Gabriel lo mira con cara de pocos amigos —Y este que se cree el dueño.
Nehemías suelta un suspiró—Soy su nuevo jefe.
Gabriel abre la boca para responder pero no dejo que diga nada—Principe nos vemos en la noche.
—Esta bien princesa—Se inclina besa mi mejilla y se despide de Fátima.
Nehemías suelta una gran carcajada
—Que patéticos príncipe, princesa, que infantiles.
Lo miró con mala cara, la campanilla suena y veo entrar al mismo chico de la noche anterior, le choca el puño a Nehemías.
—Fabio va a trabajar con nosotros, él te ayudará a ti Fátima.
Fabio hace un gesto de saludo con la mano—Hola Fa, hola Di...—Se frota la nuca—Las puedo llamar así es que sus nombres son muy largos.
Fátima se encoge de hombros —Como sea.
Empiezan a llegar las personas, me acercó al equipo de sonido y conecto mi teléfono, empieza a sonar Justin Bieber Anyone.
Nehemías arruga la cara —¿Qué es eso?, Estás loca, no fea estás equivocada.
Me cruzó de brazos.
Se inclina a la altura de mi oído—Yo soy tu jefe así que elijo la música—Su voz era algo sensual, cada vez que lo tenía así tan cerca una pequeña corriente eléctrica recorre mi cuerpo.
Desconecta mi teléfono y coloca el suyo.
Se le ve de Sech-Justin Quiles ft Lenny tavarez
La música empieza a inundar mis oídos él me mira y sonríe de lado en señal de triunfo.
Empiezo a tomar las órdenes la mañana está muy movida gente entra y sale de la cafetería.
—Se le ve que no tiene panti se le ve—susurra mientras le entregó dinero.
Luego de una hora movida por fin me sente, saque mi teléfono y abrí w*****d para continuar leyendo la historia que no había concluido.
Río muy bajo por lo que estoy leyendo, soy del tipo de lectora, que rie, llora, grita, y se emociona con cada lectura.
—Definitivamente aparte de fea loca
La voz de Nehemías me hace sobresaltar.
Volteo los ojos —¿Qué quieres no veo que haya clientes?
Se sienta enfrenté de mí—Nada, solo quería hablar contigo un poco—se encoge de hombros —Tenemos muchos años sin hablar.
Guardó mi teléfono—De qué quieres que hablemos.
—¿Qué ha sido de tu vida? ¿qué pasó luego de que me fui a Italia?
—Nada interesante, seguí con mis estudios hace unos meses me tuve que retirar porque el dinero no me alcanzaba , y bueno nada...
Nada solo que lloraba todas las noches como una idiota mientras miraba tus fotos en f*******:.
—¿Y tú?— inquiri
—Nada, me metí en algunos problemas, papá se molestó y de nuevo me envió aquí, ¿cuánto tiempo llevas con Javier?
Golpeó su hombro—Sabes que no se llama así, casi dos años.
Sonríe de lado—Y... Me olvidaste.
Su pregunta me dejó en Shock.
Acaricia mi mejilla —Tu silenció habla por tí.
Un carraspeó nos interrumpe—Neh... Se acabó la leche hay que encargar más.
Él asiente y se pone de pie.
Yo me quedó hay como una imbécil por su preguntá, el resto de la tarde transcurrió rápido.
—Fatima, mañana vamos al Gym.
Me pasa su mano alrededor de mis hombros —Claro amiga, pero primero quiero...
—Mañana las quiero a las 6 de la mañana.
—¿¡Qué!?, Estás chiflado, para que tan temprano.
Se encoge de hombros—porque se me da la gana.
—Eres un Idiota—Se lo dije, la verdad lo pensé pero las palabras me salieron más rápido de lo que pensé.
—Y tu una floja, lenta, fea y de paso loca.
Abro mi boca en una “O”
—Loca yo—Me señalé a mi misma y luego lo señalé a él—Loco tú, para qué quieres abrir a las seis de la mañana.
—Porque se me pega la regaladosima gana, es más si me da la gana abrimos a las cinco de la mañana... Así que si te sigues quejando Floja, te tocará abrir a ti sola.
Suspiró exasperada me doy la vuelta y salgo de la cafetería.
Siento un jalon —No he terminado de hablar para sumar eres una mal educada.
¿Por qué? Me siento tan vulnerable, ¿Por qué? Tiene que mirarme así, ¿Por qué? Siento esto en mi cuerpo.
Me suelta —Entra que aún tengo cosas que decirles.
Guardó silencio y regreso a la cafetería...