Daniel sale de casa de Anna con una gran sonrisa en su cara, ha conseguido más de que lo que había ido a buscar. Anna ha accedido a que vea a su hija y eso es un buen comienzo. Piensa organizar todo para que Daniela esté a gusto en su casa y debe empezar por una habitación de princesa, así que no puede esperar hasta mañana para ponerse en ello, internet le servirá, necesita una empresa para que en menos de un día tengan una habitación de princesa lista. Después de estar navegando un rato por la red, encuentra lo que busca y mañana a primera hora estarán en su casa, está satisfecho, podrá estar con su hija, y ver a Anna, ¿para qué engañarse? La sigue amando, ese es un hecho irrefutable, Anna nunca se le saldrá de la piel, la tiene tatuada en el alma y aunque ahora lo que más le importa

