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1082 Palabras
Miró con sorpresa, que al parecer su prima: tenía puesto una tanga. <<Eso... es un hilo muy fino...>> Nunca había visto con anterioridad, el bonito trasero que ella se cargaba. <<¡Qué hermoso..!>> Porque incluso Ana, para vestirse de traje de baño se pone un pantalón corto. Nunca antes lo había visto de esa manera. Ana, miro hacia delante con poco interés, sin darse cuenta de la mirada que tenía a su lado. El problema, para Leonardo es que pues... Se había puesto duro... por su prima. Asustado, por los sentimientos y sensaciones que estaba teniendo, de deseo: simplemente se apartó corriendo. <<¿Se fué corriendo..?>> Ella lo miró sin entender muy bien porque de pronto Leonardo: se había puesto de pie se había ido corriendo. Se volvió a sentar de forma bien, eh simplemente miro hacia arriba Cómo se manda las estrellas. Estiro la mano, viendo si podía formar en una constelación con sus dedos; al cuáles las películas. Pero de igual forma no entendía mucho acerca de eso. Dejó caer su brazo con algo de resignación y se puso de pie. Pero con poco desinterés, sus amigas ya tenían a alguien a su lado punto y se dirigió a la barra. Pidió una cerveza, y le dieron un vaso enorme. Empezó a beber lo, así sin mucho interés. Se sentó, en un banco solitario.de pronto vió el mismo chico que la había sacado a bailar con anterioridad. —Hola —comentó. — Lamento lo de mi primo —dijo con sinceridad. —No pasa nada ¿Bailamos? Ella asintió, con su vaso de cerveza, y el chico también tenía un vaso de algo: de color rojo. Ella no lo sabía muy bien pero igual forma sigue. Aunque esta vez un poco a distancia, Ya que Ana estaba tomando cerveza y no tenía ánimos de bailar pegado con el sujeto. Aunque esta vez, el mismo ya no era tan desconocido. —¿Cómo te llamas..? —quiso saber el. —Ana, ¿Y tú cómo te llamas? —Adivina ¿de qué cara tengo nombre? —quiso saber el susodicho, acercándose al cuello de la misma. —Tienes cara de Diego. El mismo negocio se empezó a reír. —No. —Tienes cara de....de... ¡Federico! —¿Por qué Federico? —Porqué tienes la cara perdida como mi hermano. El mismo se rió divertido ante la sinceridad de la chica. —Me llamo Matías. —Te veía más cara de federico. El mismo se encogió de hombros, y le dio una vuelta a la peculiar chica que tenía enfrente. Por lo general, estaban en la etapa de su vida como de simplemente tener sexo punto y siempre fue directo al respecto a eso. Pero por primera vez: simplemente quería bailar con ella. No sabía de dónde era, ni siquiera sabía básicamente nada de ella. Pero quería averiguarlo Había algo en ella que lo atraía. Los ojos verdes del chico, miraron de arriba abajo el cuerpo curvilíneo de ana. Ana siempre se había sentido acomplejada, porque era delgada, pero tenía mucho cuerpo: tenía obviamente panza, rollitos. Se aliso el vestido, sintiéndose un poco incómodo ante la mirada del sujeto. Que ahora sabía que se llamaba Matías. —¿Estudias en algún lado? — quiso saber el. —Si, en la universidad tecnológica. —Yo también estudio ahí, pero no te he visto —comentó con sinceridad —Seguro que sí, solamente que la universidad no estoy vestida así —comentó allá con simplesa y se encogió de hombros. Matías, se río divertido ante la expresión de las chicas. Era muy bonita, la verdad que se había quedado encandilado, por primera vez por la belleza de una mujer. Ella al parecer no pareció darse cuenta del efecto que estaba provocando en todos los hombres que estaban aquí. Había muchos que querían sacar la bailar, pero Matías y les había ganado. y lo mejor de todo cómo es que lo había logrado por segunda vez. Eso era más que un logro, en un hombre como el punto era atractivo, pero no se comparaba con el atractivo y belleza exótica que tenía su primo. Nunca encontraría a un chico con el cabello dorado y los ojos negros como los tenía Leonardo. Hablando de él, lo pudo ver a unos metros de distancia bailando viamente con otra mujer. Se lo veía muy pegado, la empezó a besar el cuello y la chica estaba más que contenta con la tensión que le estaba dando. Ana, abrió los ojos con sorpresa al ver lo que estaba haciendo su primo. Nunca lo había visto en acción, si había visto que siempre lleva una chica diferente. Pero nunca lo había visto besando a una. Hizo una mueca como siempre mente se apartó del. Observando hacia otro lado. De pronto le parece buena idea de lo que le había dicho Gisela. ¿Y si intentaba ponerlo celoso? Tal vez simplemente que... tal vez no pase nada. Pero ¿y si... si? Tomo el rostro del chico, el cual la miro con sorprendida y lo besó. Lo hizo, simplemente por ver si el hacia algo.en cuánto se separó miro hacia el mismo. Leonardo mira sorprendido que su prima había besado el chico. Apretó el puño con tanta fuerza como que sus nudillos se volvieron blanco. Él no entendía muy bien porque había reaccionado de ese modo. ¿Por qué se había sentido de ese modo? El tipo ese estába cerca de al lado de su prima. No lo soporta más Leonardo. La toma de la mano, lo mismo lo menos con sorpresa sin entender muy bien en... porque estaba ahí. —¿Qué quieres? — quiso saber Ana con una ceja levantada, y los brazos cruzados. —¿Qué haces? ¿vas a tener sexo con este tipo? — Quiere saber enojado. —¿Y si me coge qué, tienes algún problema con eso? —quiso saber Ana. —Claro que sí como eres mi prima te tengo que proteger. No puedes venir y cogerte un desconocido. —Ajam... y tú sí como tú siempre llevas una chica diferente como tú si puedes cogerte a todo el mundo, pero yo no puedo. ¿Por qué?, porque soy mujer —quiso saber Ana contraatacando. —Pues sí como eres mi prima. Así que te vienes conmigo. —No quiero como me quedaré con este chico Y seguramente tendremos sexo: uno muy rico —comentó cerca de los labios de Leonardo.
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