bc

Cuando la Vida nos Une

book_age12+
1.0K
FOLLOW
5.4K
READ
dark
second chance
pregnant
aloof
sensitive
CEO
drama
bxg
city
cheating
like
intro-logo
Blurb

Jade está destrozada, aquello por lo que tanto se esforzaba ya no está y lo único que creía tener se marchó. Está sola y todo a su alrededor en lugar de aportarle una reconfortante nostalgia le incrementa el dolor en el pecho, por lo que se va sin remordimiento alguno, sabiendo que eso es lo que su padre hubiese querido, que busque su felicidad y continúe con su vida.

Por otro lado, Garrett sabe que tiene todas las de perder, pero es incapaz de darse por vencido sin dar su versión de los hechos. Es inocente y hará hasta lo imposible por demostrarlo y recuperar ese amor que le hizo ver que no todo en la vida se resume al bien material.

Ambos están dolidos, una se dio por vencida, el otro es incansable y no dará su brazo a torcer. Parece improbable reencontrarse, el mundo es enorme y hay millones de personas, pero ¿Quién sabe? La vida da muchas vueltas y en una de esas podría unirlos.

*Segunda parte de "Hasta que la Muerte nos Separe"*

chap-preview
Free preview
Capítulo 1
Se siente como si estuviese en la orilla, como si estuviese al borde de un precipicio y me encuentro pensando si dejarme caer esperando aterrizar suavemente en el mar o resignarme a estallar contra el pavimento. Quizás solo debería quedarme aquí un poco más, apreciar la belleza del peligro, disfrutar de esta relajante soledad y permitirme analizar la situación. Gozar de esta pequeña tranquilidad antes de tener que darme la vuelta para volver a la vida o caer a la espera por lo mejor o el fin de todo. - Jade – volteo suavemente consiguiéndome a Fran, quien extiende la mano hacia mi pacientemente. - Es difícil, no estoy muy segura – suspiro cansada pero aun así me levanto de mi asiento y tomo la mano que tiene estirada. - Esto es lo mejor, sé que si – asiento y me dejo llevar por él. Supongo que tomó la elección por mí y quizás haya sido lo mejor, no creo que este en la capacidad de elegir sabiamente en estos momentos. - Iremos a Seattle – vuelvo a asentir porque realmente no tengo interés a donde llegaremos, solo quiero irme. - Puedo ayudarte con eso – le digo viéndolo llevar una maleta enorme y un bolso grande en su espalda. Podríamos decir que es mucho, pero también poco considerando que ahí lleva las cosas de ambos. O eso creo, él fue quien amablemente guardó mis cosas y eligió qué sería necesario y que no. Todos me han prestado cariño estos últimos días, una calidez que no he podido sentir por estar entumida en el frío. Grayson incluso se acostó a mi lado las dos primeras noches esperando que pueda dormir tranquila sintiéndolo, pero no pudo lograrlo. Aun así, estoy agradecida con él, con Martha y con Matthew, han sido pacientes e insistentes también. Pero el único que de alguna manera ha sabido cómo llevar las cosas conmigo ha sido Francisco, lo que me hace pensar que se está viendo reflejado en mí cuando perdió a sus padres o simplemente sabe cómo tratarme. Sea lo que sea, ha demostrado leerme mejor que los demás y no sé cómo sentirme al respecto, pero probablemente debe ser un sentimiento positivo, pues no quiero ni imaginar que estaría pasando por mi cabeza en estos momentos. - Tranquila cariño, puedo con esto, vámonos rápido antes que alguien llegue – esa es la parte graciosa, estamos saliendo de mi casa en la madrugada y apurados porque a ninguno le gusta dejarme sola y por alguna razón desconfían que Fran pueda vigilarme correctamente. Me hacen sentir frágil, que estoy a punto de cometer alguna locura que tienen que prevenir. Sin embargo, esa no es la peor parte, lo peor es que siento que puede ser una posibilidad, que en algún momento la tristeza puede ser tan asfixiante que necesite un escape. Es frustrante porque odio sentirme así, quiero pasar un luto normal y tranquilo, quiero llorar a mi padre con una sonrisa en la boca recordando todos esos buenos momentos, todos esos recuerdos, besos y abrazos, risas y juegos; pero en cambio tengo esa sensación de vacío adormecedor, esta presión en el pecho que me saca el aire y esta tranquilidad abrumadora que me llega a desesperar, pero de la que no puedo librarme. - ¿Tomaste el dinero? – pregunto suavemente sin recordar realmente si le dije en donde guardaba los ahorros que ahora serian necesarios. - Sí, todo está listo, sube – no me di cuenta cuando el taxi llego a nuestro lado y eso ya es demasiado decir contando con que es de noche, todo está solo y es un auto amarillo chillón. Quizás necesite ayuda de un profesional, pero eso es algo que me gustaría pensar más seriamente. Los psicólogos tienen su razón de ser y podrían ayudarme a salir de esto, pero no soy fanática de esa clase de ayuda. Le dejaré la potestad a Fran de decidir cuando sea necesario uno. Solo espero no me odie por tener que cargar conmigo. - Lo siento – me disculpo suavemente con la vista perdida en la ventana, viendo como todo pasa tan rápido, como parece todo quedar atrás. Espero así sea y que todo esto quede aquí. - ¿A qué te refieres? – volteo a verlo y me siento como una perra egoísta por primera vez desde que ocurrió todo. Francisco tiene una vida, esta pronto a graduarse de la universidad, tiene un lindo novio, un buen trabajo y a sus amigos. - Tienes todo aquí y estoy haciendo que vengas conmigo, yo debería hacer este viaje sola – sería el doble de difícil, estoy segura, sin tener a alguien que pueda velar por mi cuando no me sienta con la seguridad de hacerlo por mí mismo. Pero creo que podría superarlo, mi papá decía que era fuerte, puedo repetírmelo hasta creerlo y poder llevarlo a cabo. - No tengo nada Jade, te tengo a ti – niego con suavidad. No puede decir eso cuando llevamos tan poco juntos, no puede simplemente desperdiciar lo que promete ser una vida asombrosa por alguien como yo que está en sus peores momentos. Una carga. - No Fran, lo tienes todo para ser grandioso, en estos momentos soy una carga y lamento atrasarte – espero poder superar todo esto pronto, poder levantarme con la cabeza en alto y representar la imagen que mi papá daba de mí. - No tengo a mis padres, mis familiares y amigos me dieron la espalda al decir mi sexualidad e incluso en la universidad cuando iba con Steven todo se hizo incomodo – hago una mueca porque es realmente una mierda que las personas cambien de tal manera como algo tan banal como la sexualidad de un amigo. Y es que ¿qué importa si alguien le gustan los hombres o las mujeres? Hay cosas a las que prestarle más atención, como su forma de ser, sus virtudes y defectos, si es alguien tan asombroso como Fran como para dar este paso tan enorme por una amistad. - Cariño, que se pudran, que malas miradas no te desanimen – sonrío suavemente acariciando su mejilla y vuelvo a notar como nuevas lágrimas caen de sus ojos. Quizás por eso todos están llevando esto mejor, porque han podido llorar y desahogarse, mientras que, por otro lado, desde que esa máquina empezó a emitir un pitido constante no pude dejar caer otra lagrima. - Estas en la mierda y aun así intentas sacarme de la mía – siento los ojos pesados, estoy cansada y siento que no he dormido en meses, pero aun así le sonrío calmadamente, intentando ser un poco más humana con él y menos el cascaron vacío que llevo siendo.  - Solo cuido que no te ensucies con la mía – con un suspiro lo suelto y me enderezo – No puedes irte y dejar atrás a tu carrera y a Steven – insisto con el tema. - Steven me engañó – bueno, vaya porquería de hombre, llegando con una armadura haciéndonos pensar que sería un príncipe y resultando ser un cerdo disfrazado. - Y no por eso debes dejar de estudiar – quizás a mí me habría gustado hacerlo, suena interesante tener una carrera, aprender algo que te apasione y poder hacerlo a diario. Mi papá a diario me recriminaba por no buscar una carrera que me gustara, algo que pudiese hacer cuando tuviese la oportunidad, pero lo hice, lo intenté y realmente no había nada que me llamara la atención o me llenara como parece pasarles a muchas personas. - Jade, deja de insistir, me falta poco y puedo hacerlo a distancia, tengo todo controlado – decido no volver a molestarlo con el tema. Él es inteligente, sabrá si está haciendo bien o no. Una vez el taxi nos deja en el terminal tomo el bolso antes que Fran y empiezo a caminar dejándolo atrás con sus discusiones. Pensé que haría algo como buscar un viaje en avión o un destino más cercano, pero me dijo que nos vamos a la otra punta del país y nos trajo a una terminal de buses. - Dame el bolso, pesa mucho – ignoro su petición y señalo el aviso que tengo enfrente. - El viaje durará tres días – asiente y con delicadeza me saca el enorme bolso que tenía en los hombros. Al menos ya sé porque tomó uno de esos y no otra maleta de ruedas. Estaremos tres días de viaje en un bus. - Es la mejor manera – no lo creo, tenemos poco dinero, pero para comenzar básicamente desde cero en otro lugar todo es poco. Hay suficiente para dos vuelos de ida en clase economía. - Hay algo que no me estás diciendo – camina a la taquillera y yo atrás suyo. No hay manera en la que me pierda o algo, pero tampoco es como si estuviésemos completamente solos en el lugar, ya que hay una cantidad considerable tomando en cuenta que es la una de la mañana. No me gustaría que por estar en la pequeña burbuja que parece no querer abandonarme, lo pierda de vista o él a mí y lo haga pasar por otro momento desagradable. Ya suficiente está haciendo por mí, lo que yo puedo hacer ahora es dejarle la tarea más sencilla. Aunque también sería asombroso que se tranquilizaran un poco y no se tensaran cada que agarro algo filoso o que según ellos pueda utilizar en contra de mi integridad física. Extraño a mi padre, pero también extraño a la persona que yo solía ser, a esa Jade que vivía con él y que era feliz a su manera, que no dejaba de pensar mil veces sobre lo mismo y terminaba casi a diario con tanto estrés que solo quería dormir y esperar al día siguiente. Ahora solo quiero dormir para olvidar, pero no puedo hacerlo, siento agotamiento, pero cuando me acuesto es como si mis ojos no pudiesen cerrarse. Siendo totalmente ignorada por Fran, lo veo retirar los boletos y luego soy arrastrada al bus que aparentemente es el nuestro. Veo como entrega la gran maleta de los dos y después lo miro luchar para hacer entrar el gran bolso en nuestros asientos intentando hacernos un espacio cómodo para todo el tiempo de viaje que se nos viene encima. Me hace sentar como si fuese una muñequita a la que controlar a su antojo, pero lo dejo hacer impresionándome interiormente como en realidad me encuentro cómoda sentada en la ventana y él se deja caer como puede en el asiento junto al mío. Me le quedo viendo en todo momento, estudiando sus movimientos y notando como está sacrificando su comodidad por la mía, por lo que tomo su cabeza suavemente y la llevo a mi pecho dejando que se recueste y descanse su cuerpo sobre el mío. No he dormido y he estado sumida en una especie de limbo, pero aun así pude notar a la perfección como él ha estado ocupado, no se ha podido permitir un descanso porque además de haber perdido a un amigo, también fue dejado de lado por quienes creía sus compañeros, ha estado estudiando y haciendo básicamente el trabajo de tres personas para no dejar caer la empresa que se nos fue dejada a los dos por una semana. Tampoco hay que olvidar que ha sido traicionado por un amor, un dolor que me permití sufrir por un par de minutos y fue horrible. Francisco ha tenido unos días intensos y aun así aquí está, sigue esforzándose por mí. - Me dirás que ocurre, por favor – le pido suavemente cuando ya lo noto más tranquilo. - En la oficina las cosas han estado intensas, pero pude ponerla al día y llamar a dos reemplazos para que queden ahí en lo que llegue el jefe – asiento satisfecha con sus palabras. Sería terrible que todo se volviera un desastre y la empresa pase por una crisis solo porque no puedo controlar mis emociones. - ¿Qué más? – insisto porque él sabe leerme, pero yo también a él. - Garrett intenta ponerse en contacto contigo, llegará a primera hora del día y estoy seguro que irá a buscarte – no había pensado en él, pero ahora que lo hago agradezco que Fran me haya sacado básicamente corriendo de casa. - ¿Por qué no en avión? – pregunto suavemente. En realidad, a mí no me molesta, pero será un viaje agotador y no creo que Fran esté acostumbrado. Yo tampoco, pero en estos momentos un viaje de tres días en un bus no puede importarme menos. - Está histérico y lo estará peor cuando llegue y no estés, en avión podría enterarse rápidamente de tu ubicación, pero en bus no guardan un registro que él pueda rastrear – pensó en todo y no puedo estar más agradecida con él. - Gracias – beso su frente y peino su cabello suavemente. Garrett es un hombre insistente y la verdad es que ahora lo menos que quiero es verlo, es todo lo que no necesito si lo que busco es sanar.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Navidad con mi ex

read
8.6K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
49.8K
bc

La esposa rechazada del ceo

read
162.2K
bc

Bajo acuerdo

read
7.4K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
85.6K
bc

Tras Mi Divorcio

read
508.5K
bc

Yo, no soy él

read
88.1K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook