"Prologo"
Prologo…
Años atrás…
Recién vengo saliendo del tribunal por fin soy una mujer libre, no puedo entender ¿Cómo es que permanecí tanto tiempo casada con Cesar? No puedo creer que fui una ciega al pensar que un día me iba amar.
Porque si bien nuestro matrimonio fue arreglado por mis tíos quienes hartos me ofrecieron a él por haber llevado el caso de mi hermana.
Siendo el un abogado y yo una simple chica con ganas de seguir su sueño de ser escritora. No niego que al principio él me gustaba por eso es que no objete cuando arreglaron nuestro casamiento, sin embargo, luego de varias infidelidades y de maltratos me logro decepcionar hasta que un día llego a mi vida.
—Por fin eres libre ¿Sera que finalmente me vas a dar la oportunidad de cortejarte? —Alfredo me da unas flores hermosas.
Desde hace tiempo, él no se ha cansado de pedirme una oportunidad, pero siendo yo una mujer casada, en ese entonces por mi cabeza jamás paso volver a encontrar el amor. Sin embargo, verlo parado aquí frente a mí, me hace dar cuenta de que esto lo hemos logrado juntos, puesto que él con ayuda de uno de sus amigos logre tener mi libertad.
Alfredo siendo un hombre quien vive al lado de mi casa, llego a lograr convertir mis días grises a unos más cálidos.
—Creo que es muy pronto, apenas y me acabo de divorciar, es mejor que esperemos—le sonrío al mismo tiempo que lo veo fijamente.
—Está bien pero que no sea mucho tiempo, ansió poder besar estos labios—pone sus dedos sobre ellos acariciándolos sutilmente.
No voy a negar que él me parece muy atractivo, su porte, su cuerpo atlético y esos ojos color miel me hacen suspirar y ni hablar de su inteligencia la cual es muy cautivadora.
Semanas después…
—Por fin, me has dado el “Si” —menciona victorioso.
Escucharlo me hace sonreír al mismo tiempo que lo abrazo en tanto me da vueltas en el aire, eso me emociona al igual que escuchar a toda esa gente aplaudir alrededor de nosotros. Me siento tan afortunada de haberlo conocido que no dudo en que por fin seré realmente feliz.
Luego de varios meses de noviazgo ahora estoy a punto de dar comprometerme con el amor de mi vida con quien pienso pasar el resto de mis días a su lado.
Jamás imagine que ahora ese chico el cual me defendió de mi exesposo y que ahora me ha enamorado sea el mismo chico quien me llevar por segunda vez al altar.
—Claro que acepto casarme contigo—respondo llena de felicidad.
Una felicidad que me hace llorar de alegría. Soy tan feliz que no puedo parar de soltar lágrimas mientras él pone un anillo en mi dedo. No puedo creer que casi a dos años de estar divorciada ahora me case de nuevo.
Solo espero que esta vez sea real y genuino.