AVERNO - 2 PARTE SAGA HERMANOS RIVERA

Aterrizamos en Moscú a última hora de la tarde, observo a mis hermanos bajar del avión molestándose entre sí y los envidio ya que en este momento no quiero estar aquí, en dos días voy a casarme con el amor de mi vida, Laura la mujer perfecta para mí. Hace ya un año que la conozco y desde que la vi por primera vez me enamoro. Puede que le haya sido infiel muchas veces, pero ella es la dueña de mi corazón. Estoy feliz de casarme con ella, además de que después de cuatro años de entrenamiento mi hermana volverá a casa. Pero el viaje a Moscú fue de improvisto ya que cuando estábamos arreglando las nuevas rutas nos dimos cuenta de una de ellas atraviesa un gran tramo del territorio de los demonios Sokolov, por lo que acordamos una reunión con Nikolay y su esposa Akemy para acordar los términos para que nos permitan transitar por sus territorios, por lo que ahora nos encontramos en esta fría noche. - Al menos finge que quieres estar aquí – dice Santiago mientras nos subimos a la camioneta. - Considera esto una despedida de soltero – dice Antonio sentándose en el asiento del copiloto – además Laura está bien con mamá, recuerda también que Katrina llegara en cualquier momento. - Este trato es realmente importante – me recuerda Santiago a lo que yo asiento con la cabeza observando por la ventana – pareces un niño – dice burlón haciendo que lo golpee para luego mostrarle el dedo medio haciéndolos reír. Comenzamos hablar de temas triviales camino al Oasis. Observo la belleza de la ciudad mientras hablamos del negocio de la familia y lo mucho que nos beneficiara el trato con los Sokolov ya que como todo el mundo sabe, sus rutas son las más seguras y es un privilegio que ellos acepten un trato con estas, aunque con ellos todo es un privilegio. Al llegar al Oasis quedamos boca abiertos al ver la belleza del lugar, es una mansión escondida en medio del bosque a las afueras de la ciudad. - Impresionante – dice Santiago mientras bajamos de la camioneta, pero me doy cuenta que no lo dice por el lugar sino por algo frente a nosotros. Sigo su mirada encontrándome con dos imponentes hombres que nos observan atentos, pero abro los ojos como platos al ver a la impresionante mujer que baja las escaleras hasta ponerse en medio de estos. - Buenas noches – dice haciendo que la piel se me erice y me sea imposible apartar mis ojos de ella. Es bellísima, rubia con su cabello cayendo en delicadas hondas, su rostro parece esculpido por el mejor de los artistas, su cuerpo es más que perfecto y más enfundada en ese vestido café. – soy Inna Pavlok – vuelve hablar acercándose a nosotros – es impresionante que ustedes sean tan perfectos. - Inna – observo molesto al hombre junto a ella que la reprende – Alek Pavlok – este se pone junto a ella. - Pavel Tarasov – responde el otro poniéndose junto a ella también. - Mucho gusto – dice Santiago extendiendo su mano – soy... - Sabemos perfectamente quienes son – responde ella observándome a los ojos sonriéndome de forma traviesa. - Síganme – dice dándose la vuelta para comenzar a subir las escaleras con nosotros tras ella. - Con todo respeto – dice Antonio haciendo que Alek se vuelva a vernos – su esposa es bellísima – niego con la cabeza al pensar que esa palabra le queda corta. - ¿esposa? – pregunta burlón a lo que Pavel niega con la cabeza – es mi hermana. Nos observamos entre si negando con la cabeza mientras caminamos por el impresionante lugar hasta una zona privada, Inna se para en la puerta para que entremos. Al pasar por su lado su olor me excita al instante y más cuando me observa traviesa. - Ellos vienen en un momento – dice ella caminando a la barra que hay dentro del palco, se sienta en una de las sillas que hay junto a esta observándonos mientras le entregan un trago. Comenzamos hablar de temas triviales mientras la observo y ella a mi sonriéndome, paso saliva sintiendo mi cuerpo reaccionar ante su mirada. De repente la puerta del palco se abre dejándonos ver al imponente Nikolay Sokolov. Nos ponemos de pie para recibirlos y quedo impresionado al ver a la mujer junto a él. ¿todas las rusas son igual de impresionantes? - Buenas noches – dice la mujer junto a Nikolay quien endurece la mirada al notar como la observamos, pero es inevitable. Ella es impresionante. – Akemy Sokolov – nos presentamos uno por uno, aunque noto que Antonio la observa como si de una diosa se tratara. Veo que Inna se pone de pie caminando hasta nosotros sin apartar sus ojos de mí y yo solo la veo a ella. Aunque Akemy es una diosa reencarnada, Inna es magnífica. La reunión comienza cuando todos tomamos asiento y yo trato de concentrarme al sentir la intensa mirada de Inna sobre mi todo el tiempo. Cuando aceptamos los términos que los Sokolov ponen, vemos que Inna vuelve a ponerse de pie. - Los invito a disfrutar del club, en lo que redactamos el acuerdo – todos nos ponemos de pie excepto los Sokolov – cual sea la fantasía que tengan, aquí podemos cumplirla – dice observándome fijamente. Salimos del palco y ella nos guía a una sala donde se puede ver en ese momento  gangbang de cinco hombres a una mujer, de repente mis hermanos se desaparecen mientras que yo la observo hablar con Pavel. De repente ella se vuelve a verme al tiempo que Pavel se va y ella camina hacia mí. Sin que me lo espere me toma del cuello juntando sus labios a los míos. - El Oasis es un espejismo – dice ella mirándome a los ojos desarmándome por completo. La tomo de la cintura pegándola a mi cuerpo besándola caminando con ella hasta la primera puerta que encuentro notando que se trata de un palco como en el que estábamos. Entramos allí aun besándonos, la tomo del cuello mirándola a los ojos y ella me observa desafiante. Una de sus manos baja por mi cuerpo hasta meterla en mi pantalón tomando mi m*****o más que listo para ella. Mientras me masturba me observa a los ojos sintiendo como mi cuerpo reacciona ante de ella como nunca antes lo hizo con nadie. Cuando estoy a punto de correrme sujeto su mano para sacar su mano y de un rápido movimiento le doy la vuelta subiendo su vestido al tiempo que saco mi m*****o listo para ella, una vez hago a un lado su braga la penetro de golpe haciéndola gemir fuerte. Lo que siento en ese momento es indescriptible, rápidamente bajo los tirantes de su vestido tomando sus senos en mis manos hasta que llegamos al orgasmo. - Aún tenemos tiempo – dice ella jadeando aun, por lo que le doy la vuelta hasta que estamos frente a frente. Aún tenemos tiempo – repito tomándola de una de sus piernas cargándola hasta acostarla sobre uno de los sofás donde continuo follandola sintiendo que no tendré suficiente de ella...