Bevery volvió a sentir el húmedo pasto contra su cara una vez más, tosió un poco para que el aire volviera rápidamente a sus pulmones, cansada de todo ese entrenamiento que solo la estaba agotando mental y físicamente.
Pero esos no eran los planes de Gawain, que no pararía hasta que Very fuera la mejor (o segunda mejor) guerrera.
- ¿Que pasa princesa? ¿Demasiado cansada para seguir? Vamos, demuestra que no eres una niña mimada. - arrugo su nariz, gritándole todas esas cosas que deberían animarla pero que solo la hacían enfurecer.
Gawain se había tomado más de una libertad desde que sus entrenamientos habían comenzado, al parecer, según Yahwi, la chica había aprendido muy rápido con ese compañero así que lo asigno como su contrincante fijo.
No importaba también el detalle de que nadie quería competir contra la princesa luego de haber visto la escena de capricho que había hecho la primera vez que fue derribada por Gawain.
Preferían mantener su cuello en el lugar y no arriesgarse a hacerla enojar.
También se sorprendían de la valentía del gran guerrero proveniente de Amaru, parecía no temerle para nada a la princesa e incluso ni siquiera estaba siendo blando con ella. Era todo o nada todo el tiempo.
-Volviste a tropezar con tus propios pies, esta vez a penas te toque. - se defendió Gawain, agarrando del brazo a la princesa y haciendo fuerza para volver a pararla.
Brazo que, junto al otro, estaba lleno de heridas ocasionadas por el chico frente a ella, que, irónicamente, también era la persona que se encargaba de curar y desinfestar cada una de las cortaduras que provocaba.
Habían sido varias veces las que el más grande se había sentado y había curado con demasiada delicadeza cada uno de los cortes, para luego taparlos con una gasa y asegurarlo con cinta.
Pero la sangre real de la princesa se seguía derramando al no poder esquivar los golpes.
-Enserio tenemos que cambiar el método de entrenamiento, comienzo a marearme por toda la sangre que perdí. - exagero, eran pequeñas gotas de sangre las que salían de su cuerpo, definitivamente no era algo tan grave.
Y Gawain no se creía nada de lo que ella decía.
-O podrías empezar a defenderte. - contradijo.
-Estoy a punto de rendirme, no sirvo para esto. Enviare más soldados en mi lugar. - apoyo la espada en el suelo y suspiro rendida.
Y ahí iban de nuevo, en cada entrenamiento que habían tenido, llegaba un momento donde Bevery pensaba en dejar todo y volver a su habitación a su lugar como princesa mimada y caprichosa.
Pero, siempre las mismas palabras de Gawain la hacían retroceder y agarrar la espada nuevamente, colocándose en posición de ataque.
-Claro, vete. La Princesa Agnes puede suplantarte cuando salgas corriendo como una cobarde, ella si sabe luchar. - con ese tono burlón, y con esa sonrisa de lado.
Aquellos ojos que parecían de algún felino, la observaban esperando que volviera a su lugar.
Y otra vez, lo había logrado.
Agnes estaba a metros de ellos, luchando únicamente con un palo duro, contra varios de los soldados, y ella iba ganando. Cualquier persona que intentaba atacarla terminaba en el césped, declarando la derrota.
Definitivamente ella si estaba hecha para esto y le encantaba observar a la princesa Bevery por encima, con ese aire de grandeza y esa sonrisa molesta.
-Suplantarme. - rio histérica. - primero tiene que llegar a mi nivel de grandeza. - escupió, atacando a Gawain rápidamente y logrando, por primera vez, rasgar la ropa del chico a la altura del hombro. Gawain soltó un quejido y llevo su mano al lugar. - Te dije mil veces que, si duele, ¿ahora lo ves? - exclamo, todavía en posición por si Gawain estaba usando uno de sus trucos sucios.
-Bien, ahora no poder volver a pelear nunca más en mi vida. - mintió, exagerando su dolor y sentándose en un banco que estaba cerca.
- ¿A dónde vas? Todavía tenemos que entrenar.
Gawain se recostó sobre el banco y llevo su mano sobre sus ojos, tapándolos.
Soltó un fingido suspiro.
Bevery rodo los ojos y se puso frente al árbol que la había acompañado estas últimas semanas, sosteniendo su espada como si fuera parte de su mano y probando diferentes posiciones de ataque.
-Si tienes tantas ganas de mostrar lo buena que te has hecho, ¿por qué no peleas contra la princesa Agnes? - pregunto. - Estoy seguro que ambas se divertirán.
Bevery no se giró a observarlo, siguió con su tarea de asesinar al árbol.
-Ella ni siquiera se especializa en espada, no quiero tener ventaja sobre ella. - mintió, lo cierto es que le aterraba quedar como una idiota frente a alguien que era tan buena como Agnes.
¿Qué le pasaba a este castillo? ¿Por qué le habían enseñado a esa princesa como pelear y defenderse? ¿Acaso no tenía un buen guardia real?
No era necesario que una princesa tuviera que aprender cómo defenderse, menos en un lugar tan pacifico como Smaug.
No entendía de donde Agnes había sacado esa fuerza y agilidad, era irreal para ella pensar que su enemiga era tan buena en eso.
Sentía que le afectaba a su imagen como Princesa de Amaru el hecho de que haya otra princesa que era mejor que ella en un aspecto.
Pero ya suficiente problema tenía con Agnes, no quería sumar uno más.
La chica le hacia la vida imposible y no la dejaba respirar dentro del castillo, no quería que ahora se sumara la parte de entrenamientos.
-No me molestaría luchar contra su alteza, de todos modos, es para ayudarla a ser mejor guerrera. - aquella voz la hizo girarse de inmediato, con los ojos muy abiertos.
Gawain se reía aun acostado.
-Princesa Agnes…- estiro.
-Sé que es mejor que yo en el tema de la espada, así que no creo que haya algún problema en que piense en mi como atacante. - tomo la espada que estaba tirada cerca del cuerpo del chico. - Estoy segura que servirá la práctica para ambas. - le sonrió, ladeando la cabeza.
Bevery llevo su mirada una vez más al muchacho que esperaba paciente la respuesta de la princesa.
-Exacto, su alteza. Piensa en la princesa Agnes como tu oponente, e intenta detenerla. - ordeno.
Bevery suspiro, no podía echarse atrás ahora.
Tomo la espada y volvió a colocarse lista para a****r.
Agnes también tomo su arma y se preparó para el combate.
Lo cierto es que, aunque la espada no era su elemento, Agnes había derrotado completamente a Bevery, terminando esta con la punta de la espada en el medio del pecho.
Era una completa derrota.
Agnes alzo las dos cejas.
-Eso fue más fácil de lo que pensé. - susurro. - cuidado su alteza, incluso podría robar su lugar en el trono. - dijo cerca de su rostro, para que solo ellas pudieran escuchar.
-Atrévete a intentarlo. - respondió, empujándola de su cercanía y acomodando su ropa.
-Fue un honor pelear contra usted, su alteza. - se inclinó sarcásticamente. - ¿Desea la revancha?
Bevery respiro pesadamente y negó, tirando el objeto al piso.
-La práctica termina ahora. - estableció y Agnes tuvo que aguantar la risa que quería escaparse.
Había sido demasiado fácil corromper la confianza de la pobre Princesa de Agnes.
¿A quién iba a poder salvar si escapaba ante la primera dificultad que se le presentaba?
Finalmente, la princesa se perdió en los pasillos del castillo y se dio vuelta, devolviéndole la espada al chico que aun descansaba sobre el banco.
-Aquí tienes. - dijo. - ¿Acaso te dejaste lastimar a propósito? - cuestiono, elevando una ceja.
Gawain se levantó del lugar.
-Jamás haría eso. - contesto. - Ella realmente logro darme.
Agnes asintió, examinando al chico de pies a cabeza.
- ¿No me felicitaras por haber ganado?
El chico soltó una carcajada, recordando la poca vergüenza que tenía la princesa y como aprovechaba cualquier oportunidad para intentar meterse en su cabeza y manipularlo. Pero él ya tenía experiencia con princesas manipuladoras.
-Felicitaciones, princesa Agnes. - inclino levemente la cabeza.
- ¿Estás seguro que no quieres unirte a mi parte del reino? - pregunto. - Un guardia como tú me dejaría mucho más tranquila.
Gawain rasco su barbilla.
-Oh por favor, te he visto entrenar. Podrías acabar con cualquier persona tu sola. Creo que esa es la razón por la cual ninguno de los soldados acepta ser tu guardia. - soltó.
Agnes sonrió de lado, acomodándose el cabello.
-Creí que era porque soy demasiado irritable como para que puedan manejarme. - confeso.
-También eso. - dijo Gawain, en un susurro que de igual manera la pelinegra pudo escuchar.
- ¿Qué te parece esto? Un duelo, tu y yo. Si yo gano, te unirás a mi ejército y serás mi guardia real, dejando de lado a ese intento fallido de princesa a la cual sirves actualmente.
Gawain lo pensó por dos segundos, y luego se encogió de hombros.
No tenía nada mejor que hacer en ese momento, Bevery seguramente estaba en su habitación recibiendo su segundo baño del día y luego durmiendo una pequeña siesta antes de lanzarse a algún lado a dormir.
Por lo que le pareció bien tomar la espada entre sus manos y hacer el saludo para poder comenzar la lucha.
Agnes fue la primera en a****r, pero fue fácilmente esquivada por el soldado, que retomo su lugar anterior y se preparó para el próximo movimiento de la pelinegro.
Así siguieron por un largo rato, Agnes intentando derribar la defensa de Gawain y este simplemente danzando de aquí para allá, sin recibir ni un rasguño.
Lo cierto es que estaban compitiendo en la fortaleza de Gawain, desde el primer segundo ambos sabían quien iba a ser el ganador, es por eso que el muchacho no pidió nada a cambio si era él quien ganaba.
Aunque le encantaba refregarle sus victorias a toda la gente, Agnes seguía siendo una princesa y debía mostrarle respeto.
Por lo que cuando se cansó de jugar al bailarín, hizo un rápido movimiento y la espada termino tocando el centro del pecho de la princesa, justo como ella había hecho con Bevery.
-Atacas bien, princesa Agnes. Pero aun te falta muchísimo por aprender, desde tu postura hasta tus ataques que son sin pensar. - soltó. bajando su espada y dando como acabado el pequeño duelo.
-Supongo que ganas esta vez. - reconoció.
Gawain rio y tomo un poco de agua.
-Ah, una cosa más. - levanto su dedo. - Si vuelves a lastimar a mi princesa, ya no seré considerado contigo. - escupió antes de dar una última reverencia y entrar a ducharse.
Nadie podía burlarse de la princesa, además de él.
(...)