POV Ian Cuando salí de aquel aeropuerto, solo pensaba en alejarme de ella. ¿Cómo era posible que una mujer me hiciera caer de esa manera? Y aunque me gustaba jugar con fuego, no sabía que tanto podía ella llegar a quemar, debía demostrar que quien tenía el control allí, era yo. Llegué a mi casa, en donde de inmediato me metí a dar una ducha, estaba esperando a Marisa, quería que una mujer me quitara el sabor y aroma de mi secretaria, porque la verdad no quería involucrarme más que pasionalmente con ella. Yo no sabía casi nada de ella, llegó como un ángel, solo que no sé si del cielo o del infierno. Cuando Marisa llegó, me lancé a ella con un hambre voraz, pero aunque quisiera no dejaba de pensar en mi secretaria, todo me recordaba a ella, si besaba a Marisa, me imaginaba besándola a el

