Alysa durmió profundamente, completamente satisfecha tras ver a Hades marchar. Al día siguiente, retomó su rutina como siempre. Desde hacía un tiempo, había dejado de ser bailarina erótica. Ahora tenía una pasantía en la carrera que le interesaba, asistiendo los fines de semana, mientras que el resto de los días trabajaba como modelo para adultos en una plataforma exclusiva. Administraba sus r************* con inteligencia, y gracias a su manera hipnótica de bailar y a un físico que encajaba en los cánones actuales de belleza, se convirtió en su propia jefa. Para su público, era una influencer irresistible. Nadie pasaba por alto su larga cabellera castaña con destellos dorados, su piel clara y la armonía perfecta de sus curvas. Sus ojos grandes y seductores, sus labios carnosos y esa cap

