CAPITULO 02

1111 Words
POV : DARA. Hay cosas en la vida que no deben ser descubiertas, no por qué sean malas y representen un riesgo, sino por lo fascinante que pueden ser... Tan asombrosas que te atrapan en un mundo subalterno a la realidad, del cuál no podrás salir fácilmente, exactamente eso fue lo que me sucedió a mí, un día comencé a saltarme cada una de las reglas que me mantenían encadenada y ya después no pude parar. Mi nombre es Dará Harper, actualmente tengo veintisiete años, desde que nací mis padres me han inculcado una educación conservadora, el noventa y ocho porciento de las cosas eran prohibidas. Mí niñez la pasé de un internado a otro, siendo estos religiosos y sólo para chicas, siempre me vestí cómo según ellos era lo correcto, mostrar alguna parte de mí cuerpo era inconcebible, mi comportamiento debía adaptarse al de una dama y guardarme para mi futuro marido. «Patrañas» Eso estuvo bien mientras fuí una niña qué sólo le importaba jugar con sus muñecas y soñar con su príncipe de sangre azul, pero después que entré en la adolescencia fue otra cosa diferente, quería experimentar, salir con mis amigas ver y conocer ese mundo que estába tan prohibido para mí, pero había un grandísimo problema... «Mi padre» Archer Harper. Cómo podría liberarme de él sin enfrentarlo y eso era lo que menos quería, porqué a pesar de todo yo lo amaba y no quería decepcionarlo, sino al contrario quería demostrarle que estába equivocado. Fue allí dónde todo comenzó, primero con pequeñas escapadas a las casas de mis amigas, luego vinieron las fiestas, los chicos y así me fuí acostumbrando a vivir una doble vida, en mí casa era la chica fea, desarreglada, sin amigos, aquella que vivía una vida monótona, sin emociones fuertes y le gustaba tejer.. « ¿A quién demonios en éste siglo le gusta tejer?» Pero fuera de mí casa, mi personalidad y apariencia se transforman, literalmente era otra mujer, una que era sensual, alegre, alocada, arriesgada y me encantaba ser el centro de atención de todos los hombres y mujeres que me rodeaban. Así fue durante muchos años, estudie una carrera luego monté mi propio negocio y lo hice siendo tan joven, porque siempre tuve muy presente que mi padre nunca me daría el mando de las empresas Harper's, aún siendo su única hija, el piensa qué las mujeres no estamos hechas para dirigir una compañía. Sabía que tarde o temprano el me encontraría un esposo "digno" y sería el quién se encargaría de todo. « hombres y sus costumbres retrógradas y machistas» De igual manera acepté las decisiones de papá porque no era lo que deseaba en el futuro para mí, yo era un ser libre una mujer que disfrutaba de su sexualidad, sin ataduras ni prejuicios pero seguía encerrada, había algo que le faltaba a mí vida y sabía justamente lo que era. Pero primero necesitaba salir de aquí para poder tener mi libertad completamente y poder buscar aquello que tanto anhelaba, para sentirme una mujer completa. En ese entonces entró a mi vida, mi boleto de salida el gran Astaroth Lennox. Un idiota más del montón y el mayor de todos los imbéciles, era egocéntrico, controlador, superficial pero sobre todo muy ambicioso, el candidato perfecto según papá, acepté el contrato de matrimonio y supe desde la primera vez que me vió que jamás pasaría algo entre nosotros, era obvio qué se unía a mí por el dinero, todavía recuerdo su mirada de repudio la primera vez que me vio.. «Dejó muy claro que sentía asco por mí aspecto, así que lo aproveché al máximo» No niego que me encanta lucir mucho más desagradable, cuándo lo tengo cerca porqué sé cuánto le incomoda mi apariencia, sobre todo esa voz chillona que suelo utilizar para hablarle. Todo salió tal cómo pensé, a Astaroth no le interesaba nada de mi vida, no hubo conversaciones entre nosotros, ni siquiera una mirada, el es feliz en su mundo con sus amantes y yo soy feliz en el mío con los míos, tenemos cuatro años de casados y ya para el quinto año buscaré por todos los medios una forma de divorciarme. En todos éstos años le he ocultado muchas cosas a mi maridito, pero la mentira más grande de todas es que soy una mujer horrorosa.. Apenas salí de mi casa descubrí mis verdaderos instintos, ya no era suficiente escaparse una noche para salir de fiesta y fingir ser otra. yo quería un lugar. «Mi lugar» Un averno particular para aquellos que compartían la misma pasión que yo, aquellos que estaban marcados por la lujuria y el placer siendo amantes de prácticas que estában mal vistas ante la sociedad pero que para nosotros no era así. Fue así entonces que nació Inccubus, dónde los pecados se servían en la mesa y eran degustados con el mayor de los deseos. Y, yo me convertí en Perséfone la reina del inframundo y ama de todo el lugar... Aúnque seguía llevando mi doble vida, era feliz, porque por fin tenía mi propio lugar y cuándo me convertía en Perséfone nada importaba, no existía ninguna regla para mí, simplemente era yo. Inccubus es un club privado, nuestros miembros pertenecen a un selecto grupo exclusivo los cuales poseen una membresía, pero también puedes entrar si uno de los nuestros te da una invitación, la única condicion que tenemos por el bien de todos es proteger tu identidad y no dar tu información personal a nadie, para evitar problemas a futuros. A causas de prejuicios y señalamientos por la sociedad, no nos responsabilizamos de esas aptitudes moralistas, por eso es obligatorio el uso de antifaz o mascara, lo demás que pase siempre y cuándo sea consensuado por ambas partes podrás hacer lo que tú quieras. Tenemos diferentes Tipos de entretenimiento, salas de castigos, salas amateurs para principiantes, salas de cristal en estás tú decides si te unes a participar o solo disfrutas de observar y por su puesto estaba la sala común. Donde sólo podías disfrutar de los buenos tragos y buscar parejas para entretenerte o simplemente disfrutar de los espectáculos de la noche. Una vez al mes celebramos la noche de Luxuria, es una noche sin restricciones, reproches ni prejuicios, donde yo como anfitriona y dueña principal del lugar le entrego a mí elegido hasta lo más intimo de mi ser, regalándole un experiencia inolvidable. Inicialmente hago una elección entre todos los candidatos o candidatas, el afortunado acepta pasar la noche conmigo bajo mi mando, hasta qué yo así lo decida.. «Ese día ya se acercaba y me sentía ansiosa tenía el presentimiento que este sería diferente a todos.»
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