Mi Medicina "Para Recuperarte"

                                                                                      Capítulo 1 Contado desde la perspectiva de Portia Anderson. Tres años exactamente desde la última vez que supe algo de ella, había evitado a toda costa siquiera escuchar su nombre, era como esa herida que está en el fondo de tu alma que aún no puedes sanar, esa herida que varios antídotos han intentado curar, pero sin respuesta alguna, seguía ahí, latente y doliendo, pero había aprendido después de todo a vivir con eso, era una carga que posiblemente tendría que llevar durante toda mi vida, independientemente de todo yo seguía adelante, aunque no fue fácil lo logre, y estoy aquí, entre nervios y dudas leyendo una invitación a un reencuentro con mis antiguos compañeros de la escuela y yo solo pude pensar en que tal vez la vida me la volvería a poner en el camino, ¿acaso tenía tanta mala suerte?, no lo sabía, pero entre tanto había una gran posibilidad de que me volviera a encontrar con esa parte de mi vida que jure olvidar, esa parte de mi vida que me hacía sentir débil, esa parte que llevaba por nombre: Seren Harris. Durante todo este tiempo me he mantenido en contacto con Jessica Evans, mi mejor amiga de la escuela, ella y Ángela si supieron a pesar de las adversidades mantener su relación, aunque Jessica muchas veces me contaba que Ángela salía con otras chicas, fue algo que establecieron desde un principio en su relación, no tener ataduras, ser libres, pero amarse la una a la otra a pesar de todo, tal vez si Seren y yo hubiésemos seguido ese ejemplo, estaríamos juntas hoy, pero creo firmemente en que todo pasa por algo y si el destino lo quiso así, pues así debió ser. La última vez que supe algo de ella fue por la misma Ángela, que a pesar de que le prohibí rotundamente que me comentara algo sobre su amiga, no hizo caso y una noche me contó que Seren, no era la misma de antes, la chica había cambiado completamente, cosa que me alegro por ella, pues los cambios positivos siempre son buenos para nuestra vida; me dijo también que Seren había optado por llevar un estilo de vida más saludable, cambio los ejercicios matemáticos por los ejercicios físicos, era una chica fitness ahora, su cuerpo había cambiado y su apariencia por igual. De mi parte creo que no he cambiado nada, uso ahora el cabello largo y me mantengo gracias a los entrenamientos con las animadoras, pero del resto sigo siendo la misma, esa misma que una vez Seren Harris logro cambiar. En cuanto a parejas, no he vuelvo a saber lo que es estar en una relación amorosa, tengo muchos pretendientes, chicos y chicas, pero no he sentido esa emoción o no me ha gustado realmente alguien como para dar ese paso, luego de mi última experiencia cerré mi corazón por completo; si he tenido experiencias sexuales, solo con chicas, pero siempre he dejado claro que no voy más allá, me siento mejor así, tal vez algún día llegue esa persona que me haga cambiar de parecer, por ahora lo más importante para mí, era seguir descubriéndome, disfrutar de mi compañía y lograr culminar mi carrera universitaria. Me encontraba caminando por el campus cuando recibí la llamada de mi amiga, Jessica Evans. – Evans – le salude a través del teléfono, dibujando una sonrisa. – Anderson – me respondió. – ¿A qué se debe el honor de tu llamada? – Quiero saber, si recibiste la invitación. – Si, por supuesto, pero no sé si pueda ir, es un viaje largo y estoy en exámenes ahora. – ¡Ay vamos Portia! – exclamó –   no seas aburrida, por favor, será divertido y tenemos meses sin vernos. Suspire con fastidio, sentía y algo me decía muy dentro de mí, que no debía ir a ese reencuentro. – No tengo muchas ganas tampoco – le respondí con fastidio. – ¿Es por ella verdad? – me preguntó con dudas. Me quede en silencio por un momento, ¿era esa la verdadera razón por la cual no quería regresar?, no lo sabía muy bien. – No – mentí –. Pero voy a pensarlo, y luego te aviso. – Espero que tu respuesta sea positiva, porque si no, voy a ir hasta allá y te traeré a la fuerza. – Que delicada amiga – le dije con gracia. Jessica soltó una pequeña carcajada y un silencio luego se formó entre nosotras, yo estaba dudosa si preguntarle lo que estaba rondando por mi mente, pero tenía mucha curiosidad. – ¿Ella irá? – le pregunte casi en un susurro. – No lo sé, Ángela dice que tal vez no, Seren no es la misma, hablamos poco, me he dado cuenta que tiene nuevos amigos, siempre va de fiestas y … –hizo una pausa. – ¿Y qué? – Y creo que tiene una novia. Se suponía que ese tipo de información no debía afectarme en lo absoluto, pero no podía negar esa extraña sensación en mi pecho al saber que tal vez ella sí pudo superarme y yo aún seguía asumida en ese abismo que llevaba su nombre. – No tiene nada de malo que tenga novia – le dije, tratando de sonar como que eso no me incomodaba. –Te lo digo porque, tal vez por esa nueva vida no quiera volver a la antigua, a ver a sus viejos amigos. – Me da igual Jessica, la verdad, cualquier cosa referente a ella me da igual. – No pareciera, preguntaste si iba, es por algo. – Solo por curiosidad, no te lo tomes tan a pecho, por favor. – Tranquila, no lo haré, pero por favor, espero que decidas ir, te extraño. – Y yo te extraño a ti, voy a pensarlo, ¿sí?, hablamos luego ya debo entrar a clases, cuídate y saludos a Ángela. Di por terminada la llamada de mi amiga Jessica Evans, y me quedé con una sensación amarga en mi interior, me odiaba por sentirlo, me odiaba por darme cuenta de que aun Seren Harris podía dominar mis sentidos, me odiaba por pensar en ella cuando se notaba que me había superado, me odiaba por olvidar lo que me hizo, por no poder odiarla cuando ella fue la causante de todo, cuando ella me hizo sufrir, me hizo llorar hasta mas no poder, cuando destruyó mi corazón en mil pedazos y me dejo cerrada por completo, pero yo debía ser más fuerte, y no me importaba si me tocaba volverla a ver, pues nada cambiaria entre nosotras, porque sencillamente nuestra historia acabo hacer tres años. Sacudí mi cabeza para por un momento sacar esos tontos pensamientos de mi mente y me dispuse a regresar a clases, cuando estuve a punto de entrar al aula escuche un estruendo proveniente del pasillo, por curiosidad me asome y vi que unas chicas le daban una cálida bienvenida a otra, negué con mi cabeza, a pesar de que una vez fui una de ellas, que también abuse de gente débil, me sentí mal, agradecía por todo lo alto haber madurado, trate de regresar y no tomarle importancia al asunto, pero escuche como tomaban a la chica y la pegaban con fuerza de una pared, me devolví y sentí pena por ella, su rostro denotaba terror, así que sintiéndome super girl me acerque con molestia. – ¿Por qué no te metes con alguien que si puede ponerte en tu lugar? – le pregunte de forma retadora, a la chica abusadora. Ella me miro con sorpresa, y luego una sonrisa se formó en su rostro. – Este no es tu asunto, Anderson. – Déjala en paz, ya estamos en la universidad, deberías madurar, ¿no crees? Su mirada era retadora, estábamos frente a frente, y cuando intento decirme algo apareció el decano y disperso a todos. – Gracias – escuche que me decían a mi espalda. Giré mi cuerpo y me encontré con una tímida chica. – No te preocupes, espero que Hanna no te moleste más, es una completa idiota inmadura. Ella bajo la mirada con una tierna sonrisa. – Yo también lo espero – me respondió con una sonrisa. – Soy Portia – me presente, estrechando su mano. – Un placer Portia, soy Isabella. Nos fuimos juntas a la clase, ya que casualmente compartíamos esta, mientras platicábamos amenamente, Isabella era nueva y necesitaba saber una que otra cosa para poder sobrevivir a esta jungla.