16

1743 Words
Le había dicho a Dante que no iba a dejarlo, pero las circunstancias no eran las mejores ahora para mí. Lo que me había propuesto ese día en la cama después de tener sexo. Me había hecho pensar muchas cosas, me dijo que iba a esperar por una respuesta cuando estuviera lista. Pero la verdad, no sé qué iba a responderle. —¿Amigos con beneficios? —me había sorprendido su propuesta. —No te molestes. Pero creo que ambos no estamos en situaciones para llevar una relación ahora mismo. Me sentí indignada. ¿me había utilizado? Y quería seguir haciéndolo, sin compromiso. —No lo sé. —Piénsalo. Te esperaré. Él me había dado la excusa de que la última vez que hablamos fuera del baño, él quería algo serio, pero después de ver que lo elegí por sobre Azael, sus sentimientos se volvieron algo distorsionados y se sintió lastimado. No quería volverse a sentir así, por ello me proponía ser amigos con beneficios y más adelante tal vez formalizar algo si ambos queremos. Se estaba tratando de proteger de un corazón roto. Igual que yo, y en eso estaba de acuerdo. Pero aún no sabía si era lo mejor para mí. ¿iba a poder sostener esto? Era una chica después de todo, con sentimientos. Las chicas solemos ser más sentimentales y la relación de amigos con beneficios, podría malinterpretarse después. Deberíamos poner reglas si no queríamos salir lastimados, entonces ¿estaba de acuerdo a ser amiga con beneficio de Dante? No lo sabía. Trato de distraerme viendo mis r************* , algo llama mi atención y es un articulo sobre alguien desaparecido. Parece afroamericano que estaba de vacaciones en España. Su familia debe estar muy preocupada por él. Paso a una fotografía de un modelo en revista. Le doy like. La calidad y ángulos de la fotografía es genial, espero algún día tomar ese tipo de fotos, ser un profesional. Dejo mi celular a un lado y bajo a la cocina por algo de comer. Veo algunas películas, y una frase sensacional se queda conmigo. “Los psicópatas no pueden amar. Solo se aman a ellos mismos” ¿Qué tan cierto es esto? Investigué un poco, y era verdad. La mayoría de los asesinos eran narcisistas y se creían un Dios. Pensé en el articulo de hace rato, del chico desaparecido afroamericano, ¿se habrá encontrado en su camino con un psicópata? ¿o solo se cayó en un agujero y no tiene señal en el móvil para pedir ayuda? cualquiera que fuera las suposiciones, esperaba que se encontrara bien. *** —¿Vamos a un concierto esta noche? —Judas está del otro lado de la línea. Estamos en vacaciones, así que puedo hacerlo. —Ok. Te veo en la noche. Dante me escribe. “¿Estás libre esta noche?” “No” “¿Por qué?” “Iré a un concierto con Judas.” Pone un emoji de enojón y los ojos en blanco. Sonrío. Que lindo. “¿El niño está haciendo su berrinche?” Envía un emoji de sacando la lengua. “¿Puedo ir con ustedes?” “¿Ah?” “Quiero verte esta noche, tiene días que no sé de ti. Sé que pediste tiempo, no voy a tocar el tema. Pero solo quiero verte” (emoticón de ojos llorosos) “Ok. “ Me envía emoticones de caritas con besos. Doy una risotada. Dante es tan lindo.   Estoy en la entrada con Judas, esperamos por Dante, pero tienen minutos que dijo que estaba cerca. —¿Por qué lo invitaste? —Dante no está del todo contento que le haya invitado. —No lo invité. Él solo se invitó. —¿Y no pudiste decirle que no? Esta era nuestra noche. —Judas, no seas tan malo con él. Pone los ojos en blanco. —¿Está pasando algo con ustedes? ¿Pasó algo en mi casa esa noche? No le he contado que me cogí a Dante. Y no quería hacerlo para que no se enfadara conmigo. Solo le había dicho que decidimos ser amigos, y estábamos tratando de mejorar nuestra relación, que todo había sido un mal entendido. —¿Segura? ¿No me mentirías verdad? —trago saliva y sonrío. ¿Por qué le miento en la cara? Es mi mejor amigo. —Claro que no. —mis brazos lo rodean y aprietan, —Te amo. —Yo más. Una tos seca nos hace separarnos. Dante está mirándonos con la mandíbula apretada y unos ojos que clavan a Judas. ¿Celos? —Dante. Hasta que nos honras con tu presencia. —Los ojos de Judas eran dagas, y Dante no las esquivaba. —No podía perderme un concierto con ustedes, chicos —Sonríe tan malditamente sexy como solo él puede hacerlo. Su cabello plateado cae sobre sus ojos y tiene las manos dentro de la gabardina negra que trae puesta, usa un jersey con cuello de tortuga gris que combina tan bien con su cabello y ojos. Santa madre de los aliens, estoy hiperventilando ahora mismo, es un mismo dios griego. —Creo que deberíamos entrar. —Apuro a decir, para que dejen de decirse cosas estos dos. Judas me toma de la mano y Dante quiere encender las manos de Judas con la mirada. Intento olvidar lo que vi. El concierto es en un bar, que está modestamente lleno. Dante se ofrece a traernos bebidas, y Judas toma esa oportunidad para decirme: —Algo aquí está pasando. Dante no parece querer ser solo tu amigo. Él quiere algo más. —¿Qué? ¡No! Para nada. Cuando habló conmigo, me dijo que quería solidar nuestra amistad, y que fuéramos bueno el uno para el otro. —Las miradas que nos dio ahí afuera no parecían ser solo de un amigo. Si no mas bien de un amante. Era obvio que estaba celoso porque te abracé y nos tomamos de la mano. ¿No lo viste? —No. Para nada —intento hacerme la tonta. Bufa. —No le tengo confianza, le traeré vigilado. No quiero que intente nada contigo, no te merece. Y espero que tú igual te mantengas alejada por él. No quiero verte sufrir ¿ok? Asiento. —Claro, cariño. Me odiaba por mentirle a Judas, es mi mejor amigo. Pero no estaba preparada para decirle que había caído en el encanto del hechicero Dante, verle su rostro de decepción me mataría más. Dejo escapar un suspiro y fuerzo una sonrisa cuando Dante vuelve con las bebidas. Después de unas horas, el concierto termina y estamos listos para ir a casa. —¿Te gustaría que te lleve? Mi hermana está cenando con una de sus amigas cerca de donde vives, pasaré por ella después de dejarte. —Dante se adelanta sin previo aviso, para que Judas no interfiera en ello. —No creo que sea necesario. La llevaré yo. —Judas está celoso. —Cariño, creo que estaría bien que me llevara Dante. Para que no te desviaras de tu camino, es tarde. —No paso desapercibido el hecho de que está herido. —Ok. —Me besa en la mejilla cerca de los labios, algo de lo cual Dante se da cuenta, pero no dice nada. —Te amo. —Sonríe. —Yo más. Nos despedimos y Dante me abre la puerta de su camioneta. —¿Por qué dejaste que casi te besara en los labios? ¿Lo hace siempre? ¿Y eso de decirse te amo? ¿No son mejores amigos? —Está molesto. Sonrío, es muy cómico verle tan cabreado. —Es mi mejor amigo, y por eso nos decimos te amo. Así como cariño, y otras cosas tiernas, es la forma en que nos demostramos nuestro amor. —explico. Pude optarle no decir nada, pero se me hacia muy chistoso el hecho de que hiciera todas esas preguntas. —¿Y el beso? Me encojo de hombros. —Lo hizo para molestarte, piensa que pasa algo entre nosotros más que amistad. Está tratando de ponerte a prueba, para ver a qué hora explotas y confirmar sus teorías. —¿No le dijiste de nosotros? —No hay un ´nosotros´. Solo somos amigos, todavía no respondo a tu propuesta. No puedes saltar a una conclusión sin que te haya dado razones para hacerlo ¿ok? Hace una mueca. —Pero aún así. Tuvimos sexo, y fue más que amistad. Diría yo, que somos amantes. Casi me ahogo con mi propia saliva. —¿Qué? No somos amantes ni nada parecido. Se encoge de hombros. —Todavía no tengo una respuesta, cuando esté lista te lo haré saber. Abro la puerta de la camioneta, lista para ir a casa, cuando su mano me sostiene antes de bajar. —¿No me darás un beso de buenas noches? —su pregunta me toma desprevenida. —No. Me da mirada de cachorro. Trato de zafarme de su agarre, pero me sujeta más fuerte. —vas a quebrarme la mano, déjame ir. —Solo un beso —hace un puchero, y juro por todos los bebés aliens del mundo que hizo que mi corazón latiera más deprisa. Tomó toda mi voluntad para mirarle y decirle que no. Pero es solo un beso, un inocente, no significa nada Natalia. Se inclinó hacia donde me encontraba y pude sentir su aliento a alcohol mezclado con menta, nuestros ojos conectaron y pronto me sumergí en esos labios carnosos que prometían hacerme feliz por ese breve momento, su mano tomó mi rostro para darle más profundidad al beso y eso me hizo gemir cuando introdujo su lengua, era sexy.  Tuve que terminar el beso, porque se estaba poniendo más intenso el ambiente, sentía como su cuerpo quería más y el mío igual. —Creo que debo irme. —No. —Dante, es tarde. Mi madre no tarda en llegar a casa. —Está bien. —Pone nuestras cabezas juntas —No quiero perderte. Espero que elijas aceptar la propuesta. —Dame tiempo. —Tomate todo el tiempo que necesites, esperaré. Te necesito —me da un último beso y me bajo. Se ve perdido cuando lo miro antes de cerrar la puerta, como si necesitara que le consolaran. Dante Vélez, ¿Qué escondes? ¿Qué demonios te atormentan? Cada ser humano vive una batalla y la pelea a su manera. ¿Cuál era la tuya?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD