Amor

2149 Words
Salí de la habitación con ayuda de Annie, yo me sentí un poco rara, jamás me había hecho tan cercana a chica elfa, siempre estuve entre humanos. Ella me llevo de la mano hacia la recepción, ella tenía dos objetos allí, un con letras raras y una flor. La verdad poco entendía los elfos, ellos eran más del campo que de la ciudad. —Me falta algo….. Me recordé del tipo que Saul dejo allí tirado en la habitación tal vez el lo había tomado, aproveché la ocasión para preguntarle por La relación de ella y Saúl. —Eh….tu y él que son? Ella se sonrojo un poco, y me preguntó por lo que le dije. —Quien?. —No te hagas la santa…Saúl… —Nada, yo solo trabajaba en la casa de Henry, como empleada, me encargue de él cuando era un adolescente y no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor. Después llegó ese elfo y se ofreció para ayudarlo, era un desconocido, no me gusto su cercanía con el, pero después entendí que no era malo y quise comprometerme con el para estar cerca de Henry, el no entiende su parte elfo y yo trate de explicarle, pero me echaron de su casa por miedo a que yo lo enamorara a él. Le dije a Saúl que se casará conmigo para que nadie dijera nada, pero el se negó de una forma un poco extraña. Ya me imaginaba al Saúl, el a pesar de mostrará serenidad, era algo tímido para esas cosas. Annie siguió hablando del tema. —El se cayó al piso, como si le fuera dicho algo indebido y se fue corriendo. Decidí irme ese día de esa casa. Ese elfo escondía algo, lo cual me dejo con muchas dudas, así que planee algo. —¿Por qué no te unes a nuestro grupo?. —Eh…ah…su grupo.. —Si, así descubriremos que oculta Saúl, tú lo pones nervioso y eso es raro en el. Si tú le gustas, ¿Por qué se comporta así?. Ella se quedó pensando en eso, aunque fue algo bastante apresurado sentí que era indicado. Conocía a Saúl y Henry, además me podía dar una mejor perspectiva de todo, me sentia un poco mejor con ella. Mientras la elfa decidía el elfo apareció de la nada. Se veía serio y algo nervioso. —Eh…hola…veo que ya estás bien. Bueno Sara nos vamos de este lugar. —Tan rápido…eh espera hay algo que debo decirme?. El hizo un expresión algo curiosa, parecía sorprendido, tal vez se estaba imaginando que sería. —Quiero unirme a su grupo—dijo de la nada la recepcionista. Saúl se quedó en silencio y trato de procesar lo que había dicho. Cuando pudo entender lo que sucedió hablo. —Lo lamento es peligroso, no me gustaría verte en problemas. —Entonces, ¿yo te gusto?. El movió una ceja de una manera singular y se puso serio. —No, y por favor no hagas ese tipo de comentarios. Ella salió de el pequeño lugar donde estaba la recepción y fue hasta el, lo vi frente a frente como si se fueran a besar en la en el boca. En cayó al piso como si hubiera visto un fantasma. Cada vez el me sorprendía más, era un cobarde cae vez mi manera de verlo se hacía más mala. En medio de un impulso el se levantó y hablo. —Esta bien, creo que tengo que decírtelo, bueno…tu te pareces a alguien que quise mucho, me case con esa persona y ella murió. Está bien…¿ya puedes dejar acercarte a mi de es forma?. La elfa tenía los brazos cruzados y se sonrojo, una expresión algo linda, hasta hablo de la manera más amable. —Ya entendí, pero de todas maneras quiero unirme a su grupo… —¿No hay nada que me haga acerté cambiar de opinión?. —No. El se levantó y la tomo de las mejillas. —Me preocupas, no me gustaría verte herida, tendrás que aprender mucho, te enseñare algunas cosas. Me sentía algo celosa de esa escena romántica entre esos dos, pero me tuve que quedar allí hasta que todo se cuadrara. Me preguntaba quien se encargaría de este lugar tan alejado. […] En la noche abandonamos la ciudad con rumbo a otro lugar donde había una misión para nosotros. La carroza en la que íbamos le pertenecía a Henry, y la manejaba un guardia real, parece que fue impuesto por los nobles, me daba un poco de lastima por el. No le daban libertad de hacer sus cosas. Lo bueno era que estábamos los cuatro allí en esa carroza, no sabia que mision había pedido, yo tenía algo de curiosidad por lo nuevo sitio al cual íbamos. Yo me había quitado esa ropa de Bert y me quedé con lo que me dio Henry. La noche produjo mucho sueño, Annie se apoyo en mi hombro, eran un poco curiosa sus orejas, por respeto no me atreví a tocarlas y ignore lo que pasó. Mientras tanto Henry miraba los lugares donde pasábamos, traía una armadura y su espada. Todo se lo había dado la ciudad por la deuda que tiene el mundo con sus antepasados. Saúl tenia los brazos cruzados y los ojos cerrados, casi a la expectativa de lo que pasara al alrededor. […] A la madrugada llegamos a un pequeño pueblo. Este era muy frío, incluso Henry con su armadura se estaba temblando. Saúl estaba tranquilo, parecía no tener frío. Yo quería subirme en la carroza a resguardarme allá. Cuando voltee ví a varios hombres con armaduras desde los pies hasta la cabeza. Uno de ellos se quitó el casco y dejo ver su rostro. El era de cabello n***o, ojos azules, algo de barba, rostros alargado y bastante guapo. Me robó un poco el aliento cuando lo vi. Hasta Annie estaba un poco encantada con el, pero Saúl estaba totalmente desconcertárdo. Algo asustado. Ese hombre se acerco a Henry y lo miro de la cabeza a los pies. —Asi que tú eres el futuro héroe…eres una lastima, mejor cásate y dale la oportunidad a otra generación, tu eres una perdida de tiempo, no se porque Bert gasta tanto en ti. Mi compañero saco su espada, se veía molesto como si quisiera pelear, nos e aguanto esa palabras de un aparecido como el, pero Saúl se metió. —Arnold, no te metas con el…le falta mucho por aprender, y tú eres un estúpido. —Tu pupilo es un inútil, a ver cuántas mazmorras limpio. Cuántas ciudades salvó. Este chico es un estorbo tendrás que esperar otros 20 años o que aparezca alguien que valga la pena. Al parecer el elfo y ese hombre se conocían, me parecía un poco creído, pero no podía decir nada. Todo se calmo de un momento a otro. Llegó alguien que parecía ser un habitante de este lugar. Un hombre de edad, algo pequeño, con barba larga y blanca. Unos ojos tal algo grises, que parecían estar cansados. —Jóvenes, por favor no peleen. Bueno llámanos a varios gremios, pero solo dos grupos vinieron, la paga no es mucha. Esto es lo poco que recogimos, por favor ayúdenos… Han sido días duros…unos dragones han empezado a matar y quemar todo lo que ven…no sabemos que hacer…solo elimínelos. El se giró un poco hizo un gesto para que lo siguiéramos y todo los fuimos con el. Henry me dio la mano y me susurró algo, nos alejamos del resto. Nos fuimos a un bosque y el me empezó a hablar. —Eres capaz de levantar un arma?. —Si, me da igual, ya lo hice antes. El saco una espada, pero no era de las comunes. Era esa espada que yo había sacado de ese lugar. —Debes acostumbrarte a esta, necesitamos tanta ayuda como sea posible. Se que te estoy exigiendo mucho, pero creo que ya no te hará daño. Yo la empuñe y tal como lo dijo el, no paso nada. —Bueno, creo que ya podemos volver. No me moví y decidí hablarle. —¿Y vas a dejar que el te humille así? —No puedo hacer mucho, tengo que enfocarme entrenarme un poco más y empezar a trabajar la magia que heredé de mi familia elfo. El se veía seguro, y muy concentrado, pensé que se dejaría llevar por ls rabia y pelearia con ese hombre. […] Los dos nos reunimos con el grupo. Todos ellos estaban viendo un pequeño dragón que ellos habían atrapado, de la nada ese hombre dea armadura decidió matarlo en frente de todos. Fue algo indignante, no lo dudo. Solo lo hice sin dudarlo. Todos lo miraron un poco sorprendido. —¿Qué van a llorar?. Está cosa nos puede matar a todos hay que eliminarlo a todos No puede quedar ni uno vivo. Sus ojos mostraban ese odio por los monstruos. Nadie le reprocho nada, no podíamos contradecirlo, la gente que murió por esos animales diría lo mismo. Henry me tomo de la mano y me miró a los ojos. —Yo estaré delante de ti, solo copia mis movimientos, pero esto fue un poco repentino, no sabíamos que eran dragones, esto ya es otro nivel. Saúl nos protegerá con su magia. Se veía un poco lindo, su expresión era linda, sus ojos negros, mostraban su preocupación por mi. Yo solo puede devolverle su preocupación y apreté su mano. Tratando de darle uns respuesta. Mientras eso sucedía cerca de nosotros paso ese hombre. —Mmm, ya veo conseguiste con quién hacer hijos, lamentablemente no podrás. Herny llevaba una armadura, pero en el pecho y los brazos, tenía unos pantalones y botas. Recibió una patada allí abajo. Eso fue totalmente fuera de lugar, ¿Por qué el hacia eso?. Me enoje mucho y saque la espada que me dio. El era muy rápido solo se corrió y logro esquivarlo, solo lo corte un poco en el rostro. Sus amigos de la nada apareció, y me apuntaron con sus armas. Saúl de la nada reacciono y le puso su daga en el cuello a ese sujeto. —Arnold, por favor dile a tus hombre que baje sus armas. El sonrió un poco y empezó a hablar. —Eres increíble….esa chica tiene la espada de tu exestudiantes, es interesante, ¿Cómo logro manejar eso?..¿Que hiciste?. Me quedé medio confundida cuando dijo eso. ¿A qué se refería el? El siguió hablando . —Bueno, bajen sus armas…vamos a prepararnos para la noche. El y sus hombres se fueron como si nada. Saúl fue a ver a Henry que se movía del dolor y trato de hacer un raro hechizo para curarlo. Ese tal Arnold a parecía conocer mucho a Saúl y acerca de los héroes. Me parecía algo loco, eso había sucedido hace como doscientos años, era una locura que el y elfo los conocieran. […] No fuimos a un hospedaje, pedimos dos habitaciones para descansar, está vez yo la compartiría con Henry, Saúl estaba algo tenso y ya no estaba tan seguro como antes. Todo apuntaba que iba a ceder ante Annie. Yo estaba al lado de mi compañero, debido al golpe tuvieron que dormirlo para que descansara un poco. Pensé que lo mejor que debía hacer era lo que todos les decían que tuviera hijos y le dejara está a la próxima generación, pero el le tenía cierta fobia a las relaciones. Empecé a pensar en darle la oportunidad, no se en que momento me empezó a ocurrir lo mismo que Saul. Yo había actuado por puro impulso, creo que el me estaba gustando. Deje de pensar en eso y me recosté a su lado en esa cama y lo abrace. Sentí que debía protegerlo a toda costa. Tal vez estaba delirando por estar aquí. […] Me despertó una voz. Cuando abrí los ojos lo vi a él. —Sara….Sara…. Me senté en la cama, yo estaba medio dormida y le respondí. —¿Qué pasa?. —Eh…lo que hiciste a hora no lo vuelvas a hacer por favor. —¿El abrazo? —Eso, y esa pelea. El no dejaba de mirarme, se veía muy incómodo, y me tomo de la mejilla. —Ese Saúl te hizo algo. Me lo esperaba, el no puede obligarte… Más o menos entendí y lo tome de la mano. —Suéltame, debo aclararle las cosas a ese elfo, el no puede hacer esto. —Lo mejor es que no lo hagas, solo deja a ver qué sucede, quien sabe, tal vez seamos algo. —Yo viví algo parecido a lo que viví, tu no debes pasar por eso. —Solo déjalo, tu me interesas un poco…. La expresión de rostro mostraba una sorpresa. Yo también me puse un poco roja, eso fue algo raro. A pesar de todo yo sentía cierta atracción hacia el.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD