Capítulo 6

1335 Words
—Escucho estas palabras y siento un escalofríos recorrer mi cuerpo pero lo ignoro, son nervios y es lo más normal, va a pasar es lo único que se; tomo su mano y recorremos el pasillo de vuelta pero está vez nos detenemos dos puertas antes de donde dejamos a Fede, Alfredo abre una de ellas y me hace pasar, ante mi tengo una habitación tan grande como la mía decorada totalmente de color n***o, unos tonos mas claros que otros pero no dejan de ser n***o, es hermosa me encanta, todo está en el orden correcto, no parece una habitación de un chico pero el solo hecho de la decoración se que es la habitación de Alfredo, me gira hacía él quedamos frente a frente y noto cierta inseguridad en su mirada. —¿Estás bien? —pregunto—. —¿Estás segura de esto? —asiento— ¿No te vas a arrepentir después? —¿Podemos simplemente no pensar en qué pasará después? —Vale. —Corto el espacio que queda entre nosotros y lo besó, no sé quién está más nervioso, se que no es su primera vez pero la mía sí y imagino que está nervioso por mí, nos besamos con muchas ganas, como ya dije, Alfredo besa divinamente bien, en este momento no tengo mente para nadie más que no sea él, el después ya se verá. Seguimos besándonos y es un sin fin de emociones y sensaciones, no quiero que este momento acabe pero la realidad es otra. Alfredo quita mi chaqueta de cuero y luego empieza a quitar mi camisa siento como sus dedos tiemblan cuando me roza, también noto que estan un poco fríos, nervios, no sé por qué pero a pesar de ser mi primera vez me siento tranquila —es Alfredo pues— tú cállate, es mi momento, no el tuyo —vale— dejamos de besarnos un instante y procede a quitar mi short junto con mis zapatillas, quedó sólo en ropa interior y siento un poco de vergüenza y él lo nota, mi cuerpo es casi perfecto, todo está donde tiene que estar pero es normal que me intimide, nunca antes había estado así delante de él, bueno, delante de nadie de hecho. —Nuevamente ¿Estás segura de querer hacerlo? —asiento— eres tan hermosa Catalina. —Me besa nuevamente y a su vez empieza a quitar su ropa, lo hace con tanta rapidez sin dejar de besarme, ambos estamos solo en ropa interior y el calor de nuestros cuerpos juntos es maravilloso, pagaría mil veces por volver a estar así con él, caminamos hacía la cama y me tumba en ella con él encima de mí, pesa un poco ya que yo soy super flaca y pequeña y él es alto y de hombros anchos, me acomoda debajo de él como si de una pluma se tratase, me sigue besando los labios y empieza a acariciar mi cuerpo, sus manos son suaves y con cada roce siento como si mi cuerpo ardiera, suelta mi brasier y lo quita dejando expuestos mis pechos, estos son pequeños pero se que se ven bien, deja de besar mis labios y empieza a besas mis pechos, roza suavemente mis pezones con la punta de su lengua y siento sensaciones maravillosas y me encanta, Alfredo sigue jugando con mis pezones y siento como una de sus manos empieza a deslizarse por mi cintura, baja a mi abdomen plano y pasa por debajo de mi pantys, empieza a rozar mi punto más sensible con uno de sus dedos, empiezo a gemir y el deja de acariciar mis pezones con su lengua y sube a mi boca, me besa tragándose mis gemidos mientras sigue jugando con mi clítoris, de pronto siento como uno de sus dedos roza suavemente la entrada de mi v****a. —Estas tan húmeda —me dice en voz baja y me sigue besando—. —Su dedo sigue jugando en la entrada de mi v****a y siento como lo introduce muy lentamente, así juega conmigo por un rato más y luego decide terminar de quitar mis pantys y acaba de quitar su boxer liberando su enorme erección, abro mucho los ojos y siento un poco de temor, se posa encima de mi y me mira. —Si te duele mucho paramos ¿Vale? —asiento— ¿Estás segura de continuar? —vuelvo a asentir— bien, por esta vez solo te haré el amor, ya si se repite te haré lo que quieras, entiendo que es tu primera vez y no quiero asustarte. —Empieza a besarme nuevamente, no sé a qué se refiere con eso último que dijo pero lo ignoro, de pronto siento como posa la punta de su pene en la entrada de mi v****a, me echo un poco hacía atrás por los mismos nervios, de verdad va a pasar. —Todo va a estar bien Cata, pero si prefieres paramos. —No, estoy bien —lo beso—. —Seguimos besándonos y nuevamente posa la punta de su pene en la entrada de mi v****a y esta vez sí permanezco allí, empieza a entrar en mi lentamente y dolor, siento mucho dolor pero me gusta lo que siento, de un momento a otro para y pregunta: —¿Lista? —no entiendo su pregunta pero asiento— vale. —Se introduce completamente en mi y ahogo un grito el cual él se traga besándome, me aferro a su espalda y siento que le estoy haciendo daño pero es que aún siento mucho dolor. Pasados unos segundos el dolor ya ha cesado un poco y me relajo Alfredo lo nota y siento como su pene empieza a salir lentamente de mi y vuelve a entrar nuevamente, el dolor es soportable, sigue entrando y saliendo de mi suavemente sin parar, ya me gusta como se siente y no quiero que pare, ¿Por qué tarde tanto para este momento? Me gustan todas las sensaciones que siento en este momento, mi v****a se amoldo al tamaño del pene de Alfredo y eso está bien, ya no hay dolor, placer, me encanta este placer que siento, Alfredo sigue entrando y saliendo de mi sin parar, una, dos, tres, diez veces, gimo de placer, veo su cara y me fascinan sus gestos, me penetra más fuerte y imagino que lo que estoy sintiendo son sus fluidos ya que creo que se derramó dentro de mí y se siente maravillosamente bien, suspira y me mira. —¿Estás bien? —Mejor que nunca —le digo—. —¿Te gusto? —No te imaginas cuánto, pero me duele. —Aguarda —dice y saca su pene de mi interior y siento un poco de ardor ligado con dolor—. —¿Podemos volver a hacerlo? —Las veces que quieras, pero hoy no, no quiero hacerte daño. —Eres tan hermoso, gracias. —Tú eres hermosa, gracias a tí por permitirme ser el primer hombre en tu vida Catalina. —Quería qué fueras tú —digo besándolo y acariciando su cabello—. —Tenemos que vestirnos —dice muy cerca a mis labios— no quiero que Carlota les reclamé por mi culpa. —Tienes razón, vamos a vestirnos para que nos lleves a casa. —Antes de vestirme voy al cuarto de baño, me aseo y noto la sangre en mi interior, salgo de allí, me visto y una vez ya vestidos camino hasta Alfredo lo abrazó y lo besó, después sólo lo abrazo y siento algo extraño en el pecho a lo cual no le presto mucha atención, dejamos de abrazarnos y decidimos ir a buscar a Fede para marcharnos a casa, vamos un poco antes de lo planeado, nunca olvidaré este día y mucho menos lo que acaba de pasar, lo cual ha sido lo más maravilloso que he hecho nunca y de verdad me siento feliz de que haya sido así.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD