–¡No me puedo descuidar ni un segundo contigo–Patrick rasco su oreja. Estaba molesto por lo que había hecho–de verdad que a veces puedes ser muy tonta ¿Qué ibas hacer tu sola en la noche? Estabas a punto de morir.
–Necesitaba hablar con Bernardo–bajé mi cabeza avergonzada.
El tenía razón, fui estúpida por salir así y todo para arriesgar mi vida por nada. Mis amigos pensaban que era una zorra y Bernardo había tratado de olvidarme con otra chica.
Me sentí llenar de rabia por su engaño, luego de decir que me amaba, luego de jurarme que jamás nos separaríamos y a la primer señal de problemas solo me deja sin remordimientos, lo peor era que Jessica creía que le quería quitar a su novio al igual que Santa.
–casi mueres a manos de ella–me recordó.
Ah, eso también se me olvidaba, estuve a pun
