JESSICA: Solo estamos en una fiesta. No deberías venir Su mensaje era claro. Ya hace dos días que había terminado con Bernardo y me sentía más sola que nunca. Mis amigos apenas me dirigían la palabra, nadie entendía que estaba pasando, pero yo sabía quién era el culpable. Drakon había decidió mantenerse en silencio estos días. Su voz había estado apagada y lamentablemente no me reconfortaba. Podía sentir que había ojos mirándome a todas horas esperando la oportunidad perfecta de atacarme. ALICE: Nesecito arreglar las cosas con él. Nada es como ustedes piensan, yo amo a Bernardo. JESSICA: No creo que sea buena idea, amiga. Pero tu sabrás que es lo que haces. Claro que vería que hacía y ahora solo me dirigía a la playa, hablaría con Bernardo y todo sería igual que antes. El frasco de

