Narrador
Ingresando por las amplias puertas de la mansión Hastings, Antón abrió los brazos, apenas notó a Lara que se aproximaba hasta él, descendiendo por las escaleras con no muy buena cara, y es que su vida había cambiado de un momento a otro; después de su matrimonio, pasó de ser un alma libre que vestía como quisiera, a alguien a quien le elegían hasta el desayuno, lo cual, le parecía muy molesto.
Abrazándola de manera cariñosa, Fisher deposito un casto beso sobre su frente, y tras separarse de ella, la tomo de sus hombros antes de preguntar.
—¿Qué te ocurre Lara? ¿Hastings te hizo algo?
Por más que Lara quisiera mentir para desatar una disputa entre su padre y Julián, esto le era imposible; el hombre no la había tocado, solo le había cortado el sueño, y comprado un par de prendas de vestir, pero nada tan grave como para ocasionar una pelea entre ambos hombre, lo cual le parecía frustrante.
Lara en su lugar, solo bajo su rostro, y después de respirar pesadamente paso al lado de su padre, hasta llegar al sofá en donde se dejó caer, estresada
—No, solo modificó mi manera de vestir y de ahora en adelante tengo que salir de la mansión con seguridad... Me siento más controlada que contigo, él es asfixiante
Esto hizo que a Fishers se le inflara el pecho de orgullo, Julián no solo estaba cumpliendo con sus expectativas, sino que las estaba sobrepasando con lo eficiente que era, lo cual era fascinante, por lo que tratando de fingir empatía con Lara, este se acercó a ella, y tomando asiento a su lado extendió su brazo para que esta se recargará a su costado, reposando su cabeza en él
—Hay cosas que debes comprender y asimilar Lara, ya nuestra situación económica está bastante dañada, así que por ahora debemos ceder, además de eso... Recuerda lo del accidente, estar ligada a Hastings nos ayuda con tu caso, lo menos que quiero es que mi hija termine en la cárcel.
Lara, como si tuviese un resorte en su espalda, aterrada por lo que oía, se colocó de pie enseguida, y remojando sus labios, retuvo el aire antes de responder.
—Lo sé, y lo peor de todo... Es que estar casada con Julián no me quita el temor que siento, todo lo opuesto, él me inquieta ¡Mierda soy un desastre! No solo no recuerdo haber arrollado a esa mujer, sino que para tener un equipo de abogados me tuve que casar con un hombre que quiere regular hasta mi forma de respirar... Todo es tan...
La frase quedó inconclusa mientras Lara caminaba por la estancia de la mansión muy inquieta
¿Que si Antón estaba siendo malo con su hija?
Por supuesto que sí, pero debido a Lara y su tosca forma de actuar, ella misma lo orillo a esto, lo cual muy a pesar de no desear hacer, no tuvo otra salida. Por lo que colocándose de pie, este llego hasta ella para abrazarla de nuevo, y musitar.
—Confía en Julián, es un hombre astuto, inteligente, y con mucha influencia, él no solo sacó a la empresa que su padre dejo en la miseria, sino que ahora es una de las que más promete, ten por seguro que él no permitirá que su esposa valla a la cárcel por un caso que tiene tanta incongruencia... Lo que sí te digo, prepárate la primera audiencia está cerca.
Por unos segundos el corazón de Lara se detuvo, así como también la saliva se quedó atascada en su garganta, por el simple hecho de escuchar la palabra audiencia, lo cual Antón noto.
—Sé que hay cosas que no están claras en tu cabeza, el cómo llegaste ahí… ¿O que pasó con Gastón? lo único que diré, es que entre Julián y yo, arreglaremos eso, confía
Para Lara esto no le brindaba tranquilidad, todo lo opuesto, la tenía inquieta, Julián, su forma de ser, quien le daba entender que no le importaba en absoluto ella, y lo sucedido un par de años atrás, en ese viaje con Nadia
—¿Y Eso debería tranquilizarme, padre? ¡El único hombre que puede ayudarme a salir de ese asunto es Gastón! Y el desgraciado ni responde mis llamadas... Julián Hastings con lo imbécil que es, estaría dichoso que fuese presa, estoy más que segura que celebraría
Antón sabía que esto no era cierto, Hastings por controlador, vanidoso y obstinado que fuera, jamás permitiría que se dañara su imagen con un escándalo así, por lo que movería sus influencias para evitarlo.
Además de eso, ya Antón estaba trabajando en el asunto, no solo había contratado a los mejores abogados de la ciudad, a escondidas de su hija, sino que también estaba buscando al supuesto novio de Lara, quien para él era el principal culpable.
Por lo que Lara y la posibilidad de que perdiera su libertad, no existía
—Solo confía en mí, en lo que hago... y cuando salgas absuelta de todo, solo agradece.
Lara, un poco nerviosa por la charla con Antón, cruzo los brazos al nivel de su pecho, y escuchando como la puerta de la mansión era abierta en esta ocasión por su esposo, quien venía llegando de la empresa, desvío su vista a este con sus ojos un poco cristalizados.
—Buenas tardes, Antón... Veo que vienes a ver a tu hija.
Lara tratando de disimular que la charla no la trastoco, solo bajo su rostro y manteniéndose en silencio, Julián y Antón sostuvieron una charla irrelevante, por unos segundos en su presencia
—¿Y como se preparan para mañana? Según me dijo mi asistente, la oficina de Lara ya está preparada, justo al lado de la tuya, recuerden que deben mantener la imagen del matrimonio ideal frente a todos.
Por primera vez desde que Julián llegó, Lara elevo su vista, y encontrándose directamente con la de él, Hastings supo que algo no andaba bien con ella
—Normal, no le veo relevancia que Lara se una a mi equipo de trabajo, por otra parte, espero que ella se pueda adaptar rápido y que ambos cooperemos al crecimiento de la empresa. Aparte de eso Antón, tu hija y yo sabemos perfectamente mantener nuestra fachada
Todo esto Julián lo dijo observando a Lara, quien le esquivo la mirada enseguida para que no notará sus ojos llorosos, e interrumpiendo el instante con una pequeña carcajada, Fisher agrego
—Creo que todo saldrá maravilloso, confió en ustedes... ahora Lara, espero que pongas de tu parte.
Desgraciadamente en ese momento llego Margot con el teléfono de casa en su mano, y tras pedir permiso, dijo algo que incómodo a Julián
—Señor, su madre está al teléfono, al parecer vendrá antes de la fecha acordada, por lo que prepararé su habitación
Julián, en ese instante y de forma evidente, demostró que no le agrado lo que dijo el ama de llave, y después de apartarse, tomó el teléfono para responderle a su madre, quien desde hacía mucho se había mudado a otro continente y lo visitaba en ciertas fechas.
—Recuerda Lara, confío en que harás lo correcto, ahora tengo que irme, sé que estás bien y que mañana los dejarás deslumbrados con tu inteligencia... De algo debe servir estudiar tantos años
Aunque no lo pareciera, y aunque ella lo negase, Lara, por obligación de su padre, había estudiado administración, carrera que no ejerció, ya que esto era algo que no le gustaba, y odiaba con toda su alma, pero sin tener otra salida tuvo que estudiar.
Con el corazón removido aún por lo de la audiencia, Lara solo sonrió forzadamente y después de despedirse, Antón se marchó de la mansión
—Protector tu padre, ¿no? Tal vez pensó que me devoré a su hija la primera noche de bodas... Pero no fue así, ni siquiera te he puesto una mano encima, aún
La mirada oscura y el rostro serio de Julián recorrieron el cuerpo entero de Lara, tratando de descifrar que era lo que hablaban ella y su padre para hacer que sus ojos se cristalizaran, y sintiendo una corriente eléctrica, extenderse por su columna, ella lo interrumpió
—Así es Julián, y como el contrato lo estipula tampoco pasará, ahora si me disculpa, iré a descansar...
Pretendiendo evadir a Julián, Lara paso por su lado, y siendo detenida por la mano firme de él, que se aferró a su brazo, sus miradas se cruzaron por un segundo
—¿Estás bien?
Los ojos oscuros de Julián no dejaban de ver a Lara, los cuales parecían un poso sin fondo, y bajando su rostro tratando de evitar perderse en ellos, ella solo dijo
—Sí, ¿Por qué no estarlo? ¿Acaso cree que me asusta trabajar con una bestia como usted?
Julián sonrió de lado, al ver lo retadora que era su esposa en ese instante, y acercándose hasta ella, se quedó en silencio esperando respuesta a escasos centímetros de su rostro
—En lo absoluto Julián, Ahora si me disculpa no tengo hambre, solo quiero dormir.
No muy contento, Julián libero a Lara de su agarre sin despegar su mirada de ella, quien por más que intento disimularlo se sintió intimidada, por su cercanía
—Entonces espero que descanses Lara, recuerda que nuestro matrimonio apenas inicia y este será... ¡Hasta que la muerte nos separe!
Acercando sus labios hasta su mejilla, Julián depósito un gasto beso en esta, antes de susurrar lo último, lo cual la hizo estremecer un poco, pero que ignoró, y sin más, camino por su lado, dirigiéndose a su habitación, en donde se encerró con el corazón más acelerado de lo normal.