Quiero Robarme al Novio.

¡Dios mío! mis dedos están horribles. Voy a casarme y no me hice la manicura. ¿Cómo he podido olvidarlo?. — Eh.. ¿Disculpa? ¿Que has dicho?. — Mi hermana mayor, le sonríe a mí reflejo a través del espejo. — Que no me hice manicura. — Dije observando mi pulgar derecho y la pintura estaba más desgastada. — ¡Ay, no! Este se encuentra peor. — Jess relájate, tus manos están hermosas. — Trata de tranquilizarme pero eso me pone peor. — No, no puedo relajarme, voy a ponerme histérica, lo sé. Lo siento. — Oh, vamos, todo irá perfecto. Presiento que tú y Adam serán la pareja más envidiada por el resto del año. — Señaló y sonreí vagamente. — Sí, tienes razón. — Suspiré y de nuevo me miré en el espejo. Abril, estaba haciéndo un gran trabajo, mi peinado era perfecto el vestido igual, todo saldría bien. Y... — No, no puedo. Esto es un error me veo gorda, seré la novia más horrenda de toda la historia. — Jessica, mírame. — Mi hermana apretó mis hombros obligándome a mirar de nuevo hacía el espejo. Estás preciosa, divina, deslumbrante y serás la envidia de tu futura cuñada. — Negué con mi cabeza. — Es imposible. Jamás podría estar a la altura, Ginette. — Claro que sí. En la prueba de vestido la oí decir: «Diablos, mataría por tener esas piernas» Además, mamá estaría tan orgullosa si pudiera verte ahora. — Ambas sonreímos con emoción. Nuestra madre había fallecido hace más de diez años por causa de una cardiopatía y desde entonces Abril se convirtió en un pilar fundamental para mi hermana Ivee y para mí. Siempre sabía que hacer y que decir en momentos como este, especialmente porque las tres éramos especialistas en bodas, nos dedicamos a organizarlas y a dirigirlas desde hace muchos años. Pues era un negocio rentable y una tradición familiar, pero debo decir que esta no es cualquier boda... Era mí boda y había soñado con ella desde que era una niña. — También tienes más que eso, Jess... — Siguió con su discurso. — El amor de un hombre llamado Adam. Un hombre que cada vez que te ve, dice: cómo pudo haberme escogido a mí, es la mujer más guapa que he visto jamás. Y eso me dice que este matrimonio, no solo irá bien. Sino que durará para siempre. — El peso en mi estómago se hizo más ligero y el nudo en mi garganta se desató. — ¡Gracias! — La abracé. — Eres la mejor hermana del mundo. — Bien. Nos queda menos de una hora. Hay que darse prisa. — Besó mi mejilla y continúo arreglando mi cabello. Me siento como en un sueño. Hoy es el día en el que me uno para siempre con el hombre que amo. Todavía puedo recordar aquél primer momento en el que lo vi, su sonrisa me cautivó y desde entonces no he podido pensar en nadie más. Me siento muy emocionada pero también llena de amor, Abril tenía razón estoy hermosa, pero más allá de mi aspecto físico, llevo dentro de mí una felicidad que llena mi corazón. Me siento afortunada de poder compartir mi vida con Adam, quién me ha demostrado su amor en cada momento que hemos compartido. Cuándo está todo listo, vamos de camino hacía la iglesia. El vestido es enorme y me siento como en una nube, liviana y radiante. — Papá escogió un resort divino para la luna de miel, no se preocupen por los gastos tenemos un convenio con ellos así que podremos pagarlo por un precio razonable. — Dice emocionada y la interrumpo. — No Abril, les agradezco mucho el gesto... Pero me ocupé de la luna de miel por mi propia cuenta, deseaba darle un regalo a Adam de mi parte, él ha pagado por todo esto, así que quería tener un detalle propio para esta ocasión especial. — Eso es muy tierno hermanita. ¿A dónde se irán? — Preguntó con curiosidad. — No es nada tan elegante. — Giré la vista para disimular. — Solo es un crucero por el caribe internacional. — ¿¿Qué?? — Gritó sorprendida y el chófer de la limusina frenó en mitad de la calle por la impresión. — Estamos bien, Rogers, por favor avanza. — Lo alenté. —¿ Un crucero por el Caribe? ¡Pero acaso te volviste loca, Jessica Allen!. ¿Cómo es que piensas pagarlo? — Baja la voz Abril, por favor... Estás haciendo una escena. — Hablé entre dientes y le sonreí a Rogers a través del retrovisor. — Quité un préstamo, Abril. Además, los pasajes estaban en descuento. No te preocupes por eso ¿si? — Ella no se veía convencida pero de igual manera se tragó el cuento. La verdad es que; Abril tenía razón en desconfiar de mí, porque puede que haya mentido un poco con respecto a eso. Bueno un poco no, era una mentira enorme. En secreto había vendido mi departamento de soltera para costear el viaje, es una decisión arriesgada pero desde esta noche viviré con Adam, mí departamento de soltera no lo necesitaría más. Tampoco tenía tiempo para discutir eso con mis hermanas ya me ocuparía después. — Rogers, podrías tomar una vía alterna, el tráfico está espantoso. Llegaremos tarde. — Dice Abril mientras observa por la ventana. — Deberías llamar para avisar que llegaremos con unos minutos demás. — Le respondí con voz temblorosa y nerviosa, a lo que ella sólo sonrió. — He dejado el móvil en casa por los nervios querida, pero eres la novia, no está mal que te retrases unos minutos. Recuerda lo que hablamos. — Me hizo una seña indicándome que hiciera unas cuantas respiraciones y obedecí. «Estoy bien, todo saldrá excelente» Cuándo llegamos a la iglesia observé una limusina negra, supuse que allí es dónde debió llegar Adam, respiré nuevamente está vez con más tranquilidad. Abril reacomodaba el velo para tapar mi rostro mientras yo sostenía el bouquet con una mano y con la otra recogía parte de la cola de mi vestido. — Vamos, vamos cariño, date prisa. — Me ánimo tomando el otro extremo del vestido. Ahora estamos en la recepción, dónde mis amigos más cercanos y el resto de mi familia está reunida espero ver caras de felicidad y alegría pero me encuentro exactamente con lo opuesto. — No está... — Dice mi padre observándonos llegar a ambas. — Perdón papito ¿Qué dices? — Abril es la que pregunta, yo estoy cómo un pedazo de hielo. Entonces mi hermana Ivee se acerca. — Chicas, Adam no está. — ¡Pero estamos retrasadas 45 minutos! ¿Cómo es posible que no esté? — Abril comienza a gritar. — Llevo más de una hora intentando comunicarme con él, pero no atiende y nadie lo ha visto llegar. No sé que más podamos hacer, cariño. — Me dice con voz de lastima pero me niego a aceptar lo que trata decir. — ¡Denme un teléfono por favor! — Pedí a voces, no tenía idea dónde había dejado el mío. — Jess, cálmate, por favor. — No, Ivee. Estoy segura de que algo le sucedió. ¡Dame un maldito teléfono! — Alguien extendió uno y con dedos temblorosos comencé a marcar el número de Adam... Un tono, dos, tres y no responde, repito la misma acción varias veces pero no contesta. La histeria dentro de mí aumenta y casi no puedo contener el llanto, estoy segura de que algo malo le había sucedido a Adam. Por último envié un msj de texto: "Cariño, responde por favor, soy yo. Necesito saber que estás bien". En un acto de fé decidí marcar de nuevo y al tercer tono me atendió: — ¿Cariño?. — Escuché su voz del otro lado de la línea. — Adam... ¡Gracias al cielo! ¿Necesito saber que estás bien?. — Jessi, te estuve llamando por más de una hora. ¿Por qué no respondías? — Es que olvide mi teléfono. — Contesté aliviada y sonriendo, todos me veían con curiosidad, decidí voltearme para obtener más privacidad. — ¿Cielo que sucede contigo? ¿El auto se averió tuviste algún percance? — Hubo silencio, hasta que por fin habló. — Lo siento Jessi. Pero... No puedo hacerlo. — ¿Q-que? — Estaba frente a la iglesia pero luego decidí irme, no puedo ni quiero casarme contigo, aún estoy muy joven para el matrimonio. Lo siento, pero no estoy listo. — Trancó la llamada. Separé lentamente el móvil de mi oído y lo dejé caer en el piso. Un fuerte dolor subía por mi estómago y atravesaba mi pecho cómo si estuviesen rompiendo mi corazón en miles de pedazos. — Él no va a venir. — Balbuceé aquellas palabras mientras todos me veían consternados. — Jessica... — ¡Sáquenme de aquí! — Exclamé. Sabía que del otro lado la iglesia las bancas estaban llenas de invitados. (Mi familia, mis amigos, mis colegas... ¡Dios mío! Katherine Lee, mi nemesis. De nuevo quedaré como una perdedora frente a ella. Todos me verían derrotada y con lastima, mi día soñado se había convertido en una completa pesadilla. — Por favor, no dejen que nadie me vea. — Le suplique a mis hermanas cayendo en los brazos de Ivee. — Yo me encargaré de los invitados, ustedes salgan por la salida de emergencia. — Escuché la voz de papá en la distancia y todo a partir de ese momento en mi cabeza se convirtió en una espesa niebla. El hombre de mis sueños me había abandonado y humillado el día más especial de mi vida. Las lágrimas comenzaron a caer por mi mejilla, pero no me preocupe en secarlas, pues las lágrimas no estaban mal. Eran sanas y buenas, siempre y cuándo me recuperara. Y eso haría. * * * * * * * * * ¡Hola! ¡Hola! Mis amadas lectoras perversas. El día de hoy fuí visitada por las musas calientes de la inspiración y comencé a trabajar en éste proyecto nuevo para ustedes... Pueden seguirme en ins.ta.gram. @ninagescritis o también puedes hacerlo por Fa.ce.book. cómo: NiNa G.